Desde hace un tiempo (dentro del confinamiento), en los diferentes grupos de RR.SS. se comenta y se discute, posiblemente en exceso, sobre diversos temas de actualidad que hace que los componentes del grupo, adopten posturas un tanto radicales, lo que origina por parte de otros un cierto malestar, por considerar que el grupo se está politizando.
Esta situación me ha hecho escribir sobre el asunto. Veamos…
El hombre actual, lo quiera o no, vive inmerso en la política. La política para unos es profesión; para otros una tarea y una responsabilidad ineludible de todo ciudadano. Incluso para aquellos a los que no les gusta, la política es una realidad que se les impone y que les rodea. Algo que no se puede ignorar.
La política por otra parte es una realidad compleja. No se limita a unos conceptos y fenómenos técnicos propios de un especialista. Está íntimamente relacionada con otros campos como la economía, el derecho, la sociología, la cultura, la religión, la historia. Para una adecuada comprensión de la realidad política que nos rodea, no se puede prescindir de esos campos.
El concepto de política
Si atendemos a la etimología de la palabra Política (gr. politika) es lo que hace referencia a la polis o ciudad-estado.
Tradicionalmente y de forma aproximada se ha definido la Política como el arte de aunar en una comunidad la multiplicidad de las tendencias humanas. En sentido amplio comprende la serie de medidas tomadas por los dirigentes de cualquier sociedad en orden a conseguir los fines de la misma. En sentido más restringido y propio Política es el conjunto de actividades humanas que se orientan hacia el gobierno y la administración de una agrupación suficientemente numerosa de personas organizadas soberanamente. La Política se ocupa por tanto de las relaciones de autoridad y de obediencia entre gobernantes y súbditos, que juntos buscan un bien común; es el conjunto de reglas que deben dirigir la conducta de los gobiernos con respecto a sus súbditos o a otros Estados.
Para la determinación del concepto de Política. y de sus funciones hay que partir del fenómeno político de la vida social. Los hombres para satisfacer sus necesidades materiales y responder a sus aspiraciones espirituales de educación y cultura necesitan de una comunidad más amplia. Es imposible que cada individuo por sí mismo satisfaga estas necesidades y aspiraciones y por ello es menester aceptar la interrelación con otros hombres para llegar a ser plenamente uno mismo. Toda actitud y todo comportamiento que incida y recaiga sobre las estructuras generales, mentales o institucionales de toda la sociedad para lograr la mencionada interrelación, es acción política que por su naturaleza aspira explícitamente a animar y transformar la sociedad completa. Lo propio de la Política. es no tener fronteras o límites acotados. Esta totalidad que califica lo político, no lo es sólo extensivamente, sino también en profundidad. Supone una concepción global del hombre en sociedad.
El particularismo es el polo opuesto de la Política, en la que su objeto específico no es un aspecto particular de la existencia, sino de la integración de todos los campos o dimensiones de la vida. La Política no se
ciñe a un grupo de hombres, sino que bajo su dominio caen todos los grupos y hombres sin excepción.
La sociedad política es la única en la que se nace, se muere y de la que no se puede salir libremente. Es una sociedad a la que hay que pertenecer obligatoriamente. La comunidad política es la comunidad más extensa, que permite asegurar al hombre su pleno desarrollo en el orden temporal. Respetando su diversidad, la Política integra toda la disparidad de grupos sociales ya que pretende construir entre todos los hombres un conjunto ordenado y crear un cuadro común de vida en el que todos los ciudadanos puedan desarrollar íntegra y libremente su personalidad en todas sus facetas.
Otra concepción de la política es aquélla que considera políticos los problemas que afectan a la totalidad de la población. «Los problemas de todos son problemas políticos, los problemas políticos son los problemas de todos». Incorporamos aquí el significado originario de la palabra política; esto es, política es el conjunto de los problemas de la ciudad, pero en una concepción más amplia «los problemas de todos». La segunda parte de la definición se opone a una concepción restringida de política pues reserva la práctica de la actividad política a los políticos.
Aspectos de la política.
Según sea el punto de vista como se la conciba cabe interpretar la Política como lucha por el poder, del que se sirven quienes lo detentan para asegurar su dominio sobre la ciudad y sacar de ahí un provecho. En este sentido. Política sería la lucha de las diferentes clases sociales por controlar el estado. Para otros la Política es un esfuerzo por hacer reinar el orden y la justicia, sirviendo el poder para asegurar el interés general y el bien común contra las reivindicaciones particulares. Como subproducto de estas concepciones, está la de los que consideran que la Política es solamente una técnica de actuación para conseguir el poder en la que no importan los medios que se usen y en la que se prescinde de toda ética. Frente a esta forma peyorativa de entender la Política hay que concebirla
como un esfuerzo permanente de los hombres para lograr su plenitud integrada en una comunidad.
