Con motivo de la celebración el pasado diciembre de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, repasábamos aquí que los tales derechos en general están de capa caída. El documento aprobado en 1.948, pese a su intención de pasar de unas simples aspiraciones, se han ido concretando en acuerdos que obligan a distintos países para su cumplimiento. Sin embargo, pese a que las llamativas movilizaciones por distintos sectores, el avance en conjunto y hasta en dichos sectores son limitados. Tengamos en cuenta la lucha de la mujeres, que en el pasado marzo concitó un gran respaldo, se acaba de pedir la eliminación de sus logros. Habría que ver en qué falla esta sociedad que apenas da dos pasos hacia adelante y otros tantos para atrás. Alguien se está preguntando si no estaremos cayendo en la trampa de la diversidad. Pese a que hay uno derechos que pueden parecer, como la violencia y discriminación de la mujer, más urgentes, si no se miran en conjunto, apenas se avanzará en la emancipación de la persona. Sin igualdad social no habría otras libertades, decíamos. Recordemos que el 8 de Marzo no dejaba de estar unido al trabajo de la mujer. De alguna manera todo está unido: la esclavitud que mujeres y hombres sigue oprimiendo en muchos países, el patriarcado misógino sigue potente apoyado en dogmas y creencias humillantes. Se avanzan en leyes que luego se aplican mal por injusticias palpables. Parece que las personas que tenemos nuestros derechos mermados, habremos de pensar por qué y en qué hemos de cambiar.

Personalmente creo que lo que viene fallando en Europa y -en especial- en este país , es un diálogo sincero. Perece que una cosa es lo que se viene diciendo como lo “políticamente correcto”, y otra bien distinta lo que está llegando a pensar un sector creciente de la UE. Y es que “cuando no hay harina, todos es mohína” que me decía una amiga de un familiar emigrante en Cataluña. Hasta hace unos años, llegaba aquí con el aire de charnego, inmigrante reciente en Cataluña, reconvertido en catalán de solera ensalzando a su nueva tierra. Cuando ha llegado la crisis y el paro arrambla a Santa Coloma, ha recuperado un españolismo que nunca le ví. En una conversación desenfadada, surgió el asesinato de una mujer seguido del “algo habrá hecho” del más lenguaraz o bebido. Se puso colorado cuando se le recriminó su actitud machista. Levantando su cara descubrió la de un colega más rojo aun. La familiar del charnego comentó que por aquí más de uno, e incluso, una piensa lo mismo, pero otra cosa es a acercarse al Ayuntamiento un día de luto. Hubo posturas más templadas de quien reconocía sus privilegios a los que sólo en parte va renunciando. Alguien cuenta de un caso de un amigo que no puede ver a su prole por denuncias falsas. Hay quien comenta que desde la crisis su casa en un infierno. En varias ocasiones hemos hablado de divorcio, pero entre los pocos ingresos que tenemos y las discusiones por los niños. Encima viene una amiga suya ya separada y de vez en cuando se monta un cisco. Yo no sé como vamos a acabar. Se cruzan casos en que superan malas rachas con recortes de gastos y reparto de tareas en casa vamos capeando distintos paros. No falta alguna referencia a determinada feminista a quien hay que echarle de comer aparte. Cuando y se había producido un cierto desahogo colectivo y razones contrapuestas , se vieron exageraciones y simplismo que echaban leña al fuego y problemas larvados que ahora afloraban. Había alguien que como aquel charnego, además el españolismo, había recuperado su machismo asociado con el racismo o xenofobia y el odio a los gays y a las feministas que no respetaban a la familia como ha sido toda la vida de Dios como dice la madre Iglesia.

No faltó quienes llevaron el agua a su molino, más cercano a la política. Entre los intentos de separar la corrupción de una y otra parte, se iba abriendo algún camino para no tirar el niño con el agua de lavarlo. Una de las presentes apuntó que además de aumentar las movilizaciones del 8 de Marzo que había de darle contenido con propuestas concretas para la mujer trabajadora. Para que la brecha salarial no siguiera aumentando que se le compensaran bien todas las ausencias por la natalidad y cuidado de hijas e hijos. Medidas y educación eficiente para la transición hacia la familia de personas igualemtne emancipadas.

Debates sobre esta amplia temática y las implicaciones sexistas, ideológicas que enervan la razón y enmascaran la naturaleza de las cuestiones a debatir. Tal vez nos ayudaría a no confundir las churras con las merinas. Para ello, será imprescindible un sabio diálogo intercultural de persona a persona, para que como trabajador/a, blanco o negro, indiégena o inmigrantes, hetero u homosexual, válida o impedido…persona siempre.