La diputada de Igualdad y Bienestar Social, Adoración Quesada, ha realizado esta mañana un balance del trabajo que desarrolla la Diputación Provincial a través de sus Equipos de Tratamiento Familiar (ETFs), desde los que se atiende a familias con menores en situación de riesgo. De esta forma, Quesada ha destacado que desde que estos ETFs se pusieron en marcha hace siete años han atendido a 1.572 menores pertenecientes a 708 familias.
En total, la Administración provincial cuenta en la actualidad con seis Equipos de Tratamiento Familiar que se dedican a “diseñar e implantar intervenciones terapéuticas específicas para familias con menores en situación de riesgo”, según la diputada, quien ha precisado que con “este tratamiento psico-social y educativo se pretende modificar pautas de comportamiento y de funcionamiento familiar, y disminuir o eliminar los factores de riesgo y maltrato para los menores al objeto de evitar la adopción de medidas protectoras por parte de la administración”.
Estos equipos, que se encuentran divididos por zonas y atienden cada uno el ámbito territorial de dos Centros de Servicios Sociales Comunitarios (CSSC) –por lo que hay ETFs para los municipios a los que se prestan servicios desde los CSSC de Alcaudete-Huelma; Jódar-Mancha Real; Torredelcampo-Arjona; La Puerta de Segura-Villacarrillo; La Carolina-Bailén; y Pozo Alcón-Peal de Becerro–, están compuestos por un psicólogo, un trabajador social y un educador. Estos profesionales atienden a familias y menores que, por lo general, y como ha detallado Adoración Quesada, presentan las siguientes características; tienen menores a su cargo que se encuentran en una situación de riesgo social; cuentan con hijos adolescentes en situación de dificultad social; en su seno se han detectado situaciones de violencia que afectan directamente a los menores a su cargo y tienen menores en desamparo con los que se ha adoptado una medida de protección y existen posibilidades de retorno.
La valoración de familias que son susceptibles de intervención siempre corresponde a los Servicios Sociales Comunitarios o al Servicio de Protección de Menores, que son los que derivan los posibles casos a los Equipos de Tratamiento Familiar. Desde la Unidad de Infancia y Familia se valora la propuesta en cuanto a que el caso derivado se ajusta al perfil de familia susceptible de esta atención terapéutica. Este es el procedimiento que se ha seguido, por ejemplo, en las 121 familias y los 257 menores que se han atendido a lo largo del último año a través del programa de riesgo, con el que “se persigue aumentar el bienestar de los menores en su familia, evitando que la administración tenga que adoptar medidas protectoras hacia niños, niñas o adolescentes que suponen la retirada de su familia y por tanto la salida de su entorno natural”, destaca la diputada, o con el programa de reunificación, que busca conseguir que “en el mínimo tiempo posible, menores que han sido separados de su familia puedan regresar cuanto antes al seno familiar”.
El tipo de maltrato más frecuente detectado en el año 2012 ha sido, como ha desglosado Adoración Quesada, “el abandono emocional, seguido del abandono físico, mientras que el maltrato emocional y maltrato físico se han producido con una frecuencia bastante menor”. Respecto a las edades de los menores atendidos, en el caso del programa de riesgo el tramo más frecuente es el de los menores de 7 a 9 años, mientras que la menor tasa de incidencia es para menores de 1 año. En cuanto al programa de reunificación, los tramos de edad con mayor frecuencia son de 4 a 6 años y de 13 a 18 años, un dato este último que “está relacionado con el incremento progresivo de adolescentes con graves problemas de conducta que atentan contra su propia integridad o la de su familia”, apostilla Quesada. Por lo que respecta al perfil de las familias atendidas, destaca que la edad del padre suele estar en torno a los 42 años y a 38 en el de la madre; el 54% no tiene los estudios obligatorios terminados y el 50% cuenta con unos ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional.
Por último, la diputada de Igualdad y Bienestar Social se ha detenido especialmente en los resultados que logran estos Equipos de Tratamiento Familiar. Así, en 2012 “se ha conseguido mantener la unidad familiar en un 92% de las familias atendidas”, una cifra que, a su juicio, “es fruto de un trabajo colectivo y bien hecho”. De ese porcentaje, en el 50% de las familias se han alcanzado todos los objetivos de seguridad, integración y atención garantizada de los menores; en un 33% se han logrado objetivos parciales suficientes y en un 17% se han conseguido algunos cambios, aunque aún se requiere la presencia regular de los Servicios Sociales Comunitarios.
La financiación de estos equipos corresponde a la Diputación y a la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. En total, la Administración andaluza aporta 580.176 euros, mientras que la Corporación provincial ha aumentado su aportación hasta los 382.500 euros