El pasado viernes continuó la iniciativa «Por un millón de pasos infantil», organizada por la Concejalía de Salud y Consumo en colaboración con la Concejalía de Infancia, Familia y Discapacidad del Ayuntamiento de Linares. Este proyecto busca fomentar hábitos saludables, la actividad física y el conocimiento del patrimonio minero entre los escolares de la ciudad, combinando aprendizaje y diversión en un entorno único.
La primera jornada, celebrada el pasado martes, reunió a estudiantes de los colegios CEIP Santa Teresa Doctora, CEIP Padre Poveda y CEIP Sagrado Corazón (Las Esclavas). Los niños y niñas comenzaron la iniciativa con una jornada previa celebrada el pasado martes. Ese día visitaron al Centro de Interpretación del Paisaje Minero, donde aprendieron sobre la rica historia minera de Linares. Además, disfrutaron de un desayuno saludable, una acción que subrayó la importancia de una buena nutrición en un estilo de vida equilibrado.
Ya el viernes, realizaron una ruta desde la Ermita de la Virgen de Linarejos, recorriendo paisajes naturales y mineros que combinaron ejercicio físico con una conexión emocional y cultural con el entorno. La si inició el recorrido por la Vía Verde de las Minas, hasta la Fundición de San Luis, uno de los enclaves más representativos de la historia industrial de Linares. Durante el trayecto, los escolares escucharon las explicaciones de los voluntarios del Colectivo Proyecto Arrayanes sobre las antiguas cocheras de tranvías y los minerales de la zona. La excursión llegó hasta el Pozo de San Guillermo, donde los participantes experimentaron el sorprendente fenómeno de una corriente de aire caliente emergiendo de las profundidades mineras.
El recorrido continuó hacia el Pozo de San Vicente, donde los escolares exploraron la historia y los retos vinculados a la minería local, a la vez que conocieron la trágica historia de este pozo. Además, equipados con martillos y medidas de protección, pudieron romper minerales y descubrir las riquezas ocultas en su interior, viviendo la experiencia como auténticos mineros.
A través de actividades como esta, Linares pone en valor su pasado minero como elemento educativo y cultural. Espacios como el Centro de Interpretación del Paisaje Minero son herramientas clave para enseñar cómo la minería transformó la ciudad, generando empleo, atrayendo a trabajadores de distintos lugares y dejando un legado arquitectónico, social y ambiental que hoy sigue siendo símbolo de identidad local.
Además, esta conexión con la historia y el entorno fomenta en los niños un sentido de pertenencia y orgullo por su ciudad. Les enseña a proteger su patrimonio y a ser responsables con el medioambiente y su comunidad. La actividad, que aún continuará con nuevos grupos de escolares, está dejando una profunda huella en la educación integral de los más jóvenes, promoviendo estilos de vida saludables y el aprecio por el pasado que define a Linares.