Se murió la duquesa y España entera está de luto ante tan irreparable pérdida. Las cadenas de radio y TV, han dejado constancia machacona de tal óbito y aún siguen. Esto y lo de la Pantoja, ha sido para pedir el botijo, los españolitos estamos sufriendo entre el cielo y la penitenciaría. El sufrimiento de una Grande de España y una grande de la copla, que mí me ha dado lo mismo, aunque siempre es de lamentar la pérdida de una vida humana y respecto de la tonadillera por eso…por meter la mano en el cajón y coger lo que no era suyo. La duquesa a buen seguro, será la más rica del cementerio. Me pregunto cuanta riqueza, para qué le habrá servido, pues allá los Euros, no son moneda en uso y tendrá que partir de cero, pero aquí vivió como Dios.
El personaje fagocitó, se comió a la persona, durante su accidentada vida.
Algunos dirán que no es respetuoso hablar de los muertos, pero indefectiblemente, todos formamos parte de la Historia, y la Historia se estudia y analiza, por lo cual, no veo ninguna irreverencia.
Esto me ha servido muchísimo para reflexionar sobre la vida humana, sus valores éticos y morales y cómo, dos personas, pueden perfilar una vida tan distinta. Dos personas en una misma barca y remando en sentido opuesto.
Unos rayando, si no inmersos de pleno en el pecado personal, estructural y social, siendo víctimas de su propio egoísmo, como es el caso de la de Alba y como siempre, la Iglesia, lanzando aduladores panegíricos acerca de la finada, como suele hacer con otros personajes y personajillos. Y la duquesa dio a la iglesia negándoselo a jornaleros sin tierra que trabajar… Vergonzosas las palabras en una misa de Mons. Carlos Amigo, deshaciéndose en alabanzas humanas y cristianas…realmente vergonzoso y eso que Mons. es de lo más sano y liberal de la Iglesia. Pero al final, la cabra tira al monte y “por sus obras los conoceréis”
Cuando un personaje ha tenido “sus pobres” pero ha ignorado el sufrimiento de los jornaleros que le pedían un trozo de tierra para trabajarla, la caridad ejercida hacia esos “pobres de nómina” y a esa “Iglesia que también se dice pobre” se convierte en una ofensa al que quiere ganarse el pan con su trabajo, y pasa hambre, porque no tiene un cacho de tierra para trabajarla y regarla con su sudor.
Otros, entregando su vida por los más desfavorecidos, como apuntaba en mis artículos anteriores cuando hablaba de Vicente Ferrer y Teresa de Calcuta, Padre Ángel, los dos misioneros y la religiosa muertos por el ébola, entre otros. Y es que el mundo es así de puñetero. Dios lo creó en seis días y como colofón creó al hombre, libre para decidir su destino. Una cosa hizo Dios mal: descansar el séptimo día, en el que en pleno sueño, el hombre que creó, se volvió contra Él y le metió la vizcaína en los riñones.
Después, unos hacen de su destino, un camino de entrega a los demás y otros de egoísmo y perdición. Pero lo que más me ha maravillado con la muerte, tanto de los citados como de la duquesa, es el tratamiento tan distinto que le han dado los medios de comunicación.
Sin embargo, la familia de Vicente Ferrer, seguirá luchando por conseguir unas monedas más, para montar escuelas y hospitales. La vida de la duquesa ha quedado liquidada, sólo quedará en el recuerdo de sus “fans”.
La de Vicente Ferrer, sigue latiendo en el corazón de la gente auténticamente humana, solidaria, hermana de sus hermanos, que ve en la injusticia hacia el otro, motivo de injusticia hacia sí mismo.
La duquesa, tenía según los medios de comunicación, mucho, muchísimo trabajo y yo pienso que sí, que efectivamente lo tenía, y su trabajo consistía en repasar diariamente cuánto le habían producido tantos bienes… duro, puñetero y esclavizante trabajo. Trabajo que no han tenido durante años, los jornaleros andaluces que ya últimamente, desesperados, invadían como protesta, las tierras de la duquesa para trabajarla. Una cosa es lo legal y otra lo moral.
Cuando he visto el lamento de tanta gente en TV ante su muerte, he llegado a pensar que muchos, entre ellos yo, por no sentirlo tanto, debemos ser de otro planeta y me ha recordado tristemente qué escala de valores, tiene otra gente.
Poco ha cambiado esta España tancredista “devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlon”… y yo trampeando al poeta digo finalizando: … y de `alma quieta´.
Apreciado Juan:
Mira que te gusta meterte en charcos.. Si en el buscador de Google pones «Padre Angel, Duquesa de Alba» podras oir unas declaraciones de ese sacerdote al programa «Salvame» de Tele 5 el cual desde luego no veo, pero si había oido que el citado Padre Angel, había acudido al velatorio de la Duquesa.
En la entrevista que le hacen, manifiesta entre otras cosas en forma textual «Que quiso mucho y se hizo querer» «Que fue una mujer muy solidaria con la Iglesia y con muchas ONG» y que fue en su vida una mujer féliz», te recomiendo veas el video de la noticia.
Y es que cada uno de nosotros, como bien dices, tenemos nuestra escala de valores, que naturalmente no tiene por que coincidir necesariamente con la tuya.
La mía, empieza por una palabra llamada Libertad y como creo en la Libertad, no tengo por que por muy buena persona que me consideré, eso me de derecho, a criticar a diestro y siniestro que es lo que haces en este escrito y en muchos más. Por cierto yo no me considero buena persona, sino un hombre lleno de defectos, que me gustaría se me perdonasen.
No somos quien para juzgar a nadie, al menos eso pienso yo.
Para acabar, pese a mi comentario, tu no te desanimes, como decía Teresa de Calcuta «A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar,, pero el mar seria menos si le faltara una gota».
Necesitamos a personas como tú
Cuando murió esta tipeja, de la cual dicen que tenía el récord Guinees, en cuanto a títulos y toda esa mierda, me preguntaron mis niños : ?Quién es esa tía tan fea?……..Sólo se me ocurrió decirles : Esta es la enfermiza representación de una sociedad enferma…….
Lo bueno de mis chicos es que me entienden perfectamente…….