El Santuario de la Virgen de Linarejos vuelve a disponer de sus dos pilas de agua bendita de estilo neoclásico gracias a la finalización del proceso de restauración apoyado por la Fundación Caja Rural de Jaén. Una recuperación que ha sido llevada a cabo por el restaurador Manuel Martos entre los meses de diciembre de 2023 y marzo de 2024.

La presentación del resultado de estos trabajos ha tenido lugar en la propia ermita de la Patrona de Linares con la asistencia del presidente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Patricio Lupiáñez, quien ha puesto en valor el “minucioso y cuidadoso trabajo ejecutado por Manuel para volver a disponer de ambas pilas en perfectas condiciones”. Junto a Lupiáñez han estado el rector del Santuario, Andrés López, el restaurador, Manuel Martos, así como el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas.

Las pilas de agua bendita, de estilo neoclásico y datadas del siglo XX, están elaboradas en mármol negro Marquina, alabastro y mármol marrón Emperador, y miden aproximadamente 1,70 x 60 cm cada una. Su ornamentación incluye inscripciones de elementos vegetales esgrafiados en los frontales de mármol negro y decoraciones de cruces, destellos y jarras en alabastro.

El estado de conservación de ambas piezas “presentaba serios desafíos”, ha señalado el restaurador. Aunque a simple vista parecían estar en buen estado, un estudio exhaustivo reveló su deterioro real. “La pila de mármol marrón había sido intervenida previamente y presentaba una capa de repinte que ocultaba su acabado original, además de una descohesión significativa entre sus piezas, unidas burdamente con cemento”, ha añadido Manuel López.

A ello se sumaba que las superficies de acabado estaban lijadas y desvirtuadas tanto en textura como en color. Adicionalmente, la humedad y la cal habían afectado diversas zonas, y las intervenciones anteriores, realizadas con buena voluntad, habían distorsionado la obra, cubriéndola de una capa de suciedad grasa que alteraba su aspecto final.

Proceso de restauración
El trabajo de recuperación de las pilas arrancó con una limpieza mecánica  meticulosa utilizando brochas y soplado, seguida de una preconsolidación del soporte con una resina de mínima concentración. Se eliminaron los morteros añadidos y los repintes generalizados, revelando las vetas originales del mármol.

Las grietas y faltas en el soporte se reintegraron usando mortero de cal hidráulica y resina Acril 33, restaurando la estabilidad y los volúmenes originales.

Una segunda consolidación más intensa y la inyección de resina epoxídica en zonas clave aseguraron la cohesión del conjunto.

La intervención concluyó con una reintegración cromática mediante pigmentos y aguacal y la aplicación de una capa de protección final con nanopartículas e intensificador de tono en las áreas intervenidas, preservando y resaltando el acabado original del material.