¡Bienvenidos a nuestra serie de entrevistas informales de verano, donde conversamos con personajes públicos de nuestra ciudad! En esta ocasión, tenemos el placer de charlar con Tomás Ballesteros Anting, una figura destacada en el ámbito de la comunicación y el deporte. A sus 45 años, Tomás es conocido por su labor como locutor de radio y Jefe de Deportes en Radio Linares Cadena Ser. Pero su talento y pasión no se detienen ahí: además de su trabajo en la radio, Tomás es un apasionado de la producción musical, se desempeña como DJ en diversos eventos, y disfruta del cine y la práctica de deportes. Acompáñanos mientras exploramos el lado más personal y veraniego de Tomás Ballesteros, descubriendo sus aficiones, anécdotas y planes para estos meses de descanso y diversión. ¡No te lo pierdas!
Linares28: La primera pregunta es obligada. ¿Playa o montaña?
La mitad del año montaña y quizás la otra, playa.
L28: ¿Qué es para ti el verano?
Tomás Ballesteros: Para mí el verano es volver a reconectar con uno mismo, dedicarte a aquellas actividades que, el resto del año, es imposible abordar con regularidad. Me gusta mucho levantarme temprano, mucho más que en invierno, y que la brisa mañanera me cargue las pilas, pasear, cuidar de mis árboles y mis plantas, jugar con mis mascotas… y cosas así. También aprovecho para visitar a gente que casi nunca puedo ver por temas de agenda o, simplemente, quedarte charlando con quien sea, sin reloj ni agobios, hasta bien entrada la noche, al fresco. Acordarte que no tienes que trabajar al día siguiente, en vacaciones, es un placer del que poco se habla. El verano es también ese punto de reseteo donde te planteas nuevos retos y objetivos con vistas al mes de septiembre, pero, a la vez, puedo relajarme para volver a ser un niño y divertirme como si no hubiera un mañana, sin pensar en nada más que estar con la gente que quieres y que el día pase lo más lento posible.
L28: ¿Qué recuerdos tienes de infancia del verano?
Tomás Ballesteros: Mis mejores recuerdos son cuando, una vez que te levantabas y desayunabas, te ibas a jugar con tus amigos del barrio, bien con la bici o un balón bajo el brazo para, con dos piedras como portería, jugar al fútbol o lanzar un tiro de baloncesto a una canasta que no era otra cosa que un cuadrado dibujado en alguna pared. Uno de mis mejores recuerdos del verano es, por ejemplo, la máxima ilusión que te hacía viajar con tu familia para, no sé, ir a la playa, o a donde fuese. Seguro que vosotros no dormíais de la emoción como yo. Recuerdo con cariño cuando no paraba de entrar y salir de casa a beber agua fresquita después de estar corriendo todo el rato en la calle, mientras mis padres me rogaban que parase ya… Aquello de que tu madre te llame para cenar y volverte a salir por la noche porque te sentías seguro, ya que las familias solían salirse a la puerta, con la silla y una buena sandía, a disfrutar del airecito, con los demás vecinos. Aquellas siestas viendo el Tour de Francia, esperando que tu padre se despertase para bañarte en una piscina que teníamos en casa, de esas de cuatro patas… Nuestros viajes familiares a la piscina de Canena y el mimo con el que mi madre preparaba todo tipo de platos para reponer fuerzas, algo que, a día de hoy, sigo haciendo cuando puedo porque es un lugar que marcó mi infancia estival. Esos paseos con tus padres en los que tenías que arreglarte mucho, en contra de tu voluntad, pero que hoy echo de menos… La cantidad de polos que podía comerme al día, a escondidas… Tantas cosas…
L28: ¿Te gusta viajar estos días o prefieres el descanso?
Tomás Ballesteros: Me encanta moverme. Como antes decía, cuando era pequeño, me gustaba madrugar si teníamos que salir a algún sitio y, ahora, a mis 45 años, me ocurre lo mismo. Lo malo que, hoy en día, la responsabilidad de conducir es tuya, y no es aconsejable hacerlo sin haber descansado lo suficiente. Es un placer viajar en verano, sin estar calculando la hora de regreso en función de tu trabajo. No obstante, el descanso también es necesario y, a veces, estar un día entero con el mando a distancia en la mano no me desagrada. Y más cuando hay olimpiadas, por ejemplo.
L28: ¿Qué planes de desconexión tienes para este verano? (Si se pueden contar)
Tomás Ballesteros: Todavía, a estas alturas, no tengo nada definido. Últimamente, me gusta mucho improvisar y hacer cosas que sean de ir y venir en el mismo día. Además, cuando uno tiene mascotas a las que atender, la programación de tu tiempo libre se reduce mucho. Tampoco me llama en exceso lo de estar una semana o dos en la playa… Al cuarto día me aburro… Prefiero muchos planes pequeñitos y diversos antes que vacaciones monótonas, por glamurosas que sean. Además durante estos meses de verano activo mi modo Dj en eventos y festivales.
Una canción de verano que recuerdes especialmente ¿Por qué?
Tomás Ballesteros: Te podría decir tantas. Pero me quedo con la famosa «Aquí no hay playa» del grupo «The Refrescos». Fue de las primeras que escuché en mi «walkman», en los 40 Principales y, desde entonces, me picó el gusanillo y la curiosidad sobre el mundo de la música y la radio. Escuchar a Toni Aguilar, Joaquín Luqui, Fernandisco, Sira Fernández… Me pasaba horas y horas enganchado a la radio, sobre todo por las noches de verano cuando podía trasnochar.
Una playa andaluza: Cualquiera en Cabo de Gata.
Un libro para el verano: Recomiendo ‘Padre Tormenta’, del también linarense Juan María Luribe.
Una película para ver este verano: La que sea del género Gansgter o rollo ‘Breaking Bad’, la serie. Pero también todo lo que sea del tipo clásico o de época, así como grandes producciones. El tema medieval o fantasía también me tira.
Una playa a la que te gustaría ir y no has ido: Deseo ir a Cádiz y pasear sus distintas playas. Así en general. Nunca me he bañado allí.
Un viaje que te gustaría hacer y no has hecho: USA, para ver partidos de la NBA. Si puede ser de los Ángeles Lakers, aunque soy muy fan de los Mavs (Dallas).
Un rincón de Linares para disfrutar la época estival: La Garza. Quiero hablar con Toni Quesada para ver si me deja vivir en una de sus cabañas.
Algo que nunca falta en tu maleta: Calzado para el agua, aunque parezca una tontería.