Foto: David Sanz (Licencia CC BY-ND 2.0)

 

Cuando creíamos saber las respuestas nos cambiaron las preguntas, decía Benedetti y parece que nos sigue ocurriendo hoy. O puede que no sólo nos hayan cambiado las preguntas, sino también las respuestas y algunos datos más en torno al difícil diálogo sobre la paz que alguien se empeña en que sea a través de la OTAN. La cosa es sorprendente teniendo en cuenta que la llamada alianza defensiva se daba por amortizada, incluso en las palabras del presidente Macron. Y no dejaba de tener su lógica ya que, desde que en el siglo pasado desapareciera la URSS y con ella el supuesto peligro del comunismo proselitista. Quien lo piense bien sabe que Rusia es un país tan capitalista o más que EEUU y China, aunque esta potencia no se viene planteando la captación de colegas bélicos. Sabemos bien que lo del comunismo es la secuela del pasado que le sirve a la minoría rica para controlar a una mayoría tan desigual como la de tantos países en el planeta, pues al hablar de democracia se necesita más rigor y respeto.

Estamos en otra situación en la que priman los intereses (económicos/bélicos…) y lo de la ideología que habrá que argüirla con más veracidad y con menos miedo y trampas. Las decisiones de esta cumbre se han adoptado en el fragor de una guerra en marcha y al socaire de las consignas tendenciosas y con argumentaciones ninguneadas por la ausencia de la serena inteligencia. Argumentaciones que se lanzan a los cuatro vientos desde los poderosos conglomerados mundiales con el habitual sesgo desde occidente, que se vuelve a repetir el escenario de la anterior GUERRA FRÍA. He podido leer a Elisa Beni diciendo “que se siente satisfecha en este Madrid anfitrión de la OTAN” Lógico en quien se siente más colega de Vallés que de Assange o del compañero detenido en Polonia. También nos hace pensar, esa era su intención al escribirlo, Alba Rico, el sesudo filósofo que vive al norte de África, cuando escribe en Público “Contra la OTAN y ¿qué más? Por supuesto que conviene siempre pensar, pero al ritmo y con el calado que tratemos de fijar entre todos.

Volviendo al verdadero ámbito de defensa de la PAZ, las verdaderas cuestiones y urgencias, creo que estaban fijadas al menos a la par que este guerra de Ucrania, sin negar que ésta ha venido a realzar algunas cuestiones latentes como guerras tan lacerantes o más que ésta. Los flujos de poblaciones con la xenofobia y el racismo, más palpables hoy si cabe con esta y otras guerras, sin que se quiera entrar al fondo o causas de las propias migraciones, sino a las molestias que “nos causan”. Se mira para otro lado al hablar de pandemias y su relación con el cambio climático y deterioro ambiental. Parece que ahí no hay grandes riesgos para la PAZ, porque quizá no queremos hablar de PAZ, sino de cuenta de resultados mensurables. En la vieja GUERRA FRIA se hablaba más de democracia, ahora que en Rusia también se vota, ya se habla menos, incluso se trata de no informar al parlamento de cada país. No estaría de más que se hablara más de DDHH, sobre todo a la vida de los pobres que seguiría garantizando el aborto que los jueces de Trump abolen, y sí, la de expresión.

Sí. Hemos de reflexionar sin prisa y sin pausa, pero principalmente huyendo de que el fragor de la guerra niegue la serena inteligencia necesaria en las decisiones importantes. Creo que conviene empezar por los otros grandes riesgos para la humanidad antes que las banderías dificulten el primer diálogo. Veamos si hemos ponderado bien los pasos que nos han llevado hasta aquí. ¿Hay vida más allá de lo que entendemos como Occidente? ¿Nos place también un Madrid anfitrión en el que disentir del encuentro nos convierta en “anti sistema” automáticamente? Por mi parte, no dejo de pensar en los recortes de libertades que vuelven con la carta blanca-es un decir- para acabar con los regímenes con los países “no alineados” como lo fueron Indonesia, Yugoslavia, Brasil, o Chile en el siglo XX. En unos casos amparados por el paraguas de la OTAN, en otros por especial iniciativa de la potencia líder del colectivo. Por mi parte, mientras logramos o no disentir de los nuevos trágalas de la Alianza Defensiva, con vocación de expandirse más allá del Atlántico Norte, permítaseme soñar en el Estocolmo donde Palme paseaba sin escolta hasta que….