La obesidad y el asma son dos enfermedades bien diferenciadas pero muy prevalentes, por lo que pueden coincidir en el mismo paciente, ya que la obesidad cuadruplica el riesgo de padecer asma, según ha indicado el jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, el doctor Luis Manuel Entrenas, que ha destacado que se ha introducido en la práctica clínica el término asma-obesidad para describir a estos pacientes, “que pueden representar una gran proporción de los afectados por asma grave”.

El doctor Entrenas, que ha pronunciado la conferencia “Asma y obesidad” en la jornada organizada por el Colegio de Médicos de Jaén (Colmed Jaén) con motivo del Día Mundial del Asma y celebrada en su sede, ha profundizado en el hecho de que en un paciente con obesidad y asma, se puede incrementar la gravedad de ambos procesos, acelerando el deterioro clínico y funcional. Se ha demostrado que en los asmáticos la medicación inhalada fundamental, los glucocorticoides inhalados, no es tan efectiva y, por la propia mecánica pulmonar que condiciona la obesidad troncular, “posiblemente no realizan de manera adecuada las maniobras de inhalación”.

El asma, que afecta al 5% de la población adulta en España, es una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas que desencadena obstrucción bronquial y se manifiesta por dificultad al respirar, sensación de falta de aire, ruidos torácicos (pitos) y tos. Puede ocurrir de forma aislada y limitada a las vías aéreas, pero con mucha frecuencia se asocia a manifestaciones en otros órganos del aparato respiratorio como la nariz (rinitis, rinosinusitis) o de otros sistemas, como la piel (dermatitis), especialmente en pacientes que asocian procesos alérgicos o inflamatorios.

En la obesidad hay un estado proinflamatorio de base que favorece la inflamación que provoca el asma, por lo que este proceso crónico incide a largo plazo propiciando el deterioro del paciente. Es fundamental que el especialista identifique correctamente las dos enfermedades en el mismo paciente, ha destacado el doctor Entrenas. En el caso de la obesidad puede ser fácil determinando peso y talla para calcular el índice de masa corporal, pero las personas con obesidad pueden presentar síntomas respiratorios (generalmente disnea al caminar), sin tener necesariamente asma, por lo que “hay que hacer un exhaustivo estudio de cada caso por la poca especificidad de los síntomas”.