Desde el pasado 11 de febrero, un ciudadano linarense, Antonio de Arco, protesta todas las mañanas a las puertas del Ayuntamiento de Linares por la situación injusta que considera se está produciendo con trabajadores linarenses que no han desarrollado su experiencia profesional dentro de la antigua Santana Motor y su parque de proveedores.

Del Arco se manifiesta desesperado, sin trabajo a sus 60 años, con 42 cotizados e inmerso en la inercia de la profunda crisis de empleo por la que pasa nuestra ciudad. El promotor de estas movilizaciones, a las que ayer y hoy se unieron más linarenses, quiere aclarar que no se trata de un crítica a la labor de la administración por amortiguar el impacto de la caída de Santana, sino de una llamada de atención para conseguir esa misma implicación de las instituciones públicas con el resto de parados que trabajaban en otras empresas linarenses que han ido cerrando sus puertas.

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Antonio del Arco protestando a las puertas del Ayuntamiento