Este pasado sábado 20 de agosto, se celebró en el Teatro Cervantes, la última etapa de este extraordinario Concurso Nacional de Tarantas 2011. Su fase final de Tarantas.

Es momento ya de iniciar una nueva etapa, un nuevo trabajo con vistas a la siguiente edición, y es tarea de todos, sin exclusiones, el ir mejorando, para que Linares y su Taranta, base fundamental y origen de los cantes de las minas, (pese a quien le pese, y aunque otros, en otras latitudes peninsulares se hayan apropiado, sin el más mínimo rubor, de este cante originario de Linares, que arranca, que se tenga conocimiento, en el siglo XVI y en Linares), para que así ocupe el lugar que la historia del flamenco le debe a la Taranta y a la Ciudad de Linares.

Los finalistas, como ya les anuncié, fueron Nazaret Romero de Linares, Isabel Mª Durán Rael de Villa del Rió (Córdoba), Antonio Haya Morales, de Cañete de las Torres (Córdoba), José Mª Chamizo Mena, de Antequera (Málaga), José López Fernández de Cullar Vega (Granada) y José León Romero de Mairena del Alcor (Sevilla).

Este último, José León, no acudió a la cita, al parecer, por motivos familiares, tampoco lo hizo en la anterior de cantes de libre elección, por los mismos motivos. Lástima, ha ocupado un sitio para mi inmerecido excluyendo a otro posible finalista, al margen de mi opinión sobre su elección. Aunque esto no pesa nada ni lo pretendo, no perdimos nada más que haber tenido otro concursante, y seguro, esto sí, de mas talla que la que el dio José León en las preliminares.

Comenzó el concurso con Isabel Mª Durán, dando esta muestras de saber el oficio y con esa grandeza de quien se sabe que está llamada al triunfo. Estuvo en sus dos tarantas extraordinariamente soberbia.

Continuó la noche, como si se hubiese dicho “Las Damas primero” con la linarense Nazaret Romero. Esta joven y extraordinaria “Niña”, Porque, ¿Qué es sino una niña que en el escenario es toda una mujer cantaora, flamenca, de garra?. Una extraordinaria artista, que se puso de manifiesto su edad, nerviosa al tener la responsabilidad de estar en su pueblo, en la final de Tarantas y ante su público, con tan solo DIECISÉIS AÑOS. Aun así, con su normal nerviosismo por tan alta responsabilidad, estuvo como losChachepó” de Félix de Amo…de “dulce”.

Continuó la sesión con el resto de cantaores, Antonio Haya “El Jaro”; José López, y José Mª Chamizo. Para no entretener al lector, solo les diré que en su momento hice una crítica del día y acto en que actuaron en las preliminares. Y para qué extenderme más, pues sería decir más de lo mismo. Hubo otros de más calidad artística que ellos y se han quedado en la “cuneta” de la final.

Y llegó el momento de los premios, no sin antes ver, oír y disfrutar de la extraordinaria invitada de este año, Tomasa Guerrero Carrasco, “La Macanita”. Soberbia, y digna heredera de esa tan flamenca tierra del compás, Jerez, cuna de tantos y extraordinarios flamencos. Su actuación digna del mejor recuerdo.

…Y se pronunció el Jurado.

El primer premio fue para Isabel Mª Durán, que estoy seguro, todos coincidimos que no tuvo rival, y, creo que con diferencia en su ejecución de las Tarantas. Digna poseedora de una Cabria de Plata.

El segundo premio fue para Antonio Haya “El Jaro”. No me lleva nada, en absoluto, discrepar en esta ocasión del Jurado, los conozco, los estimo y sé de su buen hacer, pero he de discrepar en esta ocasión y de esta decisión, pues al margen del primer premio, que eso es indiscutible, tan solo hubo otro artista en el escenario merecedor de un premio, pues aun sin querer entrar en polémica alguna, he de decir que con este premio me ha parecido estar en otra final diferente a la que ha asistido el Jurado, pues ese premio, y siempre hablo desde mi punto de vista, tendría que haber sido para Nazaret Romero, pues el debate flamenco estuvo solo y exclusivamente “entre mujeres”. El resto,… bueno ya ha sido comentado.

Al término del concurso, hable con Isabel Mª Durán para hacerle una sola pregunta y pedirle permiso para publicarla. Cosa que aceptó y me consintió. Le pregunté que sentía siendo la ganadora de los dos premios, el de «Cantes Libres» y el de Tarantas. Su respuesta, sencilla y emotiva, pues aun estaba emocionada, me dijo, “…esto para mi es algo más que un premio, es la responsabilidad de que lo he ganado en Linares, nada más y nada menos, me he esforzado para hacer en la tierra de la Taranta, una Taranta, y es que, es Linares muy “honda”. Espero y lo digo de corazón, no defraudar el premio que me han dado, y llevarlo con orgullo por los sitios donde cante, pues con ello llevaré en mi cante y en mi corazón, a Linares”.  Y verdaderamente estaba emocionada. Yo orgulloso de ver a mi paisana. Y es cierto que Linares engancha. Pues Linares se respira, se aspira, se come, se bebe y se siente. Linares crea adicción. Nos enferma, como el plomo al minero, se nos mete en la sangre, y aunque no nos ataque al sistema nervioso, nos ataca al sistema sensitivo, y emocional. Algo que creo es “INCURABLE”. De todas formas, si existiesen doctores que curasen este mal, les ruego encarecidamente que no me busquen, que se olviden de mí, que cambien de consulta, que yo no quiero curarme, …que quiero seguir enfermo de Linares.

¡Viva Linares y su Taranta!

Isabel Mª Durán con el premio. Foto: Antonio del Arco.