Este esqueleto arbóreo está a unos 2-3 km de Linares, en la autovía que va hacía Bailén. Siempre me gustó esta encina seca, su silueta. El 1 de enero de 2009 salí dispuesto a hacer alguna buena fotografía, y terminé junto a este árbol. Había que saltar una valla para llegar hasta él, y nunca me atreví hasta ese momento, era casi de noche, y el cielo estaba pletórico, contagiándose de las luces parásitas de nucleos urbanos, lo que vino genial a la foto. La Luna y Marte remataban la composición de aquel 1 de enero.
El título, el homenaje, es para aquel fotógrafo pionero en este tipo de fotografía, Galen Rowell, hoy considerado un maestro. Hoy en día, es el tipo de fotografía que más me atrae, grandes paisajes con figura humana.
Casualmente, pasé por Linares hace poquito, (pues actualmente vivo en Cabo de Gata) y pude comprobar que esta figura, este árbol desnudo, ha caído, por fin, y ha dejado de mostrarnos su alma para siempre.
¡¡¡Me guuuustaaaa!!!
una bella foto, una bella historia
Tu foto es bellísima.
Descanse en paz…Yo también lo inmortalicé hace unos años.
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