Ante las declaraciones en la Comisión de Fomento del Congreso de la señora Ministra Ana Pastor, en las cuales trasluce una preocupante ambigüedad respecto a la conexión de Almería con la capital granadina al omitir cuál es el trayecto elegido y qué cantidad de euros el Gobierno tiene pensado invertir para unir Granada con Almería, el Partido Regionalista por Andalucía Oriental (PRAO) quiere poner de manifiesto su escepticismo, así como su rotunda oposición a la permanente desvertebración y descohesión territorial interna de Andalucía Oriental con las políticas que desarrollan tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno central. Las supuestas intenciones del Gobierno en cuanto a los dos trazados que seguiría el Corredor Mediterráneo -por Baza y por Motril- sin ni siquiera haber confirmado la conexión de Motril con Granada, tendrá que demostrarlas con hechos, pero aún así nos parecería insuficiente dado el atraso en infraestructuras que presentan las provincias de Almería, Granada y Jaén.
Lo que comunicamos a esos políticos, que sólo se acuerdan de Andalucía Oriental en campañas electorales, es que hay un compromiso atestiguado por las hemerotecas por alegar ante la Comisión Europea sobre el trazado del Corredor Mediterráneo aprobado, para conectar Algeciras con Almería a través de Málaga y Motril; para hacer el segundo trazado de mercancías pasando por Granada y Baza hasta Murcia; y que se invierta de una vez por todas en Jaén conectando el Corredor Mediterráneo con el Central a través de Despeñaperros.
Justificar con argumentos economicistas la ausencia de inversión en Andalucía Oriental es una falacia de fácil demostración, simplemente con el hecho de la alta densidad de población y nuestro potencial mediterráneo, si nos comparamos con otras regiones españolas donde sí se invierte, como es el caso de Galicia con semejante población. Las propuestas del anterior gobierno socialista y del actual gobierno popular coinciden: romper la unidad histórica de nuestras provincias, derivando el transporte de personas de Almería hacia el norte por la línea ferroviaria de Murcia; comunicando Granada con Madrid con un recorrido que retrocede 130 km hacia atrás; y no existiendo, y ni siquiera hay intención de hacerlo, una línea ferroviaria de escasamente 80 km de recorrido, que una las ciudades de Granada y Jaén, que han compartido una intensa historia común durante siglos.
Desde el PRAO hay un compromiso político, también desde el Parlamento autonómico para compensar la deuda histórica que la Comunidad tiene con Andalucía Oriental, así como para defender los derechos de los ciudadanos de nuestras provincias, exigiendo una inversión en tiempo de crisis que muestre prioridad sobre los territorios que han perdido la convergencia con el resto de España. Si el Gobierno pretende convencer a nuestros conciudadanos de que lo mejor para España es que en Andalucía Oriental se emigre hacia zonas más prósperas, nosotros trabajaremos para argumentar que el progreso no puede llegar aquí jamás si no se fomenta desde las instituciones públicas.
Si tan preocupado estas de Jaén vete al Diario Jaén o al ideal Jaén. Como Linarense estoy cansado de escuchar hablar de Jaén y olvidarse valga la redundancia de la gran olvidada, la ciudad de Linares. Queréis realizar un descentralismo que me parece estupendo, para después centralizar, eso ya no me parece también ademas de sonarme a hipócritas.
¿De qué centralismo hablas? Linares es la gran olvidada por nuestra autonomía y lo que hay que hacer es promover todas las comarcas de nuestra Andalucía Oriental en vez de apoyar solo algunas estratégicas olvidando todos los límites, que es lo que hace la Junta.
que razon tienes amigo luis, linares es la mas olvidada en todo, por ejemplo: fijaros si estamos en el olvido que no salimos ni en los mapas del tiempo. TVE, sale jaen y ubeda, canal sur emision regional, bailen, carolina, andujar, canal sur emisiopn provincial solo salen las grandes poblaciones de la provincia, jaen, beas del segura, arroyo del ojanco y alguna vez cazorla, me da a mi la sensacion de que alguien trata de escondernos; ¿acaso es que a «alguien» le damos miedo?.