Comienza el próximo lunes la X Edición del Ateneo Vecinal, muestra cultural de las asociaciones vecinales pertenecientes a la Federación Himilce. Pero es verdad, a lo mejor lo que procede es que empiece explicando, para quien no lo sepa, qué es la Federación Himilce de Linares, a qué se dedica, qué pretende, quienes son las personas que la mantienen viva, por qué es necesaria su existencia y qué consigue sobre todo en este panorama actual tan difícil de nuestra ciudad.

La Federación Himilce es una organización Vecinal y Ciudadana que pretende estar al lado de los vecinos y vecinas siendo ellos mismos, un grupo de hombres y mujeres que de un modo altruista y solidario recoge las reivindicaciones y necesidades de cada persona de esta ciudad y la canaliza a las instancias oportunas para su solución. En Linares hay 16 Asociaciones Vecinales, cada una funciona autónomamente, pero si yo en su momento y cada vez que tengo ocasión, manifiesto que los barrios son muy diferentes, que sus reivindicaciones son las propias, que no se conocen entre ellos, que funcionan como pequeños reinos de taifas en una ciudad tan grande y heterogénea, es porque pienso que deben tener cohesión y complementarse con lo que les une y les diferencia. ¿Qué tiene qué ver Santana con Arrayanes? ¿Qué tiene que ver La Esperanza con la Paz? La generalidad de Linares no lo sabe, ni quizá lo conozca, pero en el fondo sí tienen que ver, porque su unión dentro de la Federación unifica y da fortaleza al movimiento ciudadano que al final somos todos. Y todas. Se ha conseguido mucho con esta organización arropando a todos los barrios, nuestros barrios tienen dignidad, cuidado, salubridad, nada que ver con la situación de hace un siglo y eso se ha conseguido con el esfuerzo y la disponibilidad de todos y con la atención municipal, porque sabe que esa población es fuerte y que, repito, está para la maduras, pero también para las duras de una manera libre y servicial. No servil.

Pues bien, siempre he pensado aquello de la montaña y de Mahoma… y esto sirve también para el aspecto cultural. En Linares hay muchas actividades culturales pero de grupos y bastante centralizadas. Y la cultura debe ir a los barrios, y si no va hay que llevarla. Debe de acercarse la cultura a los barrios, y si ésta está centralizada, alguien tiene que procurar que llegue hasta el final de todas las extremidades. Por eso se organiza el Ateneo Cultural Vecinal, por eso cada barrio elige sus conferencias y sus actividades, por eso sirve de comunicación entre unos y otros, por eso la gente siente que la cultura propia también es compartida por ellos. A lo mejor y casi con seguridad, los barrios participan poco en eventos generales “del centro” y esta es la manera de promover la participación. Mujeres y hombres van sintiendo que pueden tener cerca de sus casas un encuentro también entre ellos mismos. Por este motivo, el año pasado se le concedió a la Federación Himilce, por el Ateneo, el Premio Anual de Cultura. Allí estábamos todos, tan orgullosos, pensando que cada persona comprometida era una tesela que conformaba el mosaico vecinal, al igual que la réplica del Mosaico de los Amores de Cástulo que es la que dio forma al premio.

La información ya está ofrecida, ahora se llama a la participación. Sí, no os creáis que la gente de los barrios participa masivamente ni reconoce el trabajo que se hace por ellos desde las asociaciones vecinales, no. Más bien pasa bastante, casi como si considerara que todo lo que tienen se les diera “de gratis” y ya sabemos que lo gratuito, lo que creen que no cuesta, no se mueve. Lo que no saben los vecinos y vecinas que no participan ni para disfrutar, es que sale de ellos y que el servicio público, tanto del Ayuntamiento como de las organizaciones vecinales, sale de ellos. Lo demás corresponde a personas solidarias, sin ánimo de lucro, que tienen un componente de servicio comprometido por amor a su ciudad y sus conciudadanos. Y conciudadanas.
Muchas personas verán enriquecido su panorama diario por estas celebraciones culturales. Conozcamos nuestros barrios, que sé que no los conocemos.