Nuestra sociedad cree poco en los “milagros”. Y no sólo no cree en los milagros que las religiones predican de sus líderes o Maestros de Vida como Jesús de Nazaret, sino que hoy tampoco creemos en los milagros que pueda hacer Europa para sacarnos de la crisis económica. “Solo un milagro nos puede salvar de la intervención europea”, dice la prensa… Y en este caso no se ha producido.
La palabra “milagro” se usa para describir aquellas situaciones que se resuelven de una manera imprevista, contraviniendo las leyes naturales o las leyes económicas y sociales. Por eso decimos que solo un milagro (o un hecho imprevisto querido o no por fuerzas desconocidas) pueden solucionar problemas económicos, humanos, sociales, personales…
Sin embargo, creo que la frase que preside este ensayo puede ser iluminadora: “Donde existe un gran amor siempre se producen milagros”…
Y al hablar de “gran amor” no me refiero solo al amor romántico entre dos personas que se aman. Un gran amor del tipo que sea, siempre tiene detrás una gran pasión, una gran carga de afectos, emociones, sentimientos, que se canalizan y se proyectan hacia unas metas.
En este sentido, la carga de amor a la belleza, en Beethoven, produjo la Novena Sinfonía.
Y Marie Curie concentró su gran pasión por la ciencia en el descubrimiento del Radio y sus aplicaciones para la paz.
La pasión por la verdad llevó a un tipo tan misántropo y solitario como Kant a escribir obras (milagros) que han transformado el modo de concebir el conocimiento humano. Y la pasión por escrutar los secretos del universo, llevó a otro gran solitario, Isaac Newton, a formular la Ley de la Gravitación Universal.
Quienes han amado indeciblemente al ser humano en su miseria, como Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, Padre Ángel, Martin Luther King y otras personas que nada tienen que ver con la religión, no religiosos, han producido el milagro, allí donde han estado.
Ahora, de forma insultantemente inhumana, además de la gente que pasa auténticas necesidades en nuestro país(hambre, despojados de un techo, sin casa) está la hambruna y el genocidio en Mali, Mauritania, etc., por citar algunos países africanos, junto a la miseria de Haití, Honduras, Guatemala, El Salvador, en Centroamérica, la India…
Quien ama algo o a alguien con pasión, termina por ser protagonista de algo incomprensible desde la lógica racional.
Amar nos transforma, transforma a otra persona y transmuta la realidad. Solo el amor hace milagros. Sólo por amor, se hacen aparentes locuras sin sentido inmediato pero que, a la larga, interpretamos como milagros…
Sólo desde una visión amplia en nuestro existir, se pueden contemplar los milagros. El milagro no es magia, sino el resultado de una opción por la VIDA, es la semilla plantada con amor en nuestros semejantes, que fructificará tras ese empaparse la tierra del agua de la tolerancia y entrega personal compartiendo con los demás.
Bajo mi punto de vista, Jesús hizo milagros, pero sin entrar en disquisiciones, para mí al menos, Jesús hizo el gran milagro de transmitirnos un modo de vida, único y universal, nos transmitió el milagro del AMOR.
Cuenta el psicoanalista de la Gestalt, Jorge Bucay, en su serie Cuentos para Pensar, que una jovencita con una grave enfermedad, sufría lo que los médicos pensaban que eran los últimos días de su vida. Ya estaba postrada en la cama de su habitación sin poder moverse. La joven se había enamorado de las flores de una enredadera que un joven pintor vecino tenía en su pared, frente a su ventana. Pero por la época del año, ya se habían secado todas las flores menos una; y esa una, era la esperanza de vida que le quedaba a la pobre, porque pensaba que cuando se secase y cayese al suelo, ella moriría porque ya no tendría aliciente (el milagro de una flor). La belleza de esa flor era la esperanza que le mantenía viva.
Cierto día, el joven pintor, fue a visitarla sabedor de su extrema gravedad en los últimos días. La joven le contó, que cuando cayese la flor, ella moriría, lo presentía. El pintor tiernamente la animó y se despidió de ella.
Efectivamente, la flor cayó por la noche y el pintor, que ya estaba preparado, como quería hacerle lo más llevadero posible los últimos días a la joven, con la luz del alba, pintó en el hueco blanco de la pared, una flor igual a la que se había marchitado. Al entrar la luz del día en su habitación, la jovencita vio como la flor tenía por contrario más viveza en su colorido. En cuatro o cinco días fue mejorando paulatinamente al contemplar la belleza de la flor que no caía, hasta recuperarse totalmente. Y es que los milagros, o al menos lo que llamamos milagros, pueden producirse por muchas cosas que nosotros no somos capaces de comprender.
Este humilde escribidor, vivió en su persona la enfermedad de un tumor cancerígeno en el intestino. Tras la biopsia, se determinó una displasia de segundo grado. Me lo extirparon. Llegamos a tiempo. Pero en una revisión dos meses después, mi intestino estaba más dañado que antes.
No me lo pensé dos veces, paralelamente a los medicamentos, acudí a la casa de una santa mujer para que me impusiera las manos. Una mujer con una fe inquebrantable. Cualquier regalo lo consideraba un insulto, por supuesto no cobraba. Ella lo hacía por Amor. A los quince días tenía que ir a revisión para preparar la intervención quirúrgica y…..¡milagro! Mis intestinos estaban totalmente sanos. El cirujano digestivo, no daba crédito a lo que vio. Yo fui sincero y se lo conté…. Se quedó sin palabras.
Pienso que las manos de esa mujer me curaron al dejarse en manos de Dios. Mi fe junto a la fe de esta mujer hicieron el milagro. Aunque también se puede pensar en la fuerza de la mente humana, en la casualidad, en el destino. Para mí estas cuestiones no son incompatibles, pues tengo la mente muy abierta a estas cosas. Cada cuál puede pensar lo que quiera, yo lo respeto.
No me cabe duda que donde hay AMOR, se produce el MILAGRO. Pero el Milagro es una cosa y el ‘milagrerío’ es otra.
A ver si un milagro nos salva de esta situación cda vez más agobiente; porque amor, seguro que no nos falta.
Saludos.
Estos diez mandamientos se resumen en dos, «AMARAS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PROJIMO COMO A TI MISMO, POR AMOR A DIOS» eso es amor, base de los milagros.
Sr. Ad-Contrarium, lamento decepcionarle, pero en el caso del tema del amor de `Angelita’ hacia España, no se van a producir milagros, porque en ella, no existe amor.
Pero tenga fe, porque nuestros gobernantes actuales conseguirán el milagro.Seguro.
Sr. Vera:
Totalmente de acuerdo con Vd. No obstante si me lo permite, quisiera aportar algo a su comentario, que como digo anteriormente, acepto y comparto.
Para mí, Dios no es una entelequia, algo figurado, algo inexistente. Existe, y está en nuestro hermano.
Pero, ¿cómo se puede amar a alguien que no se ve, si despreciamos a nuestro hermano que sufre en la necesidad y la miseria y lo estamos viendo todos los dias? Solo en mi
opinión,podremos amar a Dios a través del hermano.
Y se ama o no se ama, independientemente de los milagros.
saludos