El Colegio ACEL de Linares implementó, ante el inicio del presente curso escolar 2020/2021, una serie de medidas de prevención frente a la pandemia del coronavirus Covid-19. Así, con el objetivo de evitar la proliferación de contagios en el centro, se estableció un protocolo de actuación destinado al cumplimiento por parte de toda la comunidad educativa, de tal manera que se contribuya a frenar la situación de emergencia sanitaria en la ciudad.

En ese sentido, según explicó Jesús Cancho, presidente de la SCA ACEL, lo más importante es que la entrada al colegio se realice sin aglomeraciones, para lo cual se procedió a escalonar el acceso del alumnado por cursos. “Nuestra enfermera y un profesor de Primaria recibe a los niños, que van pasando uno a uno. Se les toma la temperatura y se realiza una desinfección de manos y calzado. Además, en el patio, donde hay marcas en el suelo, se hacen filas espaciadas para entrar. Es un proceso rápido, fluido, seguro y funciona bien”, explicó.

Por su parte, Silvia Zurita, maestra de Infantil y Primaria, indicó que para subir y bajar las escaleras que dan acceso a las aulas hay dos itinerarios, uno por cada sentido, los cuales están señalizados en el suelo con marcas de colores (rojo y azul) con forma de huella. “Así evitamos cruces y garantizamos que se mantengan las distancias. Además, como medida de higiene no hacemos uso de la barandilla y cuando llegamos a la primera planta ya nos encontramos dispensadores de gel hidroalcohólico. También se han adaptado las aulas a la ratio”, agregó.

La organización interna de las aulas de Primaria se basa en una distribución especial de los pupitres para poder mantener las distancias de los escolares entre sí y, debido a que el lavado constante de manos resulta fundamental como medida preventiva, se han instalado lavabos en las propias clases. Además, para fomentar la participación individualizada del alumnado en la realización de actividades y evitar posibles contagios, se emplean pizarras borrables y no se comparten los libros y el material escolar ni se lleva del colegio a casa. “Los niños y sus familias, a pesar de todo, se han adaptado muy bien a la situación. Es muy positivo que trabajemos codo con codo con las familias de la comunidad educativa”, indicó Zurita.

Con respecto a los protocolos ‘anticovid’ en Secundaria, Joaquín de la Torre, coordinador del Departamento de Innovación Educativa del Colegio ACEL, destacó la distribución que se ha hecho por sectores en el patio del centro para que cada grupo ocupe el suyo y no se produzcan mezclas. “También insistimos en la importancia de la higiene y el aseo constante en los cambios de clase, así como no compartir las cosas y respetar los sitios y las distancias. La verdad es que estamos sorprendidos por la buena respuesta y el comportamiento ejemplar del alumnado”, manifestó.

Sin duda, la presencia de una enfermera en el colegio es uno de los aspectos más destacados del protocolo ‘anticovid’. Esther Gómez es la profesional sanitaria que ejerce su labor en el ACEL y en su labor diaria sobresale la toma de temperatura y el seguimiento que se hace a aquellos niños que presenten posibles síntomas o cuyos familiares estén contagiados o hayan estado en contacto con algún positivo. “Si se detectara algún niño con síntomas, se le atendería con cuidado y cautela en la nueva consulta habilitada en el centro, tratando de tranquilizarlo para que no se asuste y dando el correspondiente aviso a su familia para que lo recoja”, detalló.

El trabajo de la enfermera no se limita únicamente a la pandemia, ya que durante el curso escolar se encargará de otros aspectos vinculados a la educación para la salud, tales como prevención de hábitos poco saludables y fomento de buenas prácticas, realización de campañas contra el tabaquismo, salud visual o alimentación sana, entre otros.

De otro lado, en lo que respecta a la adaptación de espacios físicos, la directora del colegio y maestra de Infantil, Maite Fernández, destaca como principales medidas la distribución de tres niños por mesa, el lavado constante de manos en los nuevos lavabos portátiles o la desinfección del material. “Los niños se han adaptado muy bien, todo se ha hecho muy llevadero para ellos y cumplen con todas las medidas”.

Asimismo, para no tener que recurrir a la semipresencialidad y poder garantizar al mismo tiempo la distancia de seguridad en grupos numerosos, se habilitó el salón de actos para albergar a los cursos que más alumnado poseen. Paralelamente, en caso de un posible confinamiento, el Colegio ACEL cuenta con una plataforma educativa digital para poder trabajar desde la distancia. Sin duda, todo es cuestión de reinventarse y adaptarse a la nueva situación.