Raquel Parrilla Sánchez es una bailarina de ballet, danza española y danza contemporánea nacida en Linares. Titulada en Danza por el Conservatorio de Córdoba, en Historia del Arte por la Universidad de Granada y Doctorada por la Universidad de Málaga en la especialidad de Historia de la Danza. En los últimos 15 años ha trabajado como bailarina solista con el dúo de piano y guitarra Cuenca realizando conciertos a nivel nacional (Teatro Real, Clausura Torneo Internacional de Ajedrez, etc) e internacional (Estados Unidos, Italia, Austria, Alemania, Bosnia, Francia, Suecia, República Checa, Hungría, Turquía, Marruecos, etc). Realizando un repertorio de danza española, clásica y contemporánea. Ha trabajado en el Conservatorio Superior de Danza de Málaga y es directora de la Escuela de Danza y Artes «Danzarte».

Linares 28: Háblanos de ti, ¿Cómo y cuándo tuviste claro que querías ser bailarina, cuándo decides que te quieres dedicar al ballet?

Raquel Parrilla: Desde la infancia la danza me ha llamado. Contaba con tres años aproximadamente cuando me sentaba a jugar con mis muñecos mientras escuchaba a mi padre estudiar guitarra, él era alumno del Conservatorio. La música y las artes siempre han estado presentes en mi casa, yo opté por el ballet.

L28: ¿Cuál es tu momento preferido, lo que más te gusta de la danza?¿Y lo que menos te gusta?

R.P.: Son muchos momentos, pero hay dos especiales, el momento de creación en el que me meto en el salón de ensayo para coreografiar y, por supuesto, el instante previo a pisar el escenario para comenzar el espectáculo. Ahí el cuerpo se sacude, se pone del revés y vuelve a su sitio en un segundo para bailar ante el público.

Lo que menos me gusta son los celos profesionales, las ganas de destrucción a un compañero de profesión y el intrusismo de gente no preparada. Dan clases sin conocimientos suficientes, poniendo en riesgo la salud del alumno al forzarle a ir por delante del nivel que precisa. La danza no tiene prisa, hay que conocer la anatomía corporal y sus posibilidades de movimiento dependiendo de la edad del alumno y hay gente que no lo quiere entender.

L28: ¿Qué enseñas en tus clases?¿Qué es lo más gratificante?

R.P.: Sobre todo a AMAR. Amar la danza en sus diversos estilos, amar la cultura, el conocimiento, amar al compañero y al maestro. Si amas la danza, perseguirás la perfección y el sacrificio  que requieren este arte. Lo más gratificante : « Seño, Te quiero », creo que sobra la explicación.

L28: ¿Por qué recomendarías hacer danza?

R.P.: Fortalece cuerpo y mente. Tiene los beneficios físicos idénticos a un deporte de élite, con un valor añadido, la interpretación que permite la canalización y gestión de emociones.

L28: ¿Cuál es la obra que más te gustó interpretar?¿Por qué?

R.P.: Elegir una sola obra es muy difícil. Me emocionó coreografiar e interpretar « Carmen, la Petenera » una obra de Primitivo Buendía Picó escrita expresamente para los Hermanos Cuenca.  También una obra escrita por Eric Marchelié llamada « Linares » en homenaje a nuestra ciudad.

L28: ¿De todos los países donde has bailado, dónde te sentiste más cómoda?

R.P.: Estados Unidos, fue sorprendente la reacción del público que fervorosamente pedían un « bis » tras de otro. Pero en Italia me siento como en casa, habré estado más de 50 veces.

L28:¿Cómo ves el panorama de la danza en España? ¿Y en el extranjero?

R.P.: En España aún el bailarín no está reconocido. Los sueldos del Ballet Nacional, por ejemplo, son vergonzosos y muy bajos. Es más, los músicos han conseguido más privilegios que los bailarines aún siendo ambas especialidades de la familia de las artes. Además no se invierte ni se apuesta por la Cultura ni mucho menos por la danza. Siempre tengo más espectáculos en el extranjero que en España, eso es significativo.

L28: ¿Qué sientes cuando se abre el telón?¿Y cuándo se cierra?

R.P.: Cuando el telón se abre me siento un ser afortunado. Dedicarme a mi pasión es un privilegio. Cuando se cierra hay un cúmulo de sensaciones : satisfacción, emoción al sentir el aplauso… el aplauso engancha.

L28: ¿Qué consejo o recomendación darías a tus alumnos que quieran seguir tus pasos?¿Qué se debe hacer y qué no?

R.P.: Que trabajen con pasión y que las palabras « me rindo » las desechen de su diccionario. Un bailarín además debe ser una persona instruida y culturizada es el mejor camino para la creación coreográfica. Se debe apostar por uno mismo, pero sobre todo no es sano envidiar enfermizamente el éxito que los demás se han ganado por derecho. Lamentablemente hay muchos casos como es este último.

L28: ¿Tienes alguna anécdota divertida que nos puedas contar?

R.P.: Viajando tanto como lo hago, se tienen mil anécdotas. Una de las más cercanas fue una vez que me quedé sin vuelo en el aerouerto de Dallas. Tuve que permanecer allí encerrada, y sola 24 horas, hasta el siguiente avión a Madrid. No me preguntes cómo, pero acabé como Tom Hanks en la película « La   Terminal », haciendo amistad con la seguridad y los empleados del aeropuerto. Me llamaban por megafonía « Raquel de España, vamos a desayunar, te esperamos en la puerta D33 ». Fue un poco surrealista.

L28: ¿Qué balance harías de toda tu trayectoria?

R.P.: Que con mucho esfuerzo y muchas fatigas finalemnte estoy consiguiendo todos mis objetivos. Mi propia escuela de Danza llena de alumnos, mi tesis doctoral, ser bailarina internacional…

L28: ¿Hasta dónde te gustaría llegar?

R.P.: Mi mente va a mil por hora y soy muy inquieta. Me gustaría en un futuro compaginar la Escuela de Danza con enseñanzas en la Universidad. La danza está entrando ahora en este campo y hay departamentos universitarios que están apostando por ella. Me encanta la investigación y he formado mi perfil profesional para ello.

L28: ¿Cúal es tu próximo proyecto?

R.P.: No es un proyecto, ya es una realidad. He conseguido, tras 4 años de lucha, que la Consejería de Educación me autorice como Conservatorio Privado de Danza. Los alumnos que así lo deseen podrán obtener la misma titulación que en cualquier Conservatorio de Grado Elemental de Andalucía. Es un paso importante también para Linares, ya que en Jaén no hay Conservatorio de Danza. Es mi pequeño granito de arena a la ciudad. Creo y apuesto por Linares de forma activa llevando a cabo proyectos como este. Claro, para ello he precisado una inversión económica para las instalaciones del centro y un curriculum profesional. Pero la danza linarense merece una oportunidad así.

Una ópera: Sobre todo soy fan de Arias, hay varias que me tocan el alma, pero si debo destacar una es Sansón y Dalila.

Una civilización: Grecia, cuna de nuestra cultura. Donde la Danza era un arte mayor con musa propia.

Un rincón de Linares: La Lonja de Santa María.

Un compositor: Eric Marchelié, un compositor contemporáneo francés que ha escrito obras para los Hermanos Cuenca y en homenaje a Linares. Pero sin duda, Francisco Cuenca es un genio. Tengo el privilegio de bailar sus composiciones.

Un  recuerdo de infancia: Mi abuela llevándonos a la puerta de Santana para apoyar a los compañeros que estaban en huelga. Íbamos cada tarde.

Un libro: « Córdoba de los Omeyas » de Antonio Muñoz Molina.

Una ciudad: Linares, siempre Linares. Despues de vivir en muchos sitios como Viena, Madrid, Granada, Málaga… Te das cuenta que nuestro pueblo es único, solo hay que saber mirarlo con buenos ojos y mucho amor.

Un sueño: Que vuelva el Linares de los 4 viceconsulados con sede del Banco de Crédito Español, el Linares del auge cultural e industrial.

Un color: Soy de todos los colores, me gusta la diversidad.

Un aroma: El olor a húmedo y viejo de  los documentos y legajos que se encuentran custodiados en nuestro Archivo Histórico Municipal.

Una experiencia inolvidable: Cuando bailé en el Teatro Real de Madrid, fue como un sueño.

Una pintura: Los mineros de Francisco Baños. Soy fiel seguidora de Belin, tiene un don especial. Y sobre todo, la pintura de mi padre, cuando él pintaba me pedía opinión y hacía cambios sobre la marcha para crear el efecto pretendido.

Un agradecimiento: Gracias a mis padres por darme la cultura y la formación que hoy día tengo.

Una película: « Gilda », me encanta el cine clásico.

Un consejo: A mis alumnos… « que nadie os robe vuestras ilusiones »

La mejor compañía: la de todo aquel que quiera compartir su tiempo conmigo.