El próximo día 27 de junio, si el indulto no lo remedia, va a entrar en prisión Mª Carmen García, de Benejúzar, Alicante. Dicho así seguramente no nos suena mucho y en estos tiempos cuando algo no suena es que suele ser un caso más de la pobre gente que comete un error en su vida y le cae encima esa justicia “igual para todos”. Pero si os digo que esta mujer es la madre de Verónica, la niña de 13 años que fue violada por un vecino del pueblo de 57 años, en 1.998, ya sí sabemos de lo que hablamos. Este violador fue condenado a 9 años de cárcel, nada más, sin orden de destierro o de alejamiento de por vida, que para que os hagáis idea este pueblo tiene 5.000 habitantes, es fácil encontrarse. Cuando en 2005 a este sujeto le dieron un permiso, estaba tan “arrepentido” de lo que hizo y la gente le iba “a mirar” tan mal, como correspondería, que no se le ocurrió más que volver al “lugar del crimen”. Como la casualidad no existe, se encuentra con la madre, le dice buenos días y se va al bar tan pancho. “¡Hombre, Antonio…! ¿Te han dado permiso? ¿Qué, a ver a los amigos? ¿Hace una cervecita? ¿Qué tal te tratan? ¡Pues no estás ni tan mal…!

Yo me puedo imaginar lo que esa familia, esa niña y esa mujer han pasado, saber que han violado, obligado, abusado, manoseado, baboseado a una niña de 13 años, mi hija, y de pronto encontrarme con quien lo hizo… La cabeza de una madre en ese momento no debe de funcionar muy bien, (¡no funciona la mía…!) y “se le ocurrió” ir a buscar gasolina, entrar en el bar, echársela por encima y prenderle fuego. El hombre murió pocos días después y ella fue buscada, detenida y condenada. En este punto recuerdo hace muchos años una película de un caso real en la que, en un juicio, una madre mató al violador y asesino de su hija, allí mismo. Cuando la detuvieron, su rostro estaba un poco “ido” pero en paz. Me impresionó porque lo vi un acto de justicia, con todas las recomendaciones que me hagáis, pero así lo vi. En principio sólo pensé que ninguna cárcel ni condena sería peor que la que estaba pasando y ya para siempre.

En este caso y ante la inminencia de la cárcel, que ya pasó más de un año y salió por problemas psicológicos, se ha pedido el indulto para esta mujer y se le ha rechazado sin ninguna explicación. Y es que ahora pedimos explicaciones a la vista de la arbitrariedad de algunos indultos pasados y conocidos. No nos fiamos ya ni un pelo de nada y por eso todos los estamentos alicantinos, instituciones y organizaciones feministas, a los que me sumo, han vuelto a pedirlo. Y en esas estamos.

El indulto es una medida de gracia de la que no hay que abusar porque no se le puede enmendar la plana a los juicios, aunque sí a los jueces, que no es lo mismo. Quizá por eso y porque los gobiernos “pagan” sus cuentas, se mantienen. Pero no acaba aquí la cosa porque buscando y buscando, me entero de que la ley de indultos es de 1.870 y que “sólo” en nuestra democracia se han concedido 17.026, a saber: Suárez:410; Calvo Sotelo:878 (en un año); Felipe González: 5.944; Aznar:5.948; Zapatero: 3.378 y Rajoy, en lo que lleva:468. Total 486 indultos por año, si no me he equivocado en la cuenta, o sea más de uno por día. En fin, hoy me ha dado por hacer números aunque lo peor es ponerle letra, ya veréis.

No os puedo ocultar que mi interior se iba “calentando” a medida que seguía profundizando en esto, porque la mayoría de estos indultos se los han dado a corruptos, estafadores de guante blanco, torturadores, mandos del Yak 42, cargos de la Generalitat, alcaldes, concejales, caso Filesa, Gal y conductores kamikaces como el último que era llevado por el bufete del hijo del ministro Gallardón. Todos con nombres y apellidos. Y viendo esto pues que queréis que os diga, que indulten a esta pobre mujer, que no es para menos y a la que encima entiendo y compadezco.

Lamentablemente, quien queda de toda esta historia es Verónica, la niña violada, la niña de quien se dudó, la niña a la que el pueblo medio culpó. Lo mismo de siempre. Y luego decís que no diga pero es que es así, una mujer no miente en esto, pero se la sigue cuestionando porque “debe ser algo apetecible”…. ¡Venga ya!

En cuanto al asqueroso violador “no digo nada”, que crie escajos, que dicho a lo cántabro os reconozco que no suena bien. No, pero me queda algo, me ha costado pero he hecho un ejercicio de imaginación, como mujer, y he sentido dolor, asco, pánico, impotencia… y deseo de justicia. Por eso no juzgo a esa madre, quizá esta vez la diosa se levantó la venda y miró para otro lado.

Por mi hija . Foto: Belljar (Licencia Creative Commons)

Por mi hija . Foto: Belljar (Licencia Creative Commons)