LA SANTA SEDE SOMETE A LA UNIÓN LUMEN DEI Y LA MAYORÍA DE SUS MIEMBROS SE DAN DE BAJA

Hace siete años que comenzaron los problemas en el seno de la Unión Lumen Dei. Como es sabido, ante ciertos abusos que se venían sucediendo en la organización, Roma decidió destituir a sus autoridades y poner al frente un Comisario Pontificio. Seis años después la historia llega a su fin y Roma ofrece una solución firme y rotunda.

Los seminaristas ya han abandonado el seminario después de vaciar los bienes y equipamientos

Trujillo, 7 de julio de 2014.- Ya entonces, los dirigentes depuestos interpusieron un recurso ante la Signatura Apostólica que Roma rechazó e hicieron un llamamiento a los miembros a la desobediencia ante lo que calificaron de calumnias y falsedades, con una actitud similar a la que se está viviendo actualmente.
La reacción del Papa no se hizo esperar y con las mismas, Roma advirtió a los miembros de Lumen Dei que el no sometimiento a la autoridad significaría la baja inmediata de la institución.
El cisma generado en Lumen Dei se saldó con la destitución del Presidente General y de los Consultores del Consejo General y la baja de muchos de sus miembros.
Siete años después, Roma ha decido dar una solución definitiva a la situación de provisionalidad de Lumen Dei, a la que, por cierto, desde hace tiempo se había prohibido admitir nuevas vocaciones y nuevas ordenaciones ministeriales.
Ahora, la historia del cisma vuelve a repetirse, aunque en otros términos, ya definitivos.
Con fecha 8 de abril de este año, el Dicasterio remitió una carta a los miembros de Lumen Dei conteniendo unas “líneas directivas” que ofrece como “signo de benevolencia” para normalizar la continuidad de la institución.
En dichas directrices, la autoridad vaticana deja bien clara su voluntad de convergencia y de conocer la situación “que emerge de contingencias particulares”, al tiempo que anuncia que será este órgano quien nombre al Consejo General, los Presidentes Generales agregados, así como al rector del seminario, por considerarlos temas urgentes.
De otro lado, también abunda en la necesidad de revisar las Constituciones con el fin de adaptar a Lumen Dei “a la legislación canónica vigente y a las praxis actual del Dicasterio”, y también propone trasladar el seminario a otra sede que permita ofrecer una “apropiada formación teológica en centros legítimamente erigidos”.
En otro apartado, el documento se refiere a la normalización financiera, “claridad jurídica de la gestión de los fondos” y su control por parte de la autoridad eclesiástica, dejando bien claro la imposibilidad de “administrar fondos de formas alternativas”. Y finalmente, el Dicasterio, junto con el futuro Consejo General que será nombrado en breve, se reserva la elección de una nueva sede para Lumen Dei, en una Diócesis cuyo obispo “esté dispuesto a acoger esta realidad eclesial”, dice textualmente.

REACCIONES
Las reacciones a las directrices dictadas por el Dicasterio no se han hecho esperar. Inmediatamente el ‘núcleo duro’ de los disidentes, liderado por el sacerdote Francisco Javier Mahía Colao (antiguo Presidente general y ex rector del seminario de Trujillo), la superiora María Teresa de Simone Bustos (ex superiora del sector femenino) y Randolfo Brunello (ex superior del sector matrimonial) del sector matrimonial, junto con otros miembros satélites, se han afanado en convencer a buena parte de los miembros para firmar la baja en la asociación.
Aproximadamente, cerca de un 90 por ciento han firmado dicha baja, con lo que han quedado fuera de la institución, a pesar de que siguen utilizando y viviendo en sus instalaciones, utilizando equipamientos y vehículos propiedad de Lumen Dei. Incluso, aseguran que se han apresurado a desmantelar las instalaciones apropiándose de equipamiento y mobiliario que pertenecen a la asociación.
El día 13 de mayo, vienen el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, cardenal Joäo Braz de Aviz, y al arzobispo secretario, José Rodríguez Carballo, para mantener una reunión con los representantes de Lumen Dei y dialogar y negociar las directrices dictadas por el Dicasterio.
A dicha reunión deciden no acudir los superiores y dirigentes de las distintas secciones de Lumen Dei. Sólo acudieron algunos ex miembros del sector matrimonial que, al parecer, irrumpieron de manera improcedente en dicha reunión y fueron rechazados como represenatntes porel Cardenal. Y sólo unr educido grupo de imebros acudieron dispuestos a escuchar y obedecer a la Santa Sede. Ello les ha valido ser calificados de “progresistas, hipócritas y traidores” por el grupo de detractores.

ROMA LOCUTA
Una vez celebrada la reunión, el pasado 20 de mayo, el Dicasterio volvió a remitir una carta a los miembros de Lumen Dei anunciándoles las decisiones adoptadas en la reunión con los escasos representantes que a ella acudieron.
En la carta, les advierten de que se abre un plazo de 30 días para que todos sus miembros envíen una carta de conformidad o no con las directrices aprobadas “viva voce” por el Papa.
Agotado ese plazo, sólo falta que se pronuncie el Dicasterio y emita su sentencia al respecto de la situación final, tras las bajas masivas registradas el pasado mes de mayo.
Así las cosas, lo único cierto es que las personas que han firmado su baja en Lumen Dei por no estar de acuerdo con las directrices del Santo Padre, (un 90 por ciento aproximadamente) actualmente están actuando desorganizadamente y sin ninguna aprobación ni control eclesiástico.
Según se ha podido saber, están realizando improovisados movimientos financieros, suscritos a favor de ONGs propias, que en España es “Fundación Prodein” y en América “ABC Prodein”, a través de las cuales podrían estar ‘vaciando’ el dinero de las cuentas de Lumen Dei y cambiando la titularidad de sus bienes y propiedades de manera, a todas luces, ilegal tanto en España como en América latina.
Resulta paradójico que todos estos exmiembros que conforman el grupo disidente, y que han causado baja en Lumen Dei, continúen vistiendo con hábitos y sigan viviendo en comunidad en edificios propiedad de la organización a la que ya no pertenecen y gastándose el dinero de sus fondos.

OSCURAS MANIOBRAS DE DESALOJO
Asimismo, los líderes de este grupo disidente, (Padre Mahía, Hermana Simone y Randolfo Brunello), han sido acusados de seguir manipulando y de restringir la información proveniente de Roma, así como de utilizar “excusas y argumentos que no son sino una tapadera para ocultar otros asuntos más turbios y graves, relacionados con una presunta malversación de fondos, posibles fraudes y extorsiones, coacción y amenazas a sus miembros y desobediencia directa a la jerarquía eclesiástica”, comentan textualmente.
Por el momento, quedan una docena de miembros de Lumen Dei, entre padres, hermanos y colaboradores, que viven en la residencia de “San José” de Madrid y que han sido amedrentados y amenazados por los disidentes.
Este grupo de ‘obedientes a las directrices del Vaticano’ han manifestado su disposición a “dejarse orientar por Roma, para que la Iglesia ubique y ordene canónicamente a esta obra que ha realizado mucho bien, especialmente con los pobres y más necesitados, y para que consiga su normalización eclesiástica y pueda asumir el papel que le corresponde en el contexto social actual”, han declarado las mismas fuentes.