Uno de los juegos que más estrategia y astucia necesita, es el ajedrez, un juego datado del siglo XV que la función principal se basa en que no te maten al rey, y conseguir destruir al de tu oponente, utilizando 15 fichas secundarias, que cada una tiene su importancia, pero que no pasa nada si mueren, pero delante ponemos a los peones para ser los primeros sacrificados.

Para jugar bien al ajedrez hace falta ser previsor, anteponerte a tus rivales e intuir la jugada que harán para que puedas adelantarte, al igual que pasa en política. Este fin de semana pasado, se han celebrado las primarias de Ciudadanos en Andalucía, desde el partido naranja han intuido que Susana Díaz no dejara que los comicios andaluces coincidan con la sentencia del mayor caso de corrupción de Andalucía y que lleva la firma del PSOE, por lo que han elegido a sus cabezas de provincia para unas más que previsibles elecciones.

El PSOE ha sacrificado a muchas piezas importantes de sus filas, aunque parece que no ha mermado en su forma de jugar, llevan 38 años gobernando una de las comunidades autónomas con más paro de la península, mientras que sus rivales directos no han sabido jugar para que pierdan una sola partida.

A escena entra el partido naranja que en 2015 ya demostró que solo necesita un tablero para demostrar lo que sabe hacer, en 2018 y después del éxito cosechado en Cataluña y la tendencia que se sigue en España, Ciudadanos hace temblar las fichas del PSOE, que ya se centran en el ataque directo contra el partido naranja.

Mientras, en nuestra querida ciudad, seguimos con más datos desalentadores, una población cada vez menor y unos datos de desempleo que no mejoran, aunque la edil Doña Pilar Parra intente enfocar desde otra perspectiva, intentando hacer creer a los ciudadanos algo distinto de lo que ven con sus propios ojos.

Con el sacrificio de su reina (Juan Fernández) el PSOE en Linares ha hecho una jugada más que arriesgada, y más teniendo en cuenta que cuentan con un nuevo rival, que no solo sabe jugar sus piezas, si no que está preparado para gobernar.

Como dijo Vassily Smyslov, séptimo campeón del mundo de ajedrez, “En el ajedrez, como en la vida, el adversario más peligroso es uno mismo”.