La Política primariamente nos dice la relación con el estado. Y junto con este rasgo que caracteriza toda actividad, para que pueda con razón llamarse Política, está la búsqueda de un bien común.
Participación en la política
Concebida la Política como una acción conjunta de los ciudadanos para la consecución del bien común, la participación política sería un deber ineludible de todo ciudadano. Sin embargo, en la vida actual hay una serie de factores que contribuyen al abstencionismo político (alienación) de amplios sectores de la población. Entre esos factores cabe mencionar: el irenismo que entiende el ideal de paz como una total abstención de toda actividad que como la Política necesariamente implica tensiones; el consumismo que centra los intereses del hombre en obtención de más bienes materiales cuya necesidad se crea por una hábil propaganda; la evasión individualista; la primacía de la técnica en la jerarquía de valores ; el pesimismo procedente del desencanto por las luchas partidistas, los escándalos públicos; la falta de preparación del individuo que no ha sido suficientemente educado para el cumplimiento de sus obligaciones cívicas; el dirigismo de los medios de información, orientados más a mantener el orden constituido que a promover la colaboración; la presión de grupos económicos interesados en mantener la exclusiva en la dirección de la vida pública.
Ramas de la política.
Dentro de la Política considerada como una acción conjunta de los ciudadanos dirigida por el gobierno para la obtención del bien común, cabe distinguir diversas ramas o sectores. U na primera distinción básica se da entre Política interior, que queda limitada al ámbito del territorio nacional y que actualmente, dado el creciente intercambio e interacción entre estados, no puede mantenerse aislada; y Política internacional que se refiere a las relaciones entre unos y otros Estados como sujetos soberanos. Según el campo concreto de actuación política cabe distinguir múltiples modalidades de Política como la social, educacional, etc.
Entre ellas tiene en la actualidad particular relevancia la llamada Política social, que comprende el conjunto de medidas orientadas a estructurar la sociedad de forma más justa evitando que los económicamente débiles queden por serlo, en inferioridad jurídica, sean explotados, o que den de hecho marginados de los beneficios de la vida moderna. Entre sus múltiples aspectos cabe mencionar la seguridad social, la protección de la vivienda, la legislación laboral, la asistencia médica, la igualdad de oportunidades, etc. Otra rama de importancia creciente en la sociedad moderna es la Política económica, constituida por el conjunto de medios y medidas mediante los cuales el gobierno intenta regular y controlar la vida económica de una nación. La Política económica sigue determinados objetivos que dependen del grupo cie personas a cuyo beneficio se orienta y en la práctica es el resultado de un proceso en el que los diferentes grupos maniobran para conseguir sus objetivos.
En los países de economía de mercado, los objetivos más comunes son la consecución de un alto y estable nivel de empleo, el aumento del nivel de vida nacional, evitar la inflación, etc.
Un aspecto de la Política económica y social es la llamada Política fiscal o conjunto de medidas del gobierno que versan sobre el volumen y contenido de los impuestos, gasto público y deuda pública. Sus objetivos específicos se pueden resumir en lograr unos efectos anticíclicos (aumento del gasto público cuando el ritmo de la economía desciende y viceversa) y en una redistribución justa de la renta nacional mediante un adecuado sistema impositivo. Otro aspecto de la Política económica es la Política monetaria consistente en el control de la banca y del sistema monetario por parte del Estado para lograr la estabilidad del valor del dinero y evitar una desfavorable balanza de pagos.
Por último tenemos la concepción extensiva de política que hace de ésta la ciencia del poder ya que es en el ámbito del poder donde se manifiesta.
