Linares es una ciudad mediana, a camino entre lo que llamamos un pueblo y una ciudad y la diferencia entre estos extremos es el número de habitantes y los servicios que se instalan para ellos, así se evidenció la diferencia con nuestra capital cuando se decidió dotarla de más infraestructuras y organismos públicos. A una ciudad así, como la nuestra, le cuesta aceptarlo aunque estemos encantados de pertenecer a ella, tenemos lo necesario, incluso lo superfluo pero no aceptaríamos otra cosa. De todas formas vivir dónde sea es hacerlo en un entorno pequeño y cercano, siempre el mismo, donde nos conocemos todos o casi todos. Yo siempre pienso lo que es vivir en Madrid, por ejemplo, que si no vives en el centro, tienes que decidir hacer como una excursión para ver algunas cosas al menos una vez al año. De todas formas no viviendo en el extrarradio, de Madrid al cielo.

El otro día escuché el pleno sobre el Estado de la Ciudad y ni tanto ni tan calvo, ni todo está bien ni todo está mal, pienso que está bastante urbanizado, más saneado y no demasiado sucio, tendríamos que ver algunas capitales europeas, sobre todo Londres en sus calles emblemáticas, donde me sentí bastante extrañada de la basura que se acumulaba en las aceras a cualquier hora del día, no todas pero sí bastantes. Y hablando de basuras no quiero que se me pase decir la multa que se le puso a un amigo porque sacó la basura por la mañana temprano cuando sacaba al perro, que por cierto sé que recoge las deposiciones del susodicho. Resulta que la casualidad hizo que le viera una patrulla y le sancionara con 600 euros. Me pareció una barbaridad. Sé que todos debemos saber que las basuras se sacan en los atardeceres y hubo un tiempo en que así se hacía, pero ya no. Yo veo sacarla a cualquier hora, eso sí echarlas a su contenedor correcto pero me preocupa la sanción para cuando nos pillen porque no está el horno para bollos y es un mordisco a nuestra economía de lo más preocupante. Sugiero una campaña de aviso a navegantes, un apercibimiento cuando es la primera vez y una vigilancia constante, no “porque pasaba por allí” o llevar un informe de los lugares dónde se es más proclive a la acumulación y tomar medidas. No podemos estar en la casa con miedo y más cuando se pagan los impuestos correspondientes. Por lo demás metamos la mano en nuestro corazón y eduquemos en ello. La educación en todo es reconducir nuestro ser tendente a la anarquía, y eso cuesta.

Pero siguiendo con el estado de nuestra ciudad, desde luego que lo que hace falta es trabajo, Linares es una ciudad industrial, no podemos rendirnos a que nos hayamos convertido en una ciudad de servicios y ya mucho de turismo, afortunadamente, por el gran trabajo de esta área, tan impensable hace unos años. La profesionalidad de los ediles hace mucho, saber lo que hay que hacer y cómo hacerlo es la base del trabajo bien hecho.

Por lo demás yo echo mucho en falta zonas lúdicas e íntimas, las hay pero tal vez poco “íntimas”, me explico. Nuestro Paseo para pasear es un buen reclamo pero le falta intimidad, ir paseando contigo misma o con quien se quiera sin tener que estar tod0o el rato saludando o parándose, que está muy bien, que me alegra, pero que cada cosa a su tiempo o lo que cada cual necesite. Falta que te sientes a leer sin que nadie te interrumpa con un buen panorama enfrente. Cantarranas está muy bien pero no le hemos cogido el tranquillo, está lejos, tampoco se sabe si tiene la seguridad según y a qué horas. Se me ocurre que la salida desde la Fuente del Pisar hacia Cantarranas, que está hecho el primer tramo y me gusta con su fuente y su puente, debería continuar hasta allí, con un entorno arbolado, bancos, alguna otra fuente, es el mejor sitio que gozaría de esa intimidad de la que hablo. La zona de la Avenida de España tampoco es para pasear. Otra zona a urbanizar pero con calidez es el camino hacia la Universidad y que viene desde la zona de Marqueses y pasar la cabria. Pero no es cálido, se anda pero no se pasea, no veo bancos, ni gente despacio. Falta arbolado. Eso creo que pasa en Linares, no está hecha más que para andar, para llegar, habría que mejorar lo que tenemos o buscar entornos plácidos. Y creo que eso nos falta.

En fin, todo tiene sus ventajas y sus finalidades. Todo es por momentos, para todo debe haber su espacio y su tiempo. Nosotros tenemos nuestra idiosincrasia, los bares están llenos, los caracoles buenísimos y aparte de la escapada de muchos jóvenes, hay gente que pulula, pero sí nos falta esa habitabilidad cómoda, descansada, relajada, sin más motivo que darse cuenta de que vives. Porque a mí no me gusta andar por andar, me aburre muchísimo. Una ya va pensando que necesita de esos lugares que no te llevan a ninguna parte.