Convengo con quien quiera o desee que en Linares tenemos nuestra Universidad, nuestra Escuela Politécnica Superior, EPSL, pero me vais a permitir que la llame como solemos hacer los linarenses teniéndola como orgullo y como referencia para todo: Nuestra Escuela de Peritos.
Todos y todas hemos nacido y vivido cobijados, o alrededor de nuestra Escuela de Peritos que aunque pertenece a la Universidad de Jaén desde 1.993, hace ya veinte años, ella ya estaba primero o antes, según hablemos en plan reivindicativo o dialogante.
Bonicos somos. Ella estaba desde que en 1.892 se creó la Escuela de Minas, desde que en 1.910 la siguió la Escuela Industrial. Ambas se fusionaron en el 1976 ocupando como siempre los dos emblemáticos edificios construidos en 1.949. Son fechas accesibles para quien quiera conocer un poco de su historia para cargarnos de razón y de cariño en los momentos difíciles, cuando creímos que nos la quitaban los foráneos. Ahora estamos esperando el Campus Científico y Tecnológico, que llegará, porque Linares no va a consentir que nadie nos amenace con nuestra Escuela.
He dicho todo esto porque quiero desde aquí mostrar mi apoyo, solidaridad y admiración por el esfuerzo y el buen hacer que la dirección y todo el profesorado está haciendo por mantener la dignidad y la permanencia de nuestra Escuela. He asistido a toda esa lucha, no entablada porque peligraran puestos de trabajo o porque Linares se quedara sin su Universidad, sino porque realmente se cree en ella, se sabe la calidad de su formación técnica y cultural, se trabaja, se investiga, se motiva y se progresa. Hay calidez cuando se entra por sus puertas, es una comunidad abierta. Me consta.
El otro día asistí a la inauguración de su Semana de la Ciencia que todavía os da tiempo a ver para poder hablar. Todos estos actos tienen como base la ciencia, la investigación y los descubrimientos en forma de exposiciones, talleres, conferencias muy interesantes y cine que desde luego dará para la reflexión, para terminar con la jornada de puertas abiertas. Un gran programa y un gran esfuerzo.
Cuando asistí, aparte de encontrarme como “en casa”, me encantó ver el funcionamiento de sus clases con todos los alumnos y alumnas manipulando e intentando entender y aprender todos los planteamientos científicos con sus propios instrumentales, que para una persona “de letras” como yo, siempre es “alucinante”. Me sentí muy tranquila de que pudieran existir otras personas que lo pudieran hacer, ya que yo no entiendo, y de que estemos en buenas manos. La educación, la formación, la especialización y la cultura, es lo que nos hace avanzar y lo que tranquiliza este tiempo en el que se puede ir perdiendo. No debería de extrañarme pero me sorprendió muy gratamente la cantidad de alumnas, de mujeres, igualadas en las batas blancas y en la inteligencia, que estaban matriculadas en las diferentes disciplinas. Eso es lo justo, eso enorgullece, eso lo pone a todo en su sitio.
Yo recuerdo mis tiempos de estudiante cuando las niñas, sólo niñas, que estudiábamos Magisterio, nos juntábamos en el Paseo y en los guateques con los niños, sólo niños, de la Escuela de Peritos. Era a finales de los años 60 y formábamos una juventud con toda la vida por delante; no éramos muchos pero desde ahí hicimos más, todos los que vinieron después y hasta ahora. Aquel horizonte tal vez ignoraba el dónde pero sí tenía seguro el cuándo, era cuestión de luchar. Ahora, con un horizonte más amplio se intenta que los estudiantes no vean claro el cuándo, pero yo digo que aunque las luchas nunca parezcan iguales, son luchas. Y estamos en una democracia, en época de libertad, de dar frutos. Algo más se tiene y ahí debe estar la diferencia. Y en ello estaremos todos, no te quepa duda querida EPSL.
Gracias Mercedes. No me molesta reconocer que has conseguido que se me salten las lágrimas esta mañana.
Precioso y emotivo artículo Sra. Rueda.
A ver cuando los linarenses retomamos nuestra actitud reivindicativa, que estamos adormecidos.
Suscribo los dos comentarios anteriores. pero con su permiso Sra. Rueda, le expondré algunas cuestiones sobre su escrito.:
Efectivamente siempre será la Escuela de Peritos, para los linarenses.
Que estas Escuelas, de Peritos y de Minas, tienen ya más de 100 años, es histórico, la Universidad en la provincia debiera llamarse de Linares, y tener sedes en Jaén, Úbeda y donde fuese necesario.
Viene esto a cuento de la última comparecencia del vice rector de infraestructuras de la Universidad de Jaén que nos pone un futuro muy negro sobre el Campus Científico y Tecnológico de Linares por falta de Presupuesto y retrasos evidentes en el pago por parte de la Junta de Andalucía. Por lo tanto si en los órganos rectores de la Universidad existen serias dudas sobre la finalización del proyecto a corto plazo, es del todo lógico que tanto Ud., como yo también las tengamos.
Esta fuera de toda duda, la calidad de los trabajos de investigación y formación que realiza el claustro de profesores de dichas Escuelas, así como el interés de la mayor parte del alumnado en incrementar sus conocimientos y aportaciones a las técnicas necesarias ante el reto de vida que se nos plantea.
Finaliza Ud., hablando de su juventud, que también fue la mía. Habla Ud., de los Guateques, que acepción tan bella, para definir una reunión de amigos, actualmente se llama botellón o fiestorra, palabras horrorosas, que se definen por si solas.
Continua Ud., hablando de los horizontes ignorados por los que había que luchar. Se acuerda Ud., de
aquel estribillo de la canción :
Ni grises ni civiles, no nos moverán, Ni grises ni civiles no nos moverán, Igual que el árbol junto a la rivera, no nos moverán. – Unidos en la lucha, no nos moverán……………..
Pues bien uno de las principales causas, de la crisis moral de nuestra juventud, no es otra, que la falta de esos horizontes ignorados por los que vale la pena luchar y es que nuestra generación adulta ha protegido a sus jóvenes hasta la saciedad, dándoles todo colmándolos de bienes, y no abriéndoles los ojos a la vida salvo honrosas excepciones. Lo cual da para reflexionar un rato.
Y una última reflexión sobre un hecho histórico que Ud., menciona, En el año 1949, se inauguraron los dos edificios que hoy 64 años más tarde siguen cumpliendo su función, me imagino que con evidentes reformas, pero ahí están. Y me pregunto cuando había más crisis entre 1945 y 1950 en que se pudieron hacer estos edificios o desde 2008 a 2013, en que a tracas y barrancas no se pueden terminar las obras del famoso Campus. Desde luego falta voluntad y categoría a nuestros políticos empezando por los que mandan en nuestra ciudad y en Andalucía..
Aunque no soy de Linares sí he estudiado en “Nuestra Escuela de Peritos” y me parece muy oportuno y de agradecer que le hayas dedicado este artículo.
No he ejercido mi carrera como Ingeniero Técnico Químico, pero gracias a la calidad de su formación técnica y cultural, como bien dices, he podido desarrollar mi actividad profesional y superar todos los retos a los que me he enfrentado hasta el momento.
En cuanto a los tiempos de estudiante, decir que en “Nuestra Escuela de Peritos” conocí a mi mujer, que también se graduó en ella; con la que estoy felizmente casado y muy enamorado. Por lo tanto los cimientos de mi vida se forjaron en ella y siempre llevaré en el corazón “Nuestra Escuela de Peritos”