Muchas personas, entienden perfectamente lo que ocurre en Ucrania con el genocidio de sus gentes, de manos de este satánico canalla ruso.
El miedo personal y el desconocimiento calculado y provocado al milímetro, en la propia población rusa, está haciendo de este canalla, un Mefistófeles irreductible, al menos por ahora.
La magnitud y consecuencias de esta guerra, son imprevisibles e incalculables, porque hay demasiada “dinamita pa los pollos” en el ámbito de la intransigencia y la maldad.
Parecía imposible que el planeta se abocara a la realidad que tenemos, después de dos guerras mundiales. Puñeteras y asquerosas ideologías, convertidas en muchos casos en autoritarismos despiadados, donde “si no estás incondicionalmente conmigo, estás contra mí”.
Y todo ello, no sale exclusivamente de las cabezas podridas de los dictadores, pues esos dictadores son el fiel reflejo de una humanidad, que indefectiblemente, si no cambia, camina a la perdición.
Ya le ocurrió a Sócrates en el juicio que tuvo en el Areópago griego, cuando quienes le juzgaron, le dieron a elegir si no renunciaba a sus ideas: O el destierro de por vida, o la cicuta. Él eligió la cicuta porque no renegó de sus pensamientos… y murió.
Cuenta la fábula de De Mello, que un hombre que tenía rotos sus zapatos, fue al zapatero y le pidió que se los arreglase enseguida, pues sólo tenía esos. El artesano le contestó que volviese al día siguiente y el hombre le repitió que sólo tenía ese par de zapatos. El zapatero le dijo que tenía mucho trabajo, y que le prestaba un par de ellos usados ya arreglados, que llevaban allí mucho tiempo sin ir a recogerlos y que volviese al día siguiente ya que los hubiese tenido listos. El cliente dijo que no se iba a poner los zapatos de nadie. Y el buen zapatero le contestó:
¡De modo que no quiere ponerse ni llevar los zapatos de nadie, y sin embargo, quizá no tenga reparo en llevar en la cabeza, las ideas de otros!
Es que hay en este mundo, demasiadas personas, que en lugar de pensar y decidir por ellas mismas, (porque eso es un esfuerzo mental) optan por la comodidad de asumir los pensamientos e ideas de otras, quizá también por el miedo a no ser bien vistas, ya que les importa demasiado el qué dirán. Eso sí, luego, matan con sus críticas.
Decía Ghandi: “Si hay un idiota en el poder , es porque quienes lo eligieron están bien representados”
Pero en este caso, Putin no es un idiota, sino un loco asesino bien ejercitado en la KGB.
Hay y ha habido demasiados locos asesinos en el poder de muchas naciones. La gran pregunta que me hago, que muchos nos hacemos es: ¿Con la maldad nacemos, es congénita, o la vamos adquiriendo y potenciando a lo largo de nuestra vida?
Aunque muchas veces es el miedo, el desconocimiento, la falta de información y la censura, cuando no el engaño, lo que hace que la ciudadanía haga determinadas elecciones y reelecciones.
Y creo que al pueblo ruso en general, le ocurre esto, porque sólo tiene el aire libre para respirar, a pesar de que Putin hubiese pensado en vender ese aire en botella, para que su pueblo respirara lo justo y tenerlo absolutamente controlado, que lo tiene.
Este canalla sátrapa, se enfrenta sólo al mundo, pero este mundo llamado democrático, también tiene un grave peligro endémico, que son los EEUU, con el valor de poner en sus billetes de dólar “In God We Trust” (Creemos en Dios, o En Dios está la Verdad). Dios salve a América… ¿Y para los demás, qué?
No sé a qué “dios” se refieren, con los actos que ejercen contra muchos pueblos. No desde luego en el Dios en que creen muchas personas honestas, y también, no creyentes honestos, con una conciencia limpia. No hay más que ver la sintonía, al menos aparente, entre Trump y Putin, además de otros partidos adláteres europeos. Y de nuevo, Orban. Pues eso…
Ahora me viene a la memoria, lo que decía el pueblo español en el sur cuando volvió a España Fernando VII: ¡Vivan las caenas! (…)
El mundo de las personas decentes, sigue ha vivido y sigue viviendo con estupefacción, las tropelías de USA y algunos países europeos en oriente medio, en centro y sudamérica, e incluso en muchos países africanos, siendo uno de los últimos escándalos, la llegada al poder presidencial en el Salvador, de este pájaro joven, bien adiestrado y aleccionado, llamado Nayib Armando Bukele, donde ha hecho de este querido país, prototipo y pionero de la moneda virtual del Bitcoin. Claro, para los de su casta económica. Eso en una población que sufre y vive mucha dificultad, incluso para comer. Vale la pena que busquen quién es este personaje.
Y luego Cuba, URSS, Nicaragua, Honduras, Panamá, Haití, las entonces Argentina y Chile, Colombia, Brasil, Siria, Marruecos, Burkina Faso, Yemen, Eritrea, Irán, Afganistán, Irak, China, el llamado EJE, mujeres en países árabes… y una infinidad más.
Curioso que cuando se da un golpe de estado para derribar la injusticia flagrante en un país, los que dan ese golpe, se vuelvan tanto o más dictadores y asesinos que aquellos a quienes derrocaron.
Los pueblos centro y sudamericanos llevan muchos años viviendo bajo dictaduras. Como los rusos, que pasaron de la crueldad de los zares, a la crueldad de los bolcheviques, cuando existía otra opción supuestamente menos dañina, que era la corriente menchevique.
O la Francia de la célebre Revolución, que pasó de las monarquías absolutistas, a los asesinatos perpetrados en la guillotina, por los Jacobinos, cuando existía una corriente de pensamiento, que “brotaba de manantial sereno” según escribía Machado.
Y menos mal que China, hace como que está durmiendo la siesta. En fin, que sean moderadamente felices, a pesar de lo que nos está cayendo.