Esta semana, no sé si fruto del azar o bien impulsado por el inconsciente, me he encontrado con dos novelas con grandes semejanzas, las dos tocan la segunda guerra mundial y las dos detallan el proceso de creación al que se enfrenta el escritor cuando trata un hecho histórico.
Comencé con la última obra de Lorenzo Silva, Niños Feroces (Destino). Lázaro es alumno de un curso de creación literaria, se siente incapaz de escribir una novela larga, su profesor que achaca esta incapacidad a la época actual donde la información se presenta fragmentada, le regala una historia sobre la que escribir. La historia de Jorge, un joven que en 1941 se alistó en la división azul para combatir el comunismo y que acabó defendiendo Berlín bajo el fuego aliado con el uniforme de las SS.
Terminada la lectura de esta novela empecé con otra de la que había oído algún comentario, HHhH de LAUREN BINET (Seix Barral). Extraño título compuesto por las iniciales de una frase alemana. En ella relata como un profesor a partir de una anécdota contada por su padre y después de una estancia en Praga, comienza con la investigación del caso sucedido 1942 en el que dos miembros de la resistencia atentan contra Reinhard Heydrich jefe de la GESTAPO y considerado el hombre mas peligroso del Tercer Reich.
Estas dos novelas, aunque muy diferentes, tienen un punto en común. Abordan el ingente trabajo de información e investigación a la hora de escribir a partir de hechos históricos, con personajes reales, así como la ardua tarea a la que se somete el autor en el proceso de creación para conseguir que esos personajes y esos hechos sean verosímiles y se conviertan en una novela. A su vez las dos reflexionan sobre el acto de la escritura, las dudas y las decisiones que hay que tomar para estructurar una buena narración.