La noticia histórica de la muerte de Jesús se va engrandeciendo y/o modificando con cada evangelista, desde Marcos hasta llegar a Juan y pasando antes por Hechos de Apóstoles.

Hay un personaje que llama la atención en los relatos de la pasión y muerte de Jesús por varias razones que analizaremos a continuación, se trata de José de Arimatea. Para comenzar, es un personaje que aparece de repente en los Evangelios, sin previo aviso, lo que puede sugerirnos interrogantes acerca de su existencia. Algunas hipótesis lo sitúan como un personaje mítico, creado por Marcos, o por su inspiración pre marquiana, es decir, por el modelo o modelos en los que se inspiró el autor del Evangelio de Marcos para relatarlo. ¿Se trata entonces de un personaje real?

En segundo lugar, no hay evidencia arqueológica de su lugar de procedencia, presuntamente Arimatea. Los estudiosos especulan con varias posibilidades e intentan identificar Arimatea con Ramá, con Rentis o con Ramala… ¿Existió en el Israel del siglo I ec. una población llamada Arimetea de la que no quedan restos arqueológicos ni más referencias escritas que la de los evangelios que la relacionan con el personaje que estudiamos?

Una tercera cuestión que presenta también confusión en el Nuevo Testamento es de qué era miembro el personaje, es decir a qué se dedicaba José de Arimatea. En algunos relatos bíblicos se dice que era miembro de un Consejo, pero no se especifica qué tipo de Consejo, en otros que era un destacado miembro del Sanedrín; pero no se indica si del Sanedrín de Jerusalén o del de Arimatea (si es que existió la ciudad) o de cualquier otro lugar. ¿Entonces, por qué el primer evangelista (Marcos, primera referencia del personaje) no dice abiertamente que era miembro del Sanedrín?

Cuarta duda: Marcos dice que José de Arimatea también esperaba el reino de Dios. Muchos judíos, principalmente fariseos, lo esperaban y no porque creyeran que Jesús era el Mesías, sencillamente porque era una creencia judía de los últimos siglos antes de la ec. y de los primeros de la ec. ¿Por qué lo expresa Marcos de esta manera tan ambigua?

Mateo y Juan dicen del personaje, al respecto de este asunto, entre diez y treinta años después de la presentación de Marcos respectivamente, que era discípulo de Jesús, para el segundo en secreto. ¿Quiere decir que hubo más de doce discípulos directos de Jesús? ¿Pudo ser el sustituto inicial de Judas? ¿Y si es así, porqué se cambia luego por Matías?

Otra cuestión a debatir y que iría en contra de la credibilidad acerca de la existencia de José de Arimatea es su falta de relevancia no sólo antes de dar sepultura al Nazareno, si no después. Sería lógico qué, si fue tan importante en el enterramiento de Jesús, tuviera un papel relevante en los evangelios después del hecho, sin embargo, no es así. ¿Por qué no aparece el de Arimatea más en la tradición apostólica posterior?

En otro momento, según el evangelio de San Juan, José de Arimatea pide a Pilato, a escondidas, que le permita bajar el cuerpo de Jesús de Nazaret de la cruz. En Hechos de Apóstoles no aparece la figura de José de Arimatea, lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué pretende el cuarto evangelista al retomar la figura del personaje y con ese matiz de secretismo, cuando se puede deducir de Hechos que quién bajó de la cruz a Jesús y le dio sepultura, probablemente en una fosa “común”, habría sido un funcionario del Sanedrín, encargado de tales menesteres? Recordemos que Hechos de Apóstoles se escribe después del tercer evangelio sinóptico, el de Lucas y antes del cuarto evangelio, el de Juan, de ahí la interrogante.

Muchas preguntas surgen en torno a la figura de José de Arimatea que nos pueden llevar a plantear hipótesis plausibles y pensar que no existió tal y como lo expresan algunos pasajes bíblicos haciéndolo seguidor de Jesús y enterrándolo en una tumba individual cavada en la roca, si no más bien como un funcionario del sanedrín encargado de dar sepultura en una fosa común a los ajusticiados por sedición para que no perturbara su descomposición durante la celebración de la Pascua Judía.

Algunos autores piensan que el personaje quizá haya sido introducido en los relatos canónicos con un objetivo apologético para justificar el descubrimiento de la llamada tumba vacía y refutar así las posturas contrarias a la resurrección de Jesús.

