Decía el refrán, parece que hoy nadie lo recuerda, que la mejor economía era el ahorro y la economía. Quizá sea que en tiempos de crisis-¡cuando no truena!- el personal busca consuelos varios, entre los que no falta el juego. Más de una vez he mirado en mi entorno y he llegado a la conclusión que da título a este escrito. Si no recordara aquellos sobrecitos sorteados en muchos bares que, junto con las tragaperras de hace unos cuarenta años, enganchaban a muchas personas y desgraciaban a sus familias, diría que ésto es el acabose. A esa reflexión reiterada, se ha unido un concienzudo escrito firmado por Eduardo Robaina en una revista mensual. Así que, uniendo mis observaciones a la documentada información citada, decido hoy abordar el importante asunto.

Creo que cualquiera que mire la tele, sobre todo la pública, tras algunos informativos puede tropezar con una rethila interminable de resultados de sorteos. A las más tradicionales loterias semanales y las celebradísimas de navidad, se han unido otras, además de una gran variedad de quinielas. Así que entre este arsenal de números y mayoritaria desilusión, hacen pasar un inagotable desfile de miles a millones de euros. Eso bien salpimentado con la incitación a participar en las ocasiones siguientes. Pero antes de que termine ese rosario de premios de promoción estatal, sigue otro tanto de la benéfica ONCE. Pero no acaba aquí la cosa, al juego de las cartas y otros más o menos sofisticados y tradicionles en casinos o casas, se han añadido otros nuevos. Aparte del gran volumen de negocio que se mueve para el beneficio de empresas especializadas, crece el drama de la ludopatía, esa enfermedad adictiva. Dice Robaina que en determinados lugares es una plaga tan peligrosa para la juventud como lo fue la de la heroína en los ochenta. En Madrid Asociaciones Vecinales ha emprendido campañas en contra de estas casas de juego. También en lugares como Valladolid, Extremadura y Andalucía organizaciones juveniles de izquierda luchan contra esa lacra.

A la hora de estudiar el asunto se ha encontrado la colaboración de la Universidad Carlos III de Madrid. Se ha divulgado en el anuario que el incremento de casi el 20% anual desde 2.012 hasta 2.018. Eso se explica también por la gran expansión de casas entre Codere,Sportium y Luckia disponen diez mil puntos de venta. Hay otras, como 888, Belfair, Bwin, o William Hill que tratan de introducirse con publicidad en tele, radio y marquesinas. No tiene nada de particular que en determinadas zonas urbanas las mencionadas casas se disputen las esquinas. El negocio de las apuestas llegó a captar en las casas 330 millones y casi otros tantos online durante 2.017. Uno de los aspectos más preocupantes es que el ejercicio físico ha disminuido como freno al relacionarse más, apuestas y deporte. Casi todos los clubes de la liga de fútbol de primera división reciben dinero se las firmas de apuestas. Así, el beneficio que podría ejercer, y ejercía, el deporte de élite incitando a su práctica entre la juventud decae en parte hacia las apuestas. Otro aspecto no menos preocupante son las apuestas online, ya que pueden pasar más desapercibidas en muchos casos, por practicarse dese el propio hogar..

Como se ha dicho, la sociedad está reaccionando ante el problema. Las mencionadas asociaciones acuden a cuantas situaciones se entienden afectadas por el problema. Para ello se han dotado del apoyo de personas expertas. Byta Díaz, psicóloga de Prevención y Ayuda para la Ludopatía, insiste en la necesidad de concienciar más que prohibir. Hay que tener en cuenta que hay una invitación permanente al juego. Los grupos de intervención piden en sus charlas que, una vez explicado el problema, se invite a ser activista ante el problema. El juez Segura, que colabora con estos colectivos, propone influir sobre la legislación y en su aplicación. Debiera tenderse a que la socidad no se acostumbre y vea como normal tanta invitación al juego. La sociedad ha venido actuando en contra de esta adicción en la que se implican asociaciones de familias afectadas. Existe un Registro General de Interdicción a la Adicción al Juego. Su labor es la actuación voluntaria de la persona adicta pidiendo ayuda para no recaer. La situación actual ha significado un repunte, según se entienda, desde 2.012 con 29.496 a las 41.117 de 2.017, de las que el treinta % vive en Andalucía.

Recordemos que, como dicen los expertos, esta enfermedad se puede prevenir. Veamos cuanto hay de debilidad personal o de implicación social hacia el lucro y de las contradicciones de los poderes públicos en su origen. Un paso más allá, además de emular las estrategias propuestas y seguidas por los citados expertos, convendría implicarnos en la prevención.