Que sí, que el tiempo, la vida, el universo, Dios… como cada cual prefiera, funciona, que no hay nada mejor que sentarse y esperar para que todo quede en su sitio. Tal vez entonces, cuando el boomerang vuelve cargado de justicia, no nos queden ganas más que para sonreír irónicamente, pero os aseguro que esa ironía sabe a gloria porque nos permite ver las patas cortas de todas las hipocresías y mentiras al mismo tiempo que sentimos preservada la memoria ya limpia de rencores y venganzas. Todo aparece nítido sobre la pátina de la historia personal y colectiva. Y entonces yo siempre escenifico un brindis al sol. Y me divierto íntimamente.

Me voy a referir a que en todos sitios cuecen habas, dicen, y que nadie puede mentir mucho tiempo y durante todo el rato porque se acaba descubriendo que todo queda pululando por donde sea y al final te aparece y te golpea. Me refiero al caso Nevenka.
No sé si recordáis, yo sí, allá por el año 2001 que una mujer, Nevenka Fernández, concejala de Ponferrada, sufría acoso sexual de parte del alcalde, un tal Ismael Álvarez. Yo os digo que el acoso sexual es muy malo, que asusta y angustia realmente y que al igual que una enfermedad dispara todos los parámetros físicos, este acoso dispara todos los parámetros mentales. No es vida soportar un baboso prepotente que echa su aliento en tu nuca, que aprovecha cualquier roce para hacerlo intencionado, que se esconde tras un cerrojo o bajo la mesa de un día de trabajo. Los acosadores son pulpos que encima creen que la víctima tiene que estar encantada con el pánico que provoca. Hienas. Y esto también es un clarísimo maltrato.

Pues bien, esta mujer, con un par, acabó denunciando al alcalde y aunque tuvo que sufrir opiniones, humillaciones e incredulidades, que me lo imagino, al final se demostró el acoso y se condenó al alcalde a pagar una multita y una indemnización. Dura condena esa. Pero fue condenado y culpable y eso basta. Sin embargo este individuo debió de salir reforzado con el apoyo de sus compañeros y compañeras de partido porque ahí está de nuevo de concejal en su pueblo, paseando tan ricamente mientras Nevenka tuvo que irse. Así funcionamos todavía ahora cuando se ha aceptado el apoyo del acosador por parte de los ediles del PSOE. Se las prometían felices ellos con sus intrigas… Al final políticos y hombres.
Todo esto, aparte de indignarme, me ha dado pie para pensar que de nuevo, y ojalá proliferen, un tema de mujer ha dado al traste hasta con el partido adalid de la igualdad. Todas las torres caen porque no os engañéis, en la política los temas de mujer no importan, pero tampoco los de los parados, ni desfavorecidos, ni enfermos, ni nada de nada, en la política no importa nada, sólo el poder y la pela, ante eso todos se unen en todo, no hay siglas, por eso me alegro de que Nevenka planee de nuevo.

Ahora se le ha dado un ultimátum al nuevo alcalde del PSOE para que renuncie ya que no debe servir el apoyo del acosador convicto y confeso. Pero no, no ha renunciado, se ha ido del partido y normal porque ya no valen ultimatums, ya se ha metido la pata, ya no tiene arreglo. ¿A quién se quiere engañar? Pues claro que esto ya se tenía bien que visto, ya lo habían pactado, pero no contaban con la presión mediática, con la protesta de las mujeres, que al final han destapado la tremenda hipocresía. Un placer masoquista que me evita definitivamente ya poner la mano en el fuego por nadie.

No voy a disculparme porque mi prioridad sea mi género ni por temor a repetirme, tampoco pondré oídos a quienes puedan decir que arrimo el ascua a mi sardina. Por supuesto, al final soy mujer y “noto” esas cosas. Siempre estaré en contra del machismo sea del partido que sea y esté lo escondido que esté. Ahora le ha tocado al PSOE, el de Madrid, el de Ponferrada o el de Huelva, me da igual, que nos mandan a hacer punto o no nos dejan en paz. Pues contra ellos, así de claro. Y tan tranquila.

El mal está hecho, para mí total. Y no creo que por esto dimita nadie, según va la vida ni dimiten por otras cosas… ¡van a dimitir por un tema de mujer…! Pero deberían hacerlo. Dicen que la crisis es del sistema, sistémica ya la llaman, y que en algún momento todo se sanará, desaparecerán todos los retrógrados, los que metieron la mano y la pata, los que les pilló a contrapié y salen de salvadores… Sí creo que la transición esté agotada, hay que renovar, lo obsoleto a su casa ¡ya! Es necesario.

Y se acabaron las excusas, los arrepentimientos, las vueltas que le quieran dar a las cosas… ¡Que no! Que no me los creo, que tienen mucha cara, que lo que se ha mamado está ahí y el barniz se acaba por ajar. Y en todos los partidos, no se salva ni uno. Dentro de mi indignación, me divierte, me encanta que todo se desenmascare.