Poco a poco nos fueron convenciendo, sin apenas darnos cuenta. Éramos inexpertos y algo soberbios. Nos dijeron que gracias a ellos disfrutaríamos de un bienestar hasta entonces no conocido y nos lo creímos.
Comenzaron pidiendo un precio más elevado del comprometido en el contrato que nos hicieron firmar, aduciendo un exceso de disfrute inmerecido por nuestra parte y una falta de patriotismo a quienes se negaran, y callamos y pagamos porque aún seguían haciéndonos creer que éramos ricos, menos ricos de lo previsto, pero ricos al fin y al cabo. Al tiempo, entretenidos como nos tenían en el deleite de nuestros “triunfos”, nos apartaron del conocimiento y del placer por el arte, nos hicieron asumir que disfrutaríamos más con un “reality” que con una obra de Calderón; confundieron información con pensamiento y dijimos que sí porque era lo más cómodo para nuestro, cebado de bazofia, cerebro y para nuestros estómagos. También supieron dotarnos con artilugios inútiles que ayudarían, con extravagantes excusas, a comunicarnos mejor los unos con los otros, pero sin tocarnos, estableciendo distancias insondables entre hermanos, amigos y amantes.
Y, al poco llegó el momento de pagar las facturas. Nos exprimieron al máximo con intereses injustificados, una vez contenidos el conocimiento y la posibilidad de unión entre nuestros iguales y accedimos al pago cabizbajos, amparando nuestra desdicha en las victorias internacionales de unos privilegiados a los que enriquecieron para nuestro escarnio y entretenimiento, pues fuimos nosotros mismos quienes les encumbramos, con nuestra falta de criterio, poco tiempo atrás. Así, nos convertimos en esclavos, según ellos por nuestra avaricia y despilfarro, de nuestra comodidad, de nuestra individualidad, de nuestra envidia, de nuestra insolidaridad.
Y, al final, olvidadas nuestras raíces, nuestra humanidad, comenzamos a destruirnos entre nosotros mientras ellos se frotaban las manos y llenaban los bolsillos con nuestro esfuerzo, y buscaban nuevos métodos para seguir haciéndonos sentir culpables, cual religión, por nuestra ineficacia, y se jactaban de haber logrado que nosotros mismos acalláramos las pocas voces disidentes que surgían de nuestras propias esferas.
Fue la guerra quien acabó con ellos, y con nosotros, y con todo lo que habíamos concebido. Los escasos cuarenta años de democracia, desde el 75 al 25, se resumen ahora, en la escuela del siglo XXII, en un escueto párrafo que viene a decir: Los ciudadanos no supieron ni asimilar ni conservar la libertad y el caos la derrotó; en poco tiempo, el absolutismo se apoderó del país, como siempre había sido.
Tras esta lectura me asalta un deseo, que se trate de un relato de ciencia ficción y no de la crónica del inicio de siglo XXI rescatada de un ebook sobre historia de España en una biblioteca del futuro.
Ojalá se cumpla mi deseo. Muy buen análisis.
Ya.., vale.., y todo lo han montado los iluminati en conjunción con la masonería y pagados por los actores que están metidos en la cienciología. Todos han conjurado para engañar a los habitantes del planeta tierra. Que negro está todo. Anda date una vuelta por Alemania o Francia o…,en España tenemos lo que nos merecemos. Vivimos de las subvenciones y así nos va. La gente estudia para ser…funcionario, lo que en otros países es una aberración. El pais con más patentes es…Alemania, esos cabezas cuadradas y España en la cola..pero ¿los españoles no somos los más listos?. España tiene la suerte de que geográficamente ha caido en la Europa que nos está manteniendo y a la que estamos frenando…hasta que se cansen. Eso sí, volveremos a votar al PSOE o a un pavisoso que se presente por el PP (de IU..mejor ni hablar). Aquí en Linares volvera a salir juanito, ese que jactaba de que todo estaba arreglado, mejor que antoñito y sus nubes políticas o sebastianico y su demagogia barata y trasnochada. Pero no os preocupéis. La culpa no es nuestra…es una conspiración. Seguremos mirando por encima del hombro a los guris. Sí, a esos que nos llenas las playas y nos permiten vivir de las subvenciones. ¡Qué tontos son!.