POLITIZACIÓN
Fenómeno por el que las personas o los acontecimientos adquieren relevancia política. Por lo que se refiere a las personas, en la población de un país cabe distinguir tres estratos: estrato apolítico constituido por el sector que no interviene en política por apatía, desinterés, comodidad, convicción (Despolitización); estrato prepolítico constituido por ciudadanos conscientes de los problemas políticos que intervienen en política por su adhesión a un grupo o indirectamente por su actividad social en grupos menores (barrio, municipio, fábrica, asociación cultural o deportiva, etc.); estrato político constituido por la minoría que dedica su actividad a la vida política: consciente de que el centro de gravedad de la vida política es el poder dedicar su actividad a conseguirlo. El dedicado profesionalmente a la política (homo politicus) presenta una serie de rasgos tipológicos entre los que destacan la tendencia a relacionarse con los demás, la capacidad de captación e interés por problemas que afectan a la colectividad, la visión para centrar y proyectar soluciones, el sentido de responsabilidad, el apasionamiento que lleva a la entrega, la potente actividad que se sobrepone a la sensibilidad, el sentido práctico para hallar soluciones viables y saber negociar, la frialdad para situarse por encima de los acontecimientos y de las personas, la tenacidad y constancia en la lucha con capacidad para encajar reveses. Para pertenecer al estrato
político (clase política) además de las cualidades personales se requiere voluntad y dedicación. La política en el seno de los grandes partidos es un camino cómodo y poco arriesgado por el que acceden a la política personas mediocres. Referida a acontecimientos la Política es el fenómeno por el que hechos o acontecimientos en sí neutros quedan involucrados en la vida política. Tal puede ser el caso de manifestaciones culturales (uso de una lengua, forma de vestir, actos folklóricos, estilos artísticos, etc.) que quedan asumidos prácticamente en exclusiva por un grupo político como exponente y arma de su lucha. Otras veces se trata de la dimensión política que se atribuye a acontecimientos que en sí no la tienen para crear un estado de opinión triunfalista (bienestar económico, victorias deportivas nacionales, etc., presentadas como exponente de la bondad de un régimen político) o para una campaña de descrédito contra un adversario político.
Cuando una opinión responde a un enfrentamiento entre partidos políticos nos encontramos ante una situación típicamente política. Si decimos (peyorativamente), ¡los sindicatos están politizados! queremos señalar que la acción sindical no es independiente de las posiciones que se toman respecto a la sociedad o bien que sobrepasan el estricto marco de la empresa, (como si fuera posible que la defensa de los intereses profesionales no afectase a la coyuntura política). La «política politizada» reducirá los problemas políticos a la contraposición de intereses entre los grupos (partidos) que luchan por la consecución del poder.
Estas diferentes acepciones de la palabra política son muy restrictivas, parciales y a menudo peyorativas aunque inicialmente el término política posee un sentido noble: «el hombre es un animal político» en la medida en que se integra en la sociedad y se interesa por el futuro de ésta. Desinteresarse por la política significará, por lo tanto, no interesarse por los problemas colectivos de la sociedad, es decir, no interesarse más que por aquellos problemas individuales que nos afectan directamente.
Ciertos hechos son específicamente políticos
Todos consideramos que la elección del Presidente de la República, una declaración de guerra o un golpe de Estado son hechos políticos. En efecto, el Estado es el centro de la política y serán calificados de políticos los hechos que le afecten.
Serán, por lo tanto, hechos políticos la determinación de las reglas de funcionamiento del Estado, el conjunto de mecanismos que permitan llegar al poder del Estado (luchas, golpes de Estado, elecciones, partidos…), el conjunto de condiciones y mecanismos para poder ejercer el poder (gobernar, ejercer la autoridad, utilizar el Derecho, el aparato del Estado…) y también las consecuencias del ejercicio del poder del Estado (apoyo a la libre empresa, protección social de los trabajadores…).
Desde un punto de vista institucional, el «poder» consiste en el conjunto de personas que dentro de la estructura social ocupan una posición clave, es decir, que controlan el núcleo del aparato del Estado, los medios ideológicos de influencia y el aparato represivo (ejército, policía).
Cabe señalar que el poder a menudo desarrolla técnica que combinan la coacción directa (y legítima) es decir, la obligación que tiene el ciudadano de obedecer, y la coacción indirecta que consiste en conseguir que los
individuos asuman determinados modelos de comportamiento (presión ideológica).
Ciertos hechos pueden convertirse en políticos
Un obrero o un estudiante herido en la calle es un hecho, común, pero si este hecho provoca manifestaciones de 300.000 personas en cualquier provincia, el «hecho común» se convierte en un hecho político.
Desde el momento en que un hecho se relaciona con el poder del Estado, se convierte en político.
Es por lo tanto político todo aquello que concierne al Poder del Estado y al conjunto de hechos sociales en sus relaciones con el poder del Estado.
Un hecho económico (crisis económica en la siderurgia) no es en sí mismo político pero puede convertirse en político ya que miles de personas pueden quedarse sin empleo y pueden desencadenar un movimiento social que ponga en entredicho la actuación del poder.
Teniendo en cuenta lo expuesto, no es de extrañar que el momento actual que vivimos, derivados del “Corona-Virus” haga que cualquier hecho que se comente en las RR.SS. pueden ser específicamente políticos o pueden que en cualquier otra situación sean normales, pero los convertimos en políticos, pero no por ello podemos decir que los grupos de RR.SS. se han politizado.
Gregorio Garrido García
Fuente: “La Política”. Ediciones Mensajero. 1983