El alcalde de Navas de San Juan, Joaquín Requena, acusa al subdelegado del Gobierno de “incumplir su palabra” tras superarse el plazo comprometido para el inicio de las obras de mejora del abastecimiento en la comarca del Condado.

Requena ve “increíbles” las explicaciones que Juan Lillo ha ofrecido públicamente para justificar la parálisis total del proyecto. Por ello, le pregunta “si el pasado mes de julio, cuando anunció a bombo y platillo el inicio de las obras, sabía o no sabía de la existencia de los problemas que hoy alega”.

“Si no los conocía, habría que preguntarle qué trabajo está realizando al frente de la Subdelegación; y si los conocía, habría que preguntarle por qué le tomó el pelo a los vecinos del Condado anunciando una fecha de inicio de obras que sabía que no se iba a cumplir”, añade.
Requena lamenta igualmente que Lillo “no esté dando la cara” ante los alcaldes de la comarca, con los que “parece haber roto todo hilo de comunicación, al menos con aquellos que no son de su partido político”.

El responsable socialista considera que los vecinos de esta comarca “merecen una explicación seria y rigurosa” por parte del subdelegado del Gobierno y recuerda en ese sentido que Lillo ya rechazó la invitación formulada desde Navas de San Juan para reunirse con los vecinos y aclararles la situación.

El alcalde de Navas indica que, por el contrario, cada comparecencia de Lillo “añade más incertidumbre y más dudas” sobre el futuro del proyecto. De hecho, recuerda que el pasado mes de julio la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aseguró que no le constaba ninguna obra en El Condado y que no había partida prevista para ello. Lillo, que no desmintió aquello, vuelve a decir ahora que la inversión la va a realizar la CHG, lo que “aumenta la ceremonia de la confusión y pone al rojo vivo los indicadores de que el Gobierno del PP vuelve a engañar y a mentir”.

Requena espera que en esta ocasión las palabras de Lillo “sean ciertas” y que efectivamente las obras comiencen este mes de septiembre, aunque considera que el subdelegado “tiene la credibilidad bajo mínimos y resulta verdaderamente complicado confiar en él”.

“Por el bien de mis vecinos y de mi comarca, nada me gustaría más que ver los trabajos en marcha en los próximos días, pero tenemos todo el derecho del mundo a dudar de quien ha estado engañándonos y escondiéndose en los últimos 2 meses”, apunta.