Charly…. di que sí. Al final va a resultar que la culpa es nuestra por vivir por encima de nuestras posibilidades, como dice el impresentable de Mariano y toda su jauría. Pero parece ser que los recortes recaen sólo sobre nosotros, y no sobre los que actúan ese circo llamado Congreso de los Diputados. De verdad… algunos comentarios realizados a este artículo demuestran la escasa lucidez de gente más tonta que un obrero de derechas.
Mi más sincera enhorabuena Ad contrarium. Espero que todo se quede en eso, en un artículo de ficción… por la cuenta que nos trae.
Tu nik lo dice todo: un espantapájaros.
Ya… lástima que no sirva para espantar a ciertos pájaros… como tú
Una de ciencia ficción bastante buena,, que nos muestra el futuro donde llegaremos, si no cambiamos el chip, trabajo y perseverancia, respeto y humildad. No somos ni mejores ni peroes que los centroeuropeos. Tal vez si analizamos la situación con cierta perspectiva, nos damos cuenta que seguimos los criterios del pendulo. De una nación que estaba ten una banda hemois basculado es de cir de priorizar las obligaciones hemoos pasado a priorizar los derechos. y asi no se puede vivir.
Que su ciencia ficción bastante buena no se cumpla
No lo pillo.
Ni yo.
Gracias por su sensibilidad y sus buenos deseos, Sra. «simplemente isa»
Lamento su excasa capacidad para la metáfora y para el entendimiento del lenguaje poético, Sr. «charly», así como su actitud destructiva en la autocrítica.
Gracias por su entendimiento sr. «Vera» y por sus buenos deseos para que este relato no llegue a hacerse realidad.
Sr. Sebas, ¿qué es lo que no pilla?, si puedo aclarárselo estaré encantado.
Tras la lectura del artículo y los comentarios me queda en la boca un sabor agridulce. Parece una metáfora con ciertos ribetes catastrofistas. Pienso que este espacio de Linares28 debe ser más una ventana abierta a la realidad desde una postura constructiva.. Culpabilizarnos no sirve de nada. Otra cosa es la autocrítica, que siempre debe ser para retomar el rumbo si es que nos hemos desviado del proyecto de construir juntos, desde la realidad que existe y que no se puede eludir, una sociedad más igualitaria para todos y más respetuosa con el medio natural. En el fondo, hay una crisis de valores. Urge que cada cual elabore su propio camino para alcanzar la felicidad junto con los demás.. y que la sociedad civil tome conciencia de su responsabilidad en la profundización de la democracia participativa.
Sí señor. Realista y demoledor artículo que refleja las verdades de una realidad en lo social, económico y moral que mucha gente teme saber y afrontar. Sr. Ad Contrarium, un artículo clavado. Tengamos algo de esperanza en nuestra evolución e hibernemos el «Gen egoísta». Felicidades. saludos.
Sr. Ad Contrarium, sólo le voy a señalar tres frases de Bertolt Brecht:
-Cuando el delito se multiplica, nadie quiere verlo.
– Las revoluciones se producen en los callejones sin salida.
– El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla un criminal.
Vd. a mi juicio, refleja todo ésto y más en su artículo. Y como dice Leandro de Córdoba, quienes vemos todas estas cosas debemos abrir ventanas a los demás. Un excelente artículo que quizá muchos no hayan sabido interpretar y es una lástima. Saludos.
Quizá me haya expresado mal. Vd. no refleja personalmente las frases de Bretch.
Lo que yo he querido expresar es que estas frases están incluídas en el contenido del artículo que como digo en la primera intervención comparto plenamente.
Lo digo para dejar las cosas claras. Saludos.
No se preocupe sr. Parrilla, así lo había entendido yo; quienes lo contrario sería por suspicacia o por mala fe.
Gracias por sus halagos. Estoy lejos de Bretch (intelectualmente, se entiende), ya quisiera yo; pero reitero mi agradecimiento.