CCOO ha realizado un informe sobre Mercado de Trabajo y Pensiones en Fuentes Tributarias que publica la Agencia Tributaria (AEAT), que permite conocer la percepción salarial de la población trabajadora de Jaén. Francisco Cantero indica que, “las cifras proporcionadas por la Agencia Tributaria son fidedignas debido a que la información que proporcionan procede de las declaraciones fiscales correspondientes a cada ejercicio. Donde se puede contrastar, como el descenso salarial ha sido más intenso en nuestra provincia desde el 2010, que en Andalucía y el resto del país, situándonos a la cola con un salario medio anual de 14.230 euros, frente a los 16.514 euros/anuales de Andalucía y los 20.503 de media en España”. Además, tan solo el 39% de las trabajadoras/es, perciben unos ingresos por encima de los mil euros al mes, ninguna provincia del estado tiene menos población que supera este determinado nivel.

Estas cifras nos hablarían de la realidad de una crisis económica y social que se ha traducido en un masivo número recortes salariales que van en preocupante aumento en nuestra provincia. Pasando del 48,3% de población trabajadora que cobraban menos del SMI a un 57,8% en 2020. Cantero asegura, “que esto es el resultado de un mercado de trabajo que ha cambiado de manera regresiva al establecer en esta última década una economía de bajos salarios como único pilar de la competitividad provincial”. “Se puede constatar, que los efectos secundarios de la laminación que la negociación colectiva ha sufrido a lo largo de la última década han confluido con los achaques que la crisis pandémica ha provocado en el sistema productivo de Jaén, y con una inflación de magnitud desconocida en casi tres décadas para generar una tormenta perfecta que ha derivado en la congelación de los salarios de cerca de 270.000 de trabajadores/as actualmente que conlleva pérdidas de poder adquisitivo de más de cinco puntos, además de para los pensionistas y los funcionarios/as”, afirma el sindicalista

La economía jienense se recupera después de pasar lo peor de la crisis de COVID-19, pero no la de la mayoría de jienenses y así se reflejan en todos los indicadores oficiales en referencia a la situación de la población trabajadora de Jaén. Nuestra tierra sigue atrapada en los salarios bajos haciéndonos más vulnerables ante los mercados, por ello es necesario mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras que servirá además para incentivar el consumo interno y así mejorar la viabilidad de las pequeñas y medianas empresas de la provincia. Cantero añade que, las últimas medidas como el incremento del SMI y la nueva reforma laboral ayudan para acabar con esta asimetría salarial, pero se debe de llevar a la práctica, de manera inmediata, la mejora de los salarios a través de la negociación colectiva.

Si ponemos el listón en la mitad del SMI en 2020 (475 euros mensuales y 5.700 euros anuales), observamos que la provincia con mayor proporción de población trabajadora en riesgo severo de pobreza es Jaén, con un 35,3% que supera en varios puntos porcentuales a la media en Andalucía que tiene un 32,44 y de la media del país, del 19,9%.

Los bajos salarios afectan fundamentalmente a los más jóvenes. La mayoría de ellos reciben por debajo del SMI, 950 euros/mes en 2020. Los trabajadores/as con edades comprendidas entre los 19 y los 25 cobran por término medio un suelo por debajo de los 6.000 euros/anuales. Por último, los jóvenes entre 26 y 35 años perciben unos ingresos medios de 9.000 euros. Otro aspecto que llama la atención en la distribución salarial es su sesgo sexista. El número de mujeres que cobran sueldos por debajo de los mil euros mensuales es prácticamente el doble que el de varones.

Para el sindicato, es imprescindible caminar a un nuevo modelo de relaciones laborales justo para los trabajadores/as. También, continuar en la elevación del SMI, como el Salario Mínimo en Convenio en 1.000 euros/mes por 14 pagas, no es un asunto de poca importancia en Jaén, pues se tratan de instrumentos de política económica que permite, entre otras cosas, incrementar el salario casi al 60% de la población trabajadora de la provincia, con la consiguiente reducción del trabajo mal pagado y de la explotación y la reducción de la dependencia en las ayudas estatales de los que perciben salarios más bajos.