Has vuelto a morderte
los labios.
Has dibujado otra vez,
esa mueca en tu cara
con el eclipse rosado
de la niñez, mientras
tus ojos me inventaban.
Qué gran distancia
separaba tu aliento
con el mío. La suficiente
para poder mirar tu cara
endulzada en ese momento,
en el que tú y yo,
absorbíamos todo el universo
en pocos segundos y tú, seguías mordiendo tus labios
en ese instante de placer.

Has vuelto a morderte los labios

Has vuelto a morderte los labios