Linarense, de 38 años, es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla. Ha ejercido como profesor de Formación de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Actualmente, trabaja en el Alcázar de Sevilla y prepara oposiciones a profesor de Secundaria; también posee la DECA (Declaración Eclesiástica de Competencia Académica).

Nacido en el seno de una familia cristiana, es hermano del Prendimiento desde los diez años, viviendo siempre con intensidad la vida de hermandad y con un especial sentimiento hacia Jesús Prendido y su Bendita Madre, Ntra. Sra. del Rosario. Enamorado del mensaje de San Juan Bosco, es hermano también de Los Estudiantes, Cabeza, Virgen de Linarejos y Carmen de Linares, así como del Dulce Nombre de Sevilla y la Divina Pastora de Jaén.

Es colaborador literario, desde hace más de quince años, del Boletín Rosario de la Hermandad del Prendimiento, del “Cruz de Guía” que edita la Agrupación de Cofradías de Linares y de diversos boletines de la capital andaluza. También es dictante del Curso de Acólitos en Linares.

Su faceta más conocida es la de hombre del costal, con más de veinte años bajo las trabajaderas del Misterio del Prendimiento. En la Hermandad de Los Estudiantes ha sido capataz, tres años, del Cristo de la Buena Muerte. Actualmente, forma parte del equipo del conocido capataz Carlos Prieto, responsable de numerosas cuadrillas en Jaén y Córdoba. Asimismo, destaca su trayectoria en los pasos de hermandades como Dulce Nombre, La O, Cinco Llagas de la Trinidad o San José de la Montaña, entre otros.

Linares28: A escasas horas ya para la celebración del Pregón de la Semana Santa de Linares 2018, ¿cómo se encuentra ante esta cita y de qué manera está viviendo estos últimos momentos previos a su gran día?
Agustín López: Ilusionado, nervioso, responsabilizado, impaciente… Tengo un cúmulo de sentimientos deseando expresarse ante mi ciudad. Estos últimos momentos son más de expectación. Estoy recibiendo numerosas muestras de cariño por los cofrades linarenses que espero poder devolver con creces desde el atril.

L28: ¿Cómo recibió la noticia de ser pregonero y qué supone para usted poder ejercer esta labor en su tierra?A.L.: Para mí fue una absoluta sorpresa, no lo esperaba ni por asomo, pero una vez reflexionado, supone el mayor honor como cofrade linarense para el resto de mi vida.

L28: ¿Qué le va a contar al público que le escuchará desde el atril del Teatro Cervantes?
A.L.: Les voy a contar algo que ellos saben de sobra, la Semana Santa, pero vista por este humilde cofrade desde muchos puntos de vista, muy personales, que no pretenden ser más ni mejores que los de nadie, simplemente los míos.

L28: ¿Cómo definiría su pregón y qué expectativas tiene con respecto a él?
A.L.: Es un pregón de un cofrade linarense para Linares. Las expectativas son simplemente vaciarme yo, abrir mi alma cristiana y cofrade a mi ciudad que ha puesto en mí su confianza; no espero gustar a todo el mundo, pero sí voy a ser yo en toda mi plenitud. Habrá a quienes guste y a quienes no, como todo en la vida, solo diré que no sabía que quería a mi tierra lo que la quiero, y eso sí me lo ha dado ya el pregón.

L28: ¿Será un discurso con mensaje o de vivencias cofrades y sentimientos?
A.L.: De los dos, porque creo que van unidos inseparablemente de la mano. En la Semana Santa no podemos despreciar el mensaje que Dios, cada año, nos pone sobre el papel, que son las calles de Linares. Ese mensaje nos hace tener experiencias y vivencias que no se pueden repetir en ningún ámbito cultural, ni de la vida de las personas.

