Tal vez sea una manía por mi parte o mi visión desenfocada el estar muy preocupado por el asunto que planteo en mi escrito. El caso es que ofrezco las razones que fundamentan mi inquietud y se me da la razón, ¿será como a los locos? pero no se pasa de ahí. Con tal acuerdo sigo creyendo que se hace muy poco por el peligro que yo entiendo cierto. Así que ante la pasividad, a lo que perece más amplia, paso a compartir mi opinión.

Cuando empecé a escuchar la posibilidad de la celebración de dos corridas durante la suspendida feria, no daba crédito. Luego me aseguraron que la cosa iba en serio y que se apoyaba en la privacidad de la propia plaza y de la empresa promotora. A pesar de ello seguía dudando hasta que En el Puerto de Santa María se produjo la primera. No daba crédito a las imágenes de una plaza con un casi lleno, mientras se decía que sólo se habían vendido la mitad de las entradas. Ya empecé a mosquearme por estas aberraciones, aunque ya uno está curado de espanto ante el comportamiento irrazonable y en buena parte mendaz que han venido mostrando ciertos colectivos políticos en esta pandemia. Pedí explicaciones sobre cómo se llegó a tal desaguisado y me las dieron. Tras la alarma, las autonomías se hacían cargo de las competencias que antes ejercía el gobierno central. En uso de las mismas parece que en Andalucía, Madrid y no sé si en algún lugar más, se autorizaban corridas de toros con presencia de público. Frente a la situación del fútbol y otras concentraciones, ya intuí el posible privilegio ideológico. Siguieron las explicaciones con la delegación que la Junta hacía en los ayuntamientos. Así que nos encontramos confirmada una corrida para el próximo día 30. Seguiré compartiendo aquí las demás razones y hechos que me preocupan.

Se podrá ignorar la realidad de la situación de la pandemia que en muchos aspectos y qué, según en qué lugares, están superando los hechos que nos indujeron a la declaración de alarma general. Serán conscientes las propias autoridades del cumplimiento de las normas dadas al sector a la vista de lo ocurrido en la anterior corrida. Es la propia Junta, que ahora pide uniformidad de medidas de la situación sanitaria cuando Andalucía suben en e el listado de infección, del riesgo que conlleva la movilidad de la población este de espectáculo. Podría seguir planteando a nuestro gobierno regional más riesgos a que somete a la ciudadanía local como: Qué será del número de infectados/as que ya va acercándose a las cifras de marzo y en especial en el geriátrico con la amenaza general y las secuelas específicas de la pasada crisis.

Al Ayuntamiento también pregunto, en cuanto que cómplice necesario, sobre las explicaciones que puede darnos a la ciudadanía ante el peligro cierto a que se nos expone en tiempo de una feria que por peligro, se daba por suspendida. Cómo podrá explicar al mismo vecindario que pidió colaboración en la operación mascarilla, esta dejación de responsabilidad. Cómo también podrá exigir el cumplimiento de las normas de protección a ls que está comprometido, tras inhibirse ante. Podría seguir comparando la atención al gusto de su parroquia por este espectáculo, mientras que no ha mostrado la misma sensibilidad ante los problemas de subsistencia del sector de feriantes, e incluso la desatención relativa a la afición futbolera en un momento brillante para la misma.

Por mi parte cumplo con mi conciencia de ciudadano, cuya función no queda sólo en ir a emitir mi voto cada cuatro años Creo que la sociedad civil debiera pronunciarse y más de manera anticipada cuando un peligro amenaza. Es antes cuando sirve y no sólo el lamentarse cuando las desgracias, que podrían al menos haberse atenuado, han llegado.