Dentro de aproximadamente un mes, estaremos en tiempos de Carnaval, esto es, nos acercaremos a la Cuaresma, tiempo de recogimiento y penitencia a la espera de la llegada de la Semana Santa.

Este año el Miércoles de Ceniza será el próximo 4 de marzo, y hundiendo sus raíces en los tiempos medievales, cuando el hombre se veía obligado a partir de dicha fecha a realizar una vida ordenada y sobria, siguiendo los rectos principios católicos del Medievo, surgió la idea de una semana antes darse a la fiesta, la orgía y la lujuria.

Los Carnavales, que se celebran una semana antes, del mencionado miércoles, son por tanto unas fiestas o celebraciones ligadas al calendario de la iglesia católica, en la cual las gentes se entregan al bullicio, a la jarana, en una palabra al divertimento, ante las penas cuaresmales que se avecinan.

Hoy en día la Iglesia, tan rigurosa siglos atrás, ha reculado,  la cultura de las gentes mucho mayor, unida a la abundancia de medios informativos, ha hecho que el estamento eclesial haya  adoptado el viejo lema “vive y deja vivir”, habiendo desaparecido aquellas prohibiciones de comer carne los viernes de cuaresma, o de ayuno en días señalados. Los mayores se acordaran de la “Bula de la Santa Cruzada”.

Todos conocemos o hemos visto por televisión, las celebraciones de Carnaval de distintos puntos del mundo. Si echamos  un vistazo por doquier, observamos que aun siendo unas fiestas profanas, en las cuales su objetivo principal es subvertir el orden establecido, se desarrollan principalmente en países o ciudades de honda tradición católica.  Así vemos que los carnavales más famosos del mundo son los de Brasil, concretamente Rio de Janeiro o Recife, cualquier punto de Iberoamérica y como no  los de Venecia en Italia, los de Colonia en Alemania. Y en España, los de Santa Cruz de Tenerife y los de Cádiz son los de mayor fama y prestigio.

No obstante geográficamente en España, podemos disfrutar de magníficos Carnavales en poblaciones más pequeñas, entre otras muchas, Ciudad Rodrigo, Avilés o Águilas y en nuestra provincia son celebres los Carnavales de La Carolina.

Los Carnavales, tienen una ventaja sobre otro tipo de festividades, o divertimentos y es que por regla general están hachos por el pueblo, para el pueblo y con el pueblo, las autoridades locales, únicamente tienen que colaborar y como es lógico fomentar, pero el pueblo es el protagonista indiscutible.

Lamentablemente, en Linares, tan fiesteros en algunas circunstancias, los carnavales pasan por alto y salvo un par de grupos de amigos que configuran dos chirigotas, estas celebraciones son ignoradas por la inmensa mayoría de linarenses.

En Linares, hay asociaciones de vecinos, de mujeres,  peñas flamencas y deportivas, otro tipo de estamentos, es decir existe una sociedad civil activa con un evidente arraigo. Creo yo que si existiese un empujoncito por parte de las autoridades locales, bien se podrían realizar, una rua carnavalesca, en la que participasen grandes y chicos, unos bailes familiares de disfraces en un entoldado que bien podría ser un polideportivo y otro tipo de actividades..

Ya sé que para este año se va tarde, pero por qué no para el año próximo. La concejalía de fiestas del Ayuntamiento debería estudiarlo  y anime a los linarenses a implicarse en el asunto. Si lo hacen en otros municipios, ¿Por qué no aquí? Necesitamos reírnos de nosotros mismos, bastante tiempo de cuaresma llevamos y el que aun nos espera.