Hoy en día, algunos venden que solo pueden manifestarse unos pocos. Parece que no tienes derecho a ir a una concentración o a una manifestación si no piensas igual que ellos, o si lo haces tienes muchas posibilidades de que te tachen de “Facha”, curiosa palabra que mucha gente usa sin ser conocedor de su significado, pero como dice el refranero Español “no ofende quien quiere, sino quien puede”.
Yo estuve en Colón el 10 de febrero. Salimos de Linares sobre las 6:30 de la mañana y regresamos a las 19:00, fue un día muy intenso por el largo viaje de ida y vuelta que nos esperaba en autobús, cuando llegamos a Madrid, nos sorprendió la cantidad de autobuses y personas que había en la capital. No entraré a valorar si eran 45000 personas o 200000, pero la sensación que teníamos allí era que no cabía nadie más.
Me llamó la atención muchas cosas de la manifestación. En primer lugar la gente exponiendo su bandera sin ningún tipo de complejo, la bandera que es de todos los españoles y ningún partido tiene el derecho de apropiarse. La tranquilidad con la que transcurrió dicha manifestación, la sensación que yo tenía era que la gente estaba cansada de los desprecios de Sánchez al resto de autonomías a cambio de seguir un poco más de tiempo en Moncloa.
Pero lo que más me llamó la atención es el respeto de la gente que allí se encontraba. Había gente de todos los partidos políticos, de todas las edades, y sin embargo ni un solo altercado y ni una sola incidencia, solo un único lema que todos entonaban, poder decidir en unas urnas quién es el presidente de España, y que no se decida en una cárcel o en reuniones secretas.
Yo asistí a la concentración, y lo puedo decir con mucho orgullo, porque cada uno es libre de expresar sus ideas desde el respeto y la educación, y eso es lo que se le pide a todo aquel que no está de acuerdo, que respete nuestras ideas como nosotros las hemos respetado cuando ellos las han expresado.
Como dijo Albert Einstein: “La libertad política implica la libertad de expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto tolerante hacia cualquier otra opinión individual”.
Yo no estuve en Colón, pero podría haber estado… acudir a una manifestación no implica necesariamente ir acompañado de unas siglas, pero siempre refleja un sentir un común.
Ayer miles de españoles salieron a la calle arropados por los colores de una bandera tanta veces pisoteada, quemada y vulnerada. Su único fin era reivindicar la unidad de España; reivindicar la necesidad de que aquellas negociaciones que nos afectan a todos se desarrollen con transparencia, desprovistas de chantajes y ultimátum.
Y es que al margen de las siglas, estamos cansados. Estamos cansados de mentiras, de que quieran fracturar nuestro país, de sin sentidos, de «quítate tú para ponerme yo» para hacerlo igual o peor, de hoy digo una cosa y mañana lo contrario con la esperanza de que el pueblo no guarde recuerdo,… estamos cansados de tanto callar.
Ayer yo vi a miles de personas unidas por un sentimiento de patria,… y Colón estaba especialmente bonita, convertida en un manto de personas que daban vida a unos colores que para muchos solo puede ser agitados cuando jugamos la final de un mundial.
Yo no estuve en Colón. Me indigna ver a Albert Rivera rodeado de ultraderechistas. Conmigo habéis perdido un voto y lo que es mucho más importante, toda mi confianza.