Este artículo, no es más que un brevísimo y puntual repaso a la historia  de la Santa Madre Iglesia Católica en los últimos años, encarnada en los habitantes de la Casa de San Pedro, en la que  “Extra Eclesiam  Nulla Salus”  (Fuera de la Iglesia, no hay Salvación).

Este dogma de la Iglesia Católica, se promulga en tiempos del Papa Bonifacio VIII (1.302) y dura hasta nuestros días, pasando por el Vaticano II (1.962-1.965) en su Constitución Dogmática “Lumen Gentium” aunque con una expresión modificada y edulcorada semánticamente.

Pero después de este comentario histórico, veamos cómo está la Casa del Pescador.

Después de las filtraciones a la prensa italiana de la trama denominada `Los Cuervos’  sobre  documentos privados del Vaticano, que han sido robados, incluida una nota manuscrita del Papa Benedicto XVI,  están implicados de momento, su secretario personal (un sacerdote alemán) monseñor George Gaenswein (guapísimo y joven por cierto, para las féminas que le conocen) y su mayordomo Paolo Gabriele que está bajo arresto. Últimamente, también se sospecha del nº dos del Vaticano, Tarsizio Bertone, pues aún con Paolo Gabriele bajo arresto, ha seguido la filtración de documentos.

Malos vientos soplan  en la Ciudad de San Pedro. Tanto, que han hecho decir al mismo Tarsizio Bertone, que “el diablo tiene la culpa del caos en la Iglesia”.

El periódico L’Observatore Romano, hace algunos días, soltó una perla refiriéndose al Papa Benedicto, como “El Pastor entre los lobos” según afirma un columnista de “Iglesia Católica” .

Pero los lobos que hoy quieren comerse al Pontífice, fueron introducidos en la Curia Romana por él mismo. Un sector ultraconservador que  impedía e impide los vientos de libertad que tímidamente comenzaban a soplar tras el Vaticano II. Otros desde una Teología, acorde con los tiempos, intentaban e intentan, acercar el Evangelio al Pueblo de Dios de una manera totalmente fresca, sin manipulación de ningún tipo. Una Teología para cristianos adultos en la Fe, no para “cristianos niños” que no saben pensar por sí solos y necesitan que otros piensen por ellos.

Juan Pablo II, vino desde Polonia estigmatizado in extremis por el comunismo Soviético. No le faltaba razón. Y es lógico que fuese anti-comunista, máximo cuando vivió en carnes propias la férrea e inhumana dureza del régimen comunista soviético y viese a tantos compatriotas, cómo morían y cómo sufrían en los peores campos de exterminio polacos de manos del nazismo.

Cuando resultó elegido Papa Juan Pablo II, contra pronóstico, muchos cristianos sintieron ese soplo de aire puro. Parecía ser que sus experiencias de aquellos campos, le hiciesen un Papa más abierto al Pueblo de Dios. Después de un pocos años de pontificado, empezó a  desvirtuarse su  papado, comenzó a decepcionar , por su visión del Evangelio, por su visión de las teologías  coherentes con los tiempos, tiempos de apertura, evolucionados… ahí está la historia.  Influido hasta la extenuación por su protegido, el Cardenal alemán Joseph Ratzinger.

Ahora, como en toda situación parecida, se está dando un fuerte enfrentamiento en la Curia romana, pensando en la sucesión de Benedicto XVI, un Papa que desde muchos sectores, dan a conocer al pueblo de Dios y a la opinión pública en general, como un Pontífice con el que no se cuece nada a sus espaldas. Los sables están en alto y a muchos no les importarán las bajas

Un Papa extra conservador, nada aperturista, hasta llegar al punto de querer volver a las misas en latín. Un Papa que lo sabe todo del Vaticano, porque él ha creado estas intrigas, que ahora le están pasando factura…

En el Vaticano, sólo existe el Opus Dei, desde el pontificado de Juan pablo II, hasta la actualidad. Extraño ¿no?

Él mismo nombró al hoy Cardenal Bertone, su mano derecha y ahora éste, con omnímodo poder, se postula para la vacante de Pedro, frente al Cardenal Sodano. Benedicto es un Papa anciano con problemas de corazón, que no puede andar muchos metros sin cansarse.

Es la mano mordida por el perro al que  dio de comer.  Él ahora sufre lo que él hizo sufrir a muchos cardenales, obispos y teólogos que fueron anatemizados, retirados de sus cátedras, con absoluta prohibición en las homilías, por aquello de la obediencia debida… En definitiva, expulsados de la “ortodoxia”.

Y esto es historia y la gente lo tiene que saber.