Durante la Edad Media, se habla de manera legendaria del personaje, haciéndolo responsable del traslado del Sudario de Turín, del Santo Gríal y de otras reliquias a la zona mediterránea. Según antiguos escritores, después llevó el cristianismo a Inglaterra y fundó un monasterio en Glastonbury. En el ciclo de romances artúricos, y según la leyenda medieval, fue él quien llevó el Santo Grial a Inglaterra. Nada de ello parece probado históricamente, por lo que nos preguntamos ¿por qué surgió la necesidad de darle tales atribuciones extra bíblicas pasados tantos siglos desde su aparición evangélica?

¿Qué dicen algunos eruditos del Jesús histórico acerca de José de Arimatea?:

El historiador de las religiones, Charles Guignebert, considera que el cuerpo de Jesús, como era habitual entre todos los torturados, fue arrojado a una fosa común.

El prestigioso teólogo John Dominic Crossan, en su obra de 1991 titulada «Jesús: vida de un campesino judío», dice que la historia de José de Arimatea, ofreciendo su propio sepulcro para el entierro de Jesús, es una invención de los evangelistas. (págs. 451-452)

Burt Ehrman en su obra de 2005 «Jesús no dijo eso» (pág. 58), dice que la narración de Marcos (15:42-47) dónde Jesús es crucificado y luego enterrado por José de Arimatea, la víspera del sábado, es un pasaje, junto con los que le siguen, no escrito originalmente en el Evangelio de Marcos. Se trata de una adición realizada por un escriba en una época posterior.

Recientemente, este autor, en su blog de Internet, trata a José de Arimatea como personaje legendario.

Maurice Goguel dice que los Padres de la Iglesia intentan conciliar diferentes tradiciones, reflejando la angustia de los discípulos de Cristo que no pudieron aceptar un final de entierro en una fosa común, de ahí su invención de un argumento apologético relativamente tardío desde una perspectiva mesiánica. Lo argumentan de la siguiente manera: José de Arimatea, un notable que tiene una cierta estima por Jesús a quien tal vez considera un profeta de Israel, víctima de la opresión romana, recupera el cuerpo para darle un entierro decente.

Dentro de los jóvenes investigadores del Jesús histórico, el profesor Pedro M. Rosario Barbosa, en una conferencia publicada en 2020, «¿Quién fue Jesús de Galilea? Una perspectiva histórica» (Serie de conferencias sobre Jesús de Nazaret), dice que no está claro a nivel histórico si Jesús fue devorado por los animales —algo que forma parte de la pena de la crucixión— o si fue sepultado en una tumba. Si damos algo de crédito a las noticias del Evangelio de Marcos, parece ser que José de Arimatea, quien no era un seguidor de Jesús sino un miembro del Sandedrín, posibilitó el entierro de Jesús en una fosa preparada para ese tipo de condenados sin las debidas preparaciones fúnebres, como usualmente pasaba con cualquier criminal de la época, una hipótesis bastante plausible a mi juicio.

El personaje da para lanzar muchas otras hipótesis basadas en criterios de historicidad acerca de todas estas preguntas y bastantes más que nos podemos hacer.

PARA SABER MÁS:

– Antonio Piñero (2021) Los libros del Nuevo Testamento. Ed. Trotta. Marcos 15, 42-47; Mateo 27, 57-61; Lucas 23, 50-56; Juan 19; 38-42

– Antonio Piñero (2020) José de Arimatea, ¿en qué sentido pudo ser histórico este personaje? En: https://www.tendencias21.es/crist/Jose-de-Arimatea-En-que-sentido-puede-ser-historico-este-personaje-Primera-parte-20-08-2020-1137_a2709.html

– John Dominic Crossan (1994) Una biografía revolucionaria. Ed. Harper.

– John Dominic Crossan (1991) Jesús: vida de un campesino judío. Ed. Grijalbo-Mondadori.

– Raymond E. Brown (1994) La muerte del Mesías, de Getsemaní a la tumba. Un comentario sobre las narrativas de la Pasión de los cuatro evangelios Ed. Doubleday.

– Maurice Goguel (1933) Fe en la resurrección de Jesús en el cristianismo primitivo: estudio de la historia religiosa y la psicología. Ed. Ernest Lerouxp.

– Pedro M Rosario Barbosa (2020) ¿Quién fue Jesús de Galilea? Una perspectiva histórica. Serie de conferencias sobre Jesús de Nazaret en: https://tyngurl.com/uqe9r2z

– Burt Ehrman (2005) «Jesús no dijo eso». Ed. Crítica, s.a.

– Burt Ehrman (2022) ¿Podrían los judíos enterrar a las víctimas crucificadas? https://ehrmanblog.org/could-jews-bury-crucified-victims-most-commented-blog-post-7/