La originalidad de la película de David Fincher radica en tratar el tema que le da título en la gran pantalla a partir de un fenómeno real, actual y de masas como es “Facebook”, con 150 millones de usuarios. El ritmo del film es bastante dinámico para tratarse de un tema dónde destacan la ambición, las finanzas y la amistad. Por otro lado, la interpretación de jóvenes actores poco conocidos en el panorama nacional como Andrew Garfield o Jesse Eisenberg, es impecable. Se trata de retratar los orígenes, no siempre éticos, de una de las más importantes redes sociales en Internet. Lo que parece cierto es que la película logra atraer a la juventud, algo que no se esperaba después de haber sido criticada desde distintos ámbitos. La pena es que esta juventud vea como valores positivos el enriquecimiento fácil, a costa de destruir afectos y, sobre todo, ocupando a la mujer en un plano de segundo y orden y como mero instrumento de placer para el hombre. Como anécdota cabe decir que con tan sólo 26 años, Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, es el multimillonario más joven de toda la historia moderna.

Cartel de la película.