No me alegro nada de esto, me da pena, me siento avergonzado como cristiano católico. Por él y la comunidad cristiana que desea una primavera rompedora en la Iglesia, un rebaño del  que estos malos pastores se han apropiado desde hace siglos.

Ni tengo resentimiento, ni odio hacia la Iglesia Católica, pues me siento dentro de ella. Pero sí tengo derecho a expresar mi desacuerdo y mi dolor como cristiano cuando el Mensaje de Jesús, es enturbiado por algunos de los que tienen la máxima responsabilidad de transmitir la Verdad del Evangelio.

Cardenales y Monseñores, de seguir así, con continuas zancadillas entre unos y otros, se están jugando el futuro del `sistema eclasiástico´ que hoy por hoy está tocado en su línea de flotación y hace aguas por doquier.

Ya las iglesias están vacías….no va a ellas ni el mismísimo Cristo… que quizá se avergüence de lo que hemos hecho de su mensaje de Amor. Si hoy entrara en el Templo… ¿qué haría?.

Pero éste Papa, no es víctima de nadie. En cualquier caso, es víctima de sí mismo durante los 30 años anteriores a su pontificado, en los que muchos cristianos le hacíamos un seguimiento como cardenal todopoderoso, como lo es ahora Bertone.

Lo mismo que al Arzobispo Paul Marzincus (hace varios años fallecido) con orden de detención contra él, por parte de la justicia italiana, que siendo designado presidente del IOR (Instituto para las Obras de la Religión) esto es, el Banco Vaticano, lo llevó a la quiebra con el blanqueo de dinero, que su amigo Roberto Calvi (jefe de la mafia y de la logia masónica PI2) le proporcionó llevando también a la quiebra al Banco Ambrosiano y que después este Calvi, aparecería colgado bajo un  puente en Londres.

Benedicto XVI  no es víctima de nadie. No está aislado como lo estuvo Juan Pablo I y después supuestamente envenenado a los 33 días de su pontificado. Oficialmente desde un punto de vista forense, nada se ha dado, no se permitió a su médico personal que hiciese la autopsia, porque es regla del Vaticano, uno de los pocos Estados en que no existe la democracia, que lo que pase de puertas para adentro, nunca, jamás de los jamases, transcienda.

Ya en el año 2.000, el célebre periodista español, Pepe Rodriguez, Doctor en Psicología, periodista reputado y experto en sectas, escribía en su libro “Mentiras y crímenes en el Vaticano” sobre  “el asesinato triple en las dependencias de la guardia suiza” de “Discípulos de la Verdad” De aquello no se enteró ni Cristo, seguramente porque a Cristo no le gustan los palacios.

Mucho se ha escrito sobre los entresijos del Vaticano en forma novelada, pero hay libros y documentos  que corresponden a una realidad contrastada,  que son historia real y por tanto perseguida, por los que están de “gorra” en la casa de Pedro, amén de sus acólitos.

Y estos libros están documentados. Son gente profesional, estudiosos de la historia y la política.  Cristianos y no, pero que intentan ser hijos de la Verdad.

Hace quince días, un grupo de desahuciados en Madrid, por no poder seguir pagando la hipoteca, se encerraron en la catedral de la Almudena con el sacerdote que hace su labor pastoral en “La Cañada Real” el centro de distribución de droga más importante de Madrid Después fueron desalojados por la policía a instancias del Cardenal Rouco.

Eso es sacerdocio y compromiso.

Según San Malaquías, este Papa( Gloria Olivae) Benedicto XVI es el penúltimo. El fin del mundo lo vaticina con en último Papa: Petrus Romanus.

Y visto esto,¿ dará tiempo para que en la Iglesia Católica resurja la Primavera?

Muchos cristianos tenemos esa confianza y esa esperanza, porque es necesaria una catarsis en la Iglesia oficial para que el mensaje de Jesús, pierda el polvo que acumula los años en nuestras conciencias y llegue de Verdad el Reino de Dios a nosotros. Independientemente de cuándo se produzca el fin del mundo, al que creo que le quedan miles de años, si no nos lo cargamos nosotros primero.

Fuentes:
Jesús López Sáez. Sacerdote. Autor entre otros de “Se pedirá cuenta” y “El día de la cuenta”
Antonio Pelayo, periodista y sacerdote. Cronista durante varios años en el Vaticano.
Juan Arias, periodista y sacerdote. Colaborador de la revista católica “Vida Nueva”.
Pepe Rodriguez. Periodista, escritor, Doctor en Psicología y experto en sectas.

Vaticano – Foto: Sete Infantes