La ciudad ha despertado con el alma estremecida por el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que ha recorrido las calles en una nueva Madrugá de Viernes Santo para la historia. La Real Cofradía con sede en la parroquia de San Francisco de Asís ha salido a las 4:00 horas, bajo un cielo estable y en una mañana fresca que ha acompañado con respeto y silencio a los miles de fieles que no han querido faltar a esta cita.

La salida desde el templo ha estado marcada por uno de los momentos más emotivos: la primera bendición del Nazareno a su pueblo, a las puertas de su iglesia, con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores “Cristo del Mar” de Vélez-Málaga y la Banda de Cornetas y Tambores “Nuestra Señora del Rosario” de Linares. Un gesto que ha encendido el fervor y las plegarias de todos los presentes.

El cortejo ha estado compuesto por cuatro pasos: San Juan Evangelista, obra de Víctor de los Ríos (1960); el imponente Nuestro Padre Jesús Nazareno, también de De los Ríos; y la sobrecogedora María Santísima del Mayor Dolor, imagen de Juan Martínez Cerrillo restaurada por Bernal Redondo en 1987. Acompañaban musicalmente las agrupaciones “Sagrado Descendimiento”, “El Amor” y la Sociedad Filarmónica “María Inmaculada” de Linares, que han tejido el alma sonora de la procesión.

El Nazareno ha bendecido una segunda vez a la ciudad en la plaza de la Constitución, donde nace el emblemático paseo de Linarejos, bajo una atmósfera de recogimiento absoluto. Y ya en el tramo final, antes de regresar a su templo, una tercera bendición, cargada de emoción, ha sellado la estación de penitencia de una de las cofradías más queridas y seguidas de la Semana Santa linarense.

Entre los estrenos de este año, destacaban un cíngulo de oro con borlas, fleco de bellota y malla; alfileres de tocado; tocado de plumeti; sudario del Nazareno; vestimenta del Cirineo; manto para la Virgen; cruz pectoral; la marcha “El Amor por San Juan”, y 113 caperuces junto a 50 nuevos cíngulos. Elementos que han enriquecido aún más el patrimonio artístico y espiritual de esta Real Cofradía.

Desde su fundación en 1552, la Hermandad del Nazareno mantiene vivo un legado que se transmite de generación en generación. En 1772, el ilustre Pablo de Olavide propuso a Carlos IV como hermano mayor honorario, lo que permitió que la Hermandad recibiera el título de Real, distinción que aún hoy enorgullece a sus 1.845 hermanos.

Linares ha respondido una vez más con devoción, abarrotando calles y plazas. Cada paso del Nazareno ha sido acompañado por un clamor de oraciones, promesas y miradas agradecidas. Una Madrugá inolvidable en la que el pueblo ha rezado con los pies, ha llorado en silencio y ha renovado su fe a los pies del Señor que camina cada año entre su gente.

 

las fotos de la Estación de Penitencia