En agosto, muchos son los que deciden visitar nuestra ciudad, y otros tantos afortunados, los que se van de vacaciones. Linares ofrece una extensa variedad de oportunidades, para el que decide quedarse o el que nos visita, visitar Cástulo o degustar las maravillosas tapas que asolan nuestra ciudad entre tantos otros.

A la infinidad de actividades que se pueden desarrollar, a última hora, se le suma contemplar el circo político que gobierna actualmente en nuestra urbe.

Mientras que los ciudadanos se preocupan por la alta tasa de paro, o por tener que despedir a sus descendientes que parten en busca de un futuro difícil de encontrar en nuestra ciudad, nuestro equipo de gobierno da una lección práctica de la problemática de hacer de la política un medio de vida, el miedo a perder el sillón y la falta de experiencia en la empresa privada, hacen que se urdan los complot mas infames vistos, truncados por el regreso anticipado de las vacaciones por el norte.

Algunos hemos crecido sin conocer otro alcalde que el actual, y después de ver como Linares se convierte en un cementerio industrial y lidera los ranking de desempleo durante años, algunos parecen ver ahora que algo no funciona, pero lejos de intentar cambiar la situación, lo que buscan es cambiar al dueño del cortijo.

Una moción sin apoyos y con prisas, ¿Por qué no esperar 10 meses?, ¿Miedo a lo que pueda salir?, lo que esta claro, es que es la ciudad quien vuelve a pagar las consecuencias.

El cronista Juan Sánchez caballero, ya rezaba en su momento “no hagáis que los linarenses se levanten porque entonces no habrá quien los siente”.

Ha llegado la hora de levantarse, recuperar Linares y cerrar su cortijo.