Terminamos el año con una reflexión sobre participación ciudadana y voluntariado, como colofón a las múltiples actuaciones que hemos venido realizando. Y es bueno hacerlo, porque desde la ciudadanía se pide dedicación por parte de los distintos colectivos que trabajamos en el área social y de empleo, pero luego, después de muchos esfuerzos por llevar a cabo programas y proyectos, con muy escasos recursos nos vemos con menos niveles de participación de lo esperado frente a tanto esfuerzo.
Todo ello, tiene su justificación en que debemos desarrollar una actitud motivada y activa, manifestando nuestras inquietudes y necesidades ante las organizaciones en las que queremos participar y que nos ofrecen herramientas a través de canales específicos. Pero en ese camino podemos también plantearnos hacer voluntariado y formar parte de ese mapa de recursos y en la medida de nuestras posibilidades sumar nuestras capacidades y talentos para ayudar a mejorar la vida de otras personas, mientras a la vez vamos solucionando nuestros propios problemas.
Actualmente y afortunadamente hacemos un uso masivo de dispositivos móviles y de redes sociales y diarios digitales, participando en foros y espacios en línea, por lo que tenemos las destrezas y habilidades TICS desarrolladas como para poner el foco en un ciber-voluntariado que nos permita ayudar desde la vía telemática, sumando a un movimiento mucho más positivo en redes sociales.
Debemos fortalecer el movimiento voluntario que en ocasiones cruciales e históricas como la pandemia o como los desastres naturales que venimos sufriendo, han tomado un papel protagónico en las soluciones para evitar la fuerza de las duras consecuencias que estos hechos han acarreado a muchísimas personas. Es el voluntario el que en muchas ocasiones intenta a través de su participación comprometida e implicada mejorar aspectos de su vida y de la de los demás, y que, aunque como muchas otras personas pasan por difíciles circunstancias, no dudan en centrarse en quienes más lo necesitan.
En resumen, es importantísimo desarrollar un compromiso con el esfuerzo de las ONG y participar de forma activa de los recursos que ofrecen, potenciarlos y multiplicarlos desde el voluntariado, ya que muchos de esos recursos serán de vital importancia en la mejora de la empleabilidad, y/o en la prevención y tratamiento de situaciones problemáticas.
Por último, hacer difusión de las mismas es también esencial, porque es una muestra de generosidad y es nuestra contribución al desarrollo social y a la activación económica en nuestra localidad, porque muchas organizaciones a través de sus programas y proyectos han creado y crean empleo.