Los efectos de la crisis económica han provocado que cada vez más linarenses se vean obligados a solicitar ayuda a los servicios del Patronato de Bienestar Social. Por ello, desde el Gobierno local se ha proyectado la ampliación del presupuesto económico, para el ejercicio de 2015, que se destinará a este tipo de gasto. Un incremento de 100.000 que, según el presidente del organismo y concejal de Hacienda, Luis Moya, irá destinado a sufragar «ayudas de emergencia».

«El pago de algún suministro, el pago del alquiler o la compra de productos básicos para la alimentación son el tipo de servicios que emanan de esas ayudas consideradas de emergencia que muchos ciudadanos vienen a solicitar al Patronato. Este año, no hemos gastado la partida presupuestaria al 100%, pero sí nos hemos acercado mucho, por eso tenemos que ser previsores para disponer de un colchón con el que poder seguir atendiendo a familias el año próximo», explicó el edil linarense.

Así, además de las ayudas, el servicio del Patronato de Bienestar Social se centra en otras líneas de actuación, cuyo principal aspecto es el programa de atención e intervención con las familias, a través del cual se presta asesoramiento a núcleos familiares derivadas de las cuatro unidades de trabajo social en las que se divide la ciudad.

Por otra parte, otros pilares de trabajo que han obtenido buenos resultados a lo largo del año son el programa de envejecimiento activo, que atiende a miles de personas mayores con la puesta en marcha de numerosas actividades y talleres, así como el centro de transeúntes, cuyo nivel de ocupación no ha variado los niveles de años anteriores, y el programa Ciudades ante las drogas.