El personal está impactado por la serenidad y acierto, que ya quisiera para mí, con que Pablo Iglesias y compañía expanden un discurso esperanzador, incluso entre descreídos. Intentando  ser útil a tal entusiasmo, paso a comentar el libro que da título a este escrito. Es obra de Juan Carlos Monedero, gran colaborador de El Coletas, publicado por Seix Barral en 2.013 y con diez reimpresiones hasta el pasado julio.

            Aborda este profesor en varias universidades de Europa y América, creo que con acierto, el reto de conciliar los conceptos de decente-decencia con política  y, a ser posible para mucha gente. Más allá de la fácil rima, hay sobrados méritos en la introducción y  nueve capítulos, contenidos en sus 246 páginas, y en la estructura de cada uno de ellos. Con gran habilidad pedagógica, aliñada con  un toque de ironía, y con una documentación clara y medida, va planteando las cuestiones de manera cercana. Trata de aliviar reticencias y hartazgos ante tanto engaño desde las causas.

            “Si queremos que las ideas se hagan ciudad, necesitamos reinventar las palabras de la política,…” Así empieza la presentación para reflexionar en el mismo párrafo sobre..”democracia” y pensar “yo soy pueblo, yo soy quien manda” que interiorizar:”Vota y dentro de cuatro años hablamos”. Enseguida sugiere: “ya no es posible universalizar el sistema capitalista y que al tiempo funcione como Estado social y democrático de derecho.” En pocas palabras demuestra que ha sido la economía de mercado la que triunfando, también en China y países similares, para desnaturalizar a la política o entendimiento de las personas en la poli= ciudad. Todo ello lo resume en la frase: Regresó la economía y se exilió la política, reducida a meras cuestiones técnicas.

            Frente a esa situación, recordando una cita de Orwel, airea el concepto de : La gente decente  que está harta pero no quiere ventajas sobre sus vecinos, la que no quiere  vivir en la derrota ni triunfar por encima de nadie”. Señala de esa manera sencilla algo fundamental sobre el malestar de nuestro tiempo: la crisis que sufrimos lo es principalmente de (in)dignidad personal y colectiva.

            A la hora de explicar de cómo hemos llegado a este mundo neo liberal, espiga algunas citas  sociales que vienen al caso. En la película Hoy empieza todo(1.999) muestra la desgana de algunas familias para levantarse, a las que  la Maestra recuerda: “Antes la gente también era pobre pero los niños venían a clase con la ropa planchada y las rodillas limpias. Vázquez Montalbán en Panfleto desde el planeta de los simios” le sirve para señalar la mínima perplejidad y reacción consiguiente cuando escribe:..”Se puede ver parte de la verdad y no reconocerla. Pero es imposible ver el mal y no reconocerlo…”.

            Sigue ilustrando el asunto en el primer capítulo con la pérdida  de los marcadores de certeza

El primero lo refiere a la desaparición de la concepción del mundo que ha permitido entrar en un  ambiente sin reglas fijas o fáciles de burlar. El segundo marcador de certezas desaparecido tiene mucho que ver con el mundo del trabajo: el desprecio al saber y dignidad profesionales,  rompiendo la estabilidad en el empleo, para acabar cayendo en el precariado sin identidad. De esta manera, además de favorecer la explotación de trabajadores y trabajadoras, se consigue la desvertebración social pues, sin estabilidad laboral no hay estabilidad ciudadana.

            Trata el problema de la política y los medios de comunicación y sus peligros, concluyendo con una sabia pregunta ¿Acaso no saben los televidentes que siendo espectadores de la indignidad también les están robando la dignidad? Otro aspecto que aborda es el eurocentrismo y la falta de una visión universal y ecológica, totalmente contradictoria con la depredación capitalista de la que de manera más o menos consciente somos cómplices.

            Podíamos seguir glosando propuestas tan o más interesantes que la citadas, pero nuestra misión de hoy no es otra que invitar a la lectura. Para acabar, me conformo con señalar: los avances que propone para realizar las utopías enunciadas en el 15M,  la reconsideración de la decencia para cumplir tareas ciudadanas ante el peligro de las castas, partir de los propios sentimientos y el concepto acertado del bienestar personal y colectivo, para acabar con algo de poesía y del valor entrañable de las pequeñas cosas . Con  esos ingredientes y otros que olvido, Monedero nos invita, también aquí en Linares,  a ser ciudadan@s más decentes y probablemente más felices.