Punto y final a una jornada de Viernes Santo marcada ampliamente por la inestabilidad meteorológica. La Cofradía del Santo Entierro de Cristo fue la única hermandad de la tarde que sí pudo realizar su estación de penitencia, aunque no en su totalidad, ya que se realizó un recorte al inicio del recorrido para salir algo más tarde y así esperar que la amenaza de lluvia diera tregua.

Efectivamente, el pronóstico se cumplió y la procesión oficial de la ciudad, en la que hubo una amplia representación institucional de la sociedad linarense, pudo procesionar y llenar de solemnidad las calles de Linares. En este sentido, en el cortejo procesonial se contó con la presencia de autoridades municipales con la alcaldesa de Linares, Auxiliadora del Olmo, a la cabeza, además de miembros de diferentes entidades e instituciones civiles, como el Cuerpo Nacional de Policía, hermano mayor honorario de la cofradía, entre otras.

Tras la Cruz de Guía, la banda de cabecera de la Quinta Angustia abría el cortejo musicalmente y a continuación llegaba la unidad equina de la Policía Nacional, el trono de la Virgen de las Angustias, el paso del Cristo Yacente y el de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad.Tras el Señor volvieron a sonar este año los tradicionales y emblemáticos tambores de pellejo, mientras que detrás de la Virgen de la Soledad interpretó sus marchas la Agrupación Musical Maestro Alfredo Martos.

Multitud de personas presenciaron en las calles esta estación de penitencia, que ha contado este año con varias novedades y estrenos, como la realización de un juego de cantoneras para la cruz del trono de la Virgen de las Angustias; la restauración del plateado de los faroles de cola del trono de la Virgen de la Soledad, así como la realización de candelabros para dicho paso. Una vez que la procesión se recogió, pasada la medianoche, estaba prevista la salida de la Soledad, ya sin acompañamiento musical ni corona, pero ante la amenaza de lluvia imperante la Hermandad decidió no celebrar dicho cortejo.