Indignación, esa es la palabra que define el sentir de la «comunidad educativa del CPM «Andrés Segovia» de Linares», seún un comunicado de prensa del AMPA del mencionado centro.
En un comunicado firmado por el Presidente y el Secretario del AMPA se afirma que desde el curso 2012-2013, el director del centro y su equipo directivo «han sido sometidos a la persecución, acoso y derribo de la inspección educativa, donde cualquier motivo por insignificante que pareciera se ha convertido en una denuncia en su contra».
El AMPA reseña «la gran labor que ha realizado el equipo directivo, encabezado por su Director, D2 Francisco Cuenca Morales, para que todos los alumnos (más de 700 actualmente) tengan el horario más factible posible; teniendo en cuenta que hay muchos alumnos que se trasladan en autobuses desde diferentes localidades y que si no fuera por este gran trabajo en la confección de los horarios, para muchos sería imposible realizar los estudios musicales que pretenden».
Según afirman en el comunicado «la gota que ha colmado el vaso y nuestra paciencia ha sido la reciente noticia de que tres miembros del equipo directivo han sido sancionados sin ningún tipo de respaldo legal: dos ellos con el traslado forzoso a otro centro fuera de la provincia (por el período de 1 y 3 años a las localidades de Granada y Sevilla, respectivamente) y el otro con la suspensión de 15 días de empleo y sueldo. La Dirección General de recursos humanos les acusa de «causar perjuicio grave, a la administración o a los ciudadanos», y todo ello por el simple hecho de haber confeccionado los horarios atendiendo siempre a la normativa vigente y al sentir unánime de profesores, padres, madres y alumnos; tal y como se podrá acreditar del recurso contencioso administrativo que se ha iniciado en los Tribunales de Justicia de Jaén. no se ha causado perjuicio de ningún tipo a la Administración Educativa, antes al contrario, pues con la labor del equipo directivo y del resto del profesorado se ha podido mantener el número de alumnos que imparten sus clases en el Centro Educativo».
Entienden sorprendente que el Inspector de Educación, aun siendo el máximo responsable y encargado de que en el Centro Educativo se cumpliera con la normativa vigente, iniciara, dicen «esta ‘caza de brujas’ al inicio del curso 2013/2014 cuando lo cierto y verdad es que tuvo todo el curso 2012/2013 para su revisión, sin que notificara a ningún miembro del equipo directivo ningún tipo de anomalía. De igual modo, nos sorprende que no haya recibido ningún tipo de sanción por la misma administración educativa, cuando por Ley, es el máximo responsable del centro en todos sus ámbitos».
El AMPA del Conservatorio se opina en el comunicado que esta persecución inquisitorial solo tiene un fin, que sería «lograr el cese de la cúpula directiva de centro».
De ese modo desde el AMPA no se entiende, dicen, «como la Consejería de Educación y Deporte, de fa Junta de Andalucía, se ha ensañado con estas medidas tan desmesuradas, tan desproporcionadas y tan despiadadas con los tres miembros del equipo directivo de nuestro centro, y que no solo castigan a ellos si no a todas sus familias y es más, teniendo en cuenta que gozan de prestigio, cariño y afectación en el ámbito de toda la comunidad educativa, colectivos de Linares y de toda la provincia», además entienden que los tres directivos sancionados han trabajado por le bien de la comunidad educativa del centro y por el buen funcionamiento del centro.
Destacan, dicen, que no ha habido ninguna queja de alumnos y padres por que se les «haya causado algún perjuicio», tal como afirman que son acusados por la Administración Educativa estos tres profesores que, además, aseveran tienen a sus espaldas una trayectoria profesional y artística intachable.
Desde el AMPA por otro lado, no se descarta realizar algún tipo de movilización a fin de frenar lo que consideran un «linchamiento al que están sometidos los tres miembros del equipo directivo», concluyen.
Intereses torticeros, existen bajo esta sanción a los tres directivos de Conservatorio de Música de Linares. Hay gente que contínuamente está torpedeando la labor de esta Dirección desde hace bastantes años. Si a juicio de los denunciantes existiese alguna irregularidad en dicha gestión, sería de personas honestas y valientes denunciar con nombre y apellidos y no ampararse en un anonimato, al que el inspector ha dado por válido. Si aquí hay alguien que merezca una sanción es el propio inspector, pues ya tuvo un curso entero para detectar la «supuesta» e irreal anomalía.
Los denunciantes deben estar frotándose las manos ante las consecuencias de su proeza. Esperemos resultados, pues el tiempo pone a las personas y las cosas en su sitio. Pero una vez manchado el honor y la imagen de estas personas, será difícil devolvérsela. Mancha que algo queda.