El pasado día 14 se presentó en Sevilla el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía, correspondiente a 2012. Este estudio estadístico ha sido realizado por investigadores del Instituto de Estudios Avanzados perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas. Hasta aquí el inicio de una nota o comunicado de prensa, pero la verdad es que me quedé helada cuando comencé a prestar atención a las conclusiones de los investigadores, resulta que esta encuesta se viene realizando de manera ininterrumpida  desde 1997 y mide cosas como lo que pensamos los andaluces sobre la situación política o económica, la valoración de los políticos, la intención de voto o que nos parece la situación de la educación, nuestra percepción de la inmigración … En fin, una radiografía de lo que pensamos de nuestra sociedad.

Bueno pues a lo que iba, los resultados del susodicho barómetro y las conclusiones que extraen los científicos, son como para que nos planteemos todos muchas, pero que muchas cosas. Como siempre, les dejo los enlaces y les animo a que los abran y saquen sus conclusiones.

Cuando tras escuchar la noticia encontré el documento y me puse a mirarlo tres de la conclusiones me preocuparon en especial, bueno en realidad se me han puesto “los pelos de punta”, si me permiten la expresión. Según este estudio más de la mitad de los andaluces no están satisfechos con el funcionamiento de la democracia, además casi nueve de cada diez piensan que los políticos no se preocupan de lo que les pasa ni de solucionar los problemas de la ciudadanía y, por si esto fuera poco, ya hay un 20 por ciento de andaluces que prefieren que no exista autonomía.

Todo lo anterior junto me suscita muchas preguntas y me produce gran desasosiego, por no decir miedo. La primera es si nuestros políticos, que forman parte y proceden de nuestra sociedad, serán capaces de implicarse y bajar a la tierra con el resto de los mortales. Así todos podríamos sentir que realmente les estamos pagando por trabajar intentando solucionar los gravísimos problemas que todos tenemos. Bueno todos no, los del superlujo ya sabemos que no son de este mundo … Y la segunda, aunque no sé sí si por este orden, es que si uno de cada dos andaluces no está satisfecho con como funciona la democracia, que alternativa se nos plantea, cambiar el funcionamiento de la democracia o cambiar el sistema mismo. Y si nos decidimos por cambiar el sistema democrático hacia donde nos dirigimos …

En fin, no es catastrofismo pero si yo fuera de los líderes políticos de este país y de esta comunidad me preocuparía menos de mí mismo y de mi ombligo y comenzaría a hablar con los ciudadanos, abriendo canales directos y recuperando la esperanza que había en España a finales de los setenta y principios de los ochenta.

Los partidos políticos tienen que reaccionar porque en el sistema democrático son fundamentales, en ellos se representan y participan los ciudadanos: Pero en este momento la nota que les ponen los andaluces a los actuales partidos políticos es de un 2,2, vamos un insuficiente muy muy bajo, casi un muy deficiente.

Creo que el sistema democrático es el mejor sistema que podemos tener, aunque estoy de acuerdo en que se puede mejorar, los políticos somos nosotros mismos, si queremos que se redistribuya la riqueza y que existan servicios públicos tenemos que financiarlos con nuestros impuestos y hay que decidir que se financia y cuanto se redistribuye y tengo claro que eso hay que hacerlo porque creo tanto en los servicios públicos como en la redistribución de la riqueza. Así, creo que tal y como está la situación lo que no estoy dispuesta es a que me quiten es la fuerza para seguir creyendo en este sistema por el que tantos se sacrificaron. Espero de los asesores, consejeros, técnicos y amigos que no se queden en la superficie de la encuesta y tomen buena nota y grandes decisiones, todos lo necesitamos.

Palacio de San Telmo - Foto: Antonio Ruiz Garcia (Licencia Creative Commons)

Palacio de San Telmo – Foto: Antonio Ruiz Garcia (Licencia Creative Commons)