L28: ¿Le ha resultado complejo llevar todo eso al papel? ¿Qué es lo que más le ha motivado?
A.L.: Sin duda, es lo más difícil que he escrito hasta ahora en mi vida, y es por la carga emocional que ello tiene, máxime con el hándicap de vivir a 250 kilómetros de mi ciudad y estar, probablemente, más mirado que si viviera en Linares. Me ha motivado, y responsabilizado, la confianza de los cofrades linarenses, pero sobre todo el apoyo de mi familia, de mi madre, mi mujer, mi hermano…

L28: ¿Se ha acordado especialmente de alguien a la hora de escribir?
A.L.: Sí, seguramente sin esos recuerdos no hubiera ni empezado a escribir; mi padre, mis abuelos… Comencé a escribir cuando vino a mi mente mi primer recuerdo cofrade: subido a los hombros de mi padre, a la altura de los antiguos Billares París, a principios de los 80, recuerdo como si fuera ayer ver «saltar» el paso del Señor del Prendimiento… Y a raíz de ahí llegaron los recuerdos de grandiosos cofrades y amigos que ya no están con nosotros y que han hecho de mí ser lo que soy, y por supuesto cofrades de categoría que disfrutamos en vida y de los que aprendemos todavía.

L28: Como antesala a su intervención vendrá la presentación que de usted hará Manuel Martínez Olmedo. Imagino que ya estará deseando compartir con él esos momentos tan especiales que se avecinan…
A.L.: Con Manuel he tenido la suerte de compartir muchísimos momentos de mi vida, pero este probablemente es uno de los que recordemos con más alegría. Me hace mucha ilusión que sus hijas vean a su padre en ese atril y me provoca una gran emoción imaginarnos encima del escenario del Cervantes, juntos, como llevamos casi una vida de cofrades y amigos que somos, casi como de la familia.

L28: La Semana Santa de este año, al igual que ya lo ha sido la Cuaresma, va a ser especial para usted. ¿Qué espera de ella y cómo desea vivirla?
A.L.: La Semana Santa en sí ya es especial, pero efectivamente la de este año tiene un aporte más. Me gustaría una Semana Santa plena, que todas las hermandades disfruten y puedan dar testimonio de fe, que hace mucha falta. La voy a vivir con mi familia, con mis amigos y con los cofrades de Linares a los que acompañaré, si Dios quiere, en estos maravillosos días. Buscaré a las hermandades en sitios donde nos las haya visto nunca y tengo la oportunidad de enseñarle a mi mujer la Semana Santa de Linares casi completa, y a fe mía que lo voy a hacer.

L28: En un plano ya más general, a su juicio, ¿le falta y/o le sobra algo a la Semana de Pasión linarense?
A.L.: Nos falta ser un poco más cristianos y nos sobra ser tan cofrades. Me explico. A veces nos quedamos en lo accesorio y perdemos el norte de lo verdaderamente importante; a veces nos centramos más en los pasos, en la música, en los costaleros o los capataces y nos olvidamos de los porqués de todo, de que lo importante es el mensaje de entrega y amor de Cristo y de María. Y es normal, porque el esplendor de la Semana Santa a veces nos «distrae» del fondo, de la esencia. Aun así, Linares tiene una Semana Santa muy a tener en cuenta.

L28: ¿Qué es lo que más destacaría de ella?
A.L.: La entrega, el trabajo, el esfuerzo, el cariño, la pasión y la dedicación que le ponen todas y cada una de las hermandades a su hermandad, no solo en el día que salen, sino en sus cultos, vida de hermandad… el año entero. Las hermandades, desde hace muchos años, son un colectivo social que mantiene vivas muchas cosas de la ciudad y a veces ha sido algo maltratado, pero se repone y sigue en su lucha de engrandecer Linares.

L28: ¿Algún deseo para estos días?
A.L.: Que los cofrades nos dejemos inundar por Dios, que abramos nuestro corazón a lo que tiene que venir, que disfrutemos de cada segundo, con nuestra hermandad y con todas, que tomemos la calle, que vivamos con Jesús y María estos días y que Linares, apoyado en ellos, aparte sus males y resurja como la grandiosa ciudad que es.