Ahora Cuba, hace unos días Colombia o Haití y la inestabilidad ante la elección de alguien de izquierdas en Perú. Si miramos a los medios de comunicación patrios, nunca faltan disturbios en algún país sudamericano que acompañe a la Venezuela, que, según conviene a alguien debe, ser lo peor de lo peor. Si miramos en los libros de historia, la lista de dictaduras, guerras sucias, “escuadrones de la muerte” y otras formas conflictivas se han dado, a veces de manera repetida, en cada uno de las decenas de países latinos. Podríamos enumerar muchos antes de volver otra vez a Cuba, cuando aun era española, a final del siglo XIX, y ya-como ahora- era apetecida por el vecino del norte. Recordemos qué hay de verdad en todo lo dicho y, a ser posible, en las causas de tanta inestabilidad. Para ello, empecemos por el “lavadero” que se ha montado, como viene siendo costumbre, cuando se toca aunque sea de pasada el asunto del comunismo “malísimo”.
Si es cierto que Cuba es un país de partido único y su actual presidente, el señor Díaz Canel, tiene menos prestigio que Fidel Castro. También es cierto que en la isla se han puesto las cosas muy negras al juntarse, a lo de Canel varias desgracias más a la vez. Apuntemos: pandemia de la que allí no se privan que hace disminuir el turismo, una nueva tormenta llamada Elsa, cortes de suministros energéticos, las tiendas con pocos suministros de alimentación asequibles por la moneda local, y la petición de libertad de expresión repudiada por el movimiento San Isidro. Así que se han juntado el hambre con la falta de pan. El lógico que cuando no hay harina todos es mohina. Se entiende que el personal se cabree y proteste contra el gobierno y le reproche las varias carencias. Quien no se quede sólo con lo que da la tele podrá entender lo que allí pasa. El cineasta español Zambrano dirigió “Habana blues” una película en la que