Siempre es un placer dar la bienvenida a un nuevo colaborador en Linares28.es, pero cuando además se trata de un amigo y de una persona de la relevancia literaria y periodística de Antonio Vela Lozano ese sentimiento se multiplica. Antonio Vela, es un hombre de mundo, un incansable viajero con ascendencia jiennense, pero nacido y criado en Barcelona hasta que la vida le llevó hasta su actual residencia en la isla de Mallorca. No obstante, el aislamiento insular no ha sido obstáculo para que sea autor de guías de viaje de lugares tan distantes como Argentina, Nueva York, Mallorca, México, Holanda, Guatemala, Cuba, Menorca o Ibiza, además es autor de guías de senderismo por las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, y de las Sierras de Mallorca. Por otra parte ha sido articulista habitual de la prestigiosa revista especializada Rutas del Mundo durante más de una década. Desde hoy, los cerca de 20.000 seguidores que visitan L28 todos los meses, podremos disfrutar de las aportaciones periódicas de este grande del periodismo de viajes.   

Jordi Flores Casasempere
Director de Linares28.es

Luxor

Para un viajero empedernido los milagros se producen en temporada baja. Y un viajero empedernido cuando está en casa –“en tránsito hacia otro lugar”- no deja de hurgar en internet poniéndose a tiro para los milagros. Y hete aquí que, por azar, aparece un viernes un vuelo directo de Barcelona a Luxor y, el lunes siguiente, el viajero ya se movía por la ciudad del Nilo. Egipto era una asignatura pendiente de obligatorio cumplimiento.

Homero llamaba a esta Tebas de Egipto la ciudad de las cien puertas, por sus cien templos con entradas monumentales. El Nilo dividía Tebas en dos zonas bien diferenciadas: una hacia las montañas desérticas de Libia y la otra hacia los montes arábigos. La ciudad se extendía en la orilla oriental en torno a los templos de Karnak y Luxor, unidos por una recta avenida flanqueda de esfinges. En la orilla izquierda, en las barranqueras, se encontraban las necrópolis, los templos funerarios y los talleres de momificación.
Vestigios de todos estos templos y necrópolis los podemos disfrutar hoy día: Luxor, Karnak y el Valle de los Reyes, con la famosa tumba de Tutankamón. El increíble tesoro encontrado en esta última lo podemos admirar en el museo Egipcio de El Cairo.

Y si placenteras son las jornadas deambulando entre las ruinas arqueológicas no menos lo son los momentos en los que vivimos la ciudad, mezclados con sus habitantes. Regatear en zocos y bazares, tomar un té a la sombra de una higuera o cruzar el Nilo en una barcaza popular son placeres impagables, que dejan en la retina del viajero momentos de la vida cotidiana tan gratificantes como la contemplación de las grandes esculturas faraónicas.

Antonio Vela Lozano