Linares, mi Linares, tu solemne Semana Santa;
Tu olor a incienso y flores.
Por Dios que no llueva,
que mis penitentes no lloren,
que el sol luzca hermoso,
que no vaya y venga.
Domingo de Ramos, los trompeteros me llaman,
la sangre golpea mis sienes al son de tambores.
Ahí van bailando sus tronos,
aquí viene caída del cielo, como mariposa de nieve,
la Virgen de la Paz,
con olor a retama y claveles.
Hoy ya las calles quebradas se visten de negro,
hoy la saeta llora a su encuentro.
Cansado, descalzos, mayores, pequeños,
a ritmo de trompetas, tambores, timbales;
Linares no avanza, no avanza Linares,
no quiere…no quiere…
No quiere, que se encierre el Cristo,
El Cristo, El Nuestro… El Nazareno.
Mariposas de oro que hoy os tornáis de luto. ¿Por qué os acercáis llorando?
¿Acompañáis a la Virgen en su pena, en su dolor en su llanto?
Domingo de Resurrección se ha levantado;
Se ha levantado el Resucitado.
El sol, te pinta de oro y bronce,
Me hueles a lilas y rosas.
Mi alma entona una dulce canción,
mi corazón salta en mi pecho.
Mi Linares viste colores,
hoy ríe y pisa fuerte;
Ya viene por allí la Reina, de turquesa y blanco.
Hoy no hay razas, no hay clases, no hay edades,
El Espíritu nos riega con lluvia de pétalos perfumada.
Un año de sereno espera, el grito y aplauso de:
¡¡¡Arriba valientes!!!
A ver si llueve ya esta semana que con la sequía que hay.