Hace ya unos meses, clamaba en estas páginas para que “vuelva la filosofía”. Recuerdo que pedía simplemente lo que la etimología de la palabra sugiere “amor a la sabiduría”. Con que lo lográramos en la casa, en la escuela y en la calle, podríamos dar la educación casi por asegurada. No creo que vayan por ahí los tiros. Más que ofrecer un camino de reflexión, para que las personas y los grupos puedan analizar y decidir con autonomía solidaria, sobre lo que les toca vivir, se insiste más en que decidan sin pensar. En vez de filosofía, ahora se ofrece educación financiera. Estaría bien si la intención fuera que no se repitieran los atracos de “las preferentes” o los desahucios que dejan a la gente en la calle y los bancos dueños de las casas. Me malicio que no.

Resulta que la propuesta del Plan de Educación Financiera en la Escuela se le ha ocurrido a los lumbreras del Banco de España. Si, a esa institución junto con la CNMV Comisión Nacional del Mercado de Valores. Es decir las instituciones que tenían que haber controlado a la banca para que no se produjera el desmadre financiero que ahora sufre la ciudadanía. No falta quien diga que, en lugar tales personajes vengan a ilustrarnos, sean los damnificados por tanta desvergüenza. Claro que tales señores nos pintan la mona de seda con informes y siglas que tratan de dejarnos con la boca abierta. Así que además de las citadas siglas, nos hablarán de OCDE, de BBVA, de PISA, de informes y de acuerdos trucados para que la misma parezca una película nueva.
Empecemos por alguien ya conocido. D. Francisco González propuso hace unos años el asunto de las finanzas en la educación. Luego el muy bien pagado presidente del BBVA lanzó su discurso a la limón con don Ángel Gurría, de la OCDE, en una reunión que financiaba el banquero. Con el señuelo de saber leer una factura, ofrecen el conocimiento diseñado por la banca para adaptarse a la fatal situación que les espera. Para ello han de aceptar como único y verdadero el punto de partida inventado que ha llevado a la actual crisis. Se “vende” como logro el saber usar los cajeros sin pararse a pensar el paro de bancarios que dichos cajeros viene ocasionando. En toda esta operación hay más siglas implicadas: La CECA Confederación Española de Cajas de Ahorro ha propiciado más de 500 programas de esducación financiera. La AEB,Asociación de la Banca Española, promueve “Tu finanzas tu futuro”. El Banco Popular, ahora amenazado de bancarrota, propiciaba “Emprender desde la escuela” ¡que buen emprendimiento!. Estas estrategias tienen el cinismo de alegar que si se hubiera tenido mejor formación financiera ¿como la suya? no hubiera habido crisis. Por eso tratan de mejorar la imagen de la banca manipulando la educación y cambiando los contenidos. Se pretende fijar como definitiva la sociedad que tenemos (con futuro sin pensiones). No se puede esperar bienestar y el alumnado ha de aprender a moverse en este mundo-mercado. Es el mismo mensaje aquel de que la empresa dicte la normas a seguir en la universidad. Sobre educación tanto XurxoTorres, catedrático de didáctica, como Miren Alonso de Economía, además de replicar de manera crítica a las prisas financiera, se refieren a PISA. Sobre el informe educativo señalan que el mismo incluye muchísimas mediciones. Seleccionar adecuadamente unas y no otras puede desvirtuar el sesgo que se proponga en educación.

Si no fuera tan dramático el futuro, podríamos proponer cursos del antiguo “Palé” o el nuevo “Monopoly”. Así podríamos añadirlos a la timba nacional de loterías y apuestas en que se ha convertido este país. Yo, como soy un poco antiguo, recurro al saber popular de los refranes. Así recuerdo el que tanto me repetía mi madre: “La mejor lotería es el ahorro y la economía”. Claro que a la mujer que me parió no se le courrió nunca hablar de finanzas, al menos con ese nombre. Ella, como el admirable José Luis Sampedro, sabía de la buena economía. Es decir de la que trata de “la producción y distribución para el consumo solidario de las riquezas”. Por eso el genial economista y sabio escritor hablaba de su primer trabajo como del reto de que los pobres fueran menos pobres. Está claro que aunque ejerció su trabajo en un alto cargo del Banco Exterior, luego integrado en BBVA par se privatizado, no se parecía ni de lejos al mencionado señor González.

Por todo eso, vuelvo a por donde empezaba, a la filosofía. Eso es, “el amor al saber” al que ha de la aspiración de la educación. Está claro que, para que avancemos en esa dirección, habrán de quitar sus sucias manos los mercaderes corruptores del destino de la escuela y de la sociedad en su conjunto. Pues ser persona que reflexiona, se compromete y comparte, se va conviertiendo en una necesidad ineludible en los tiempos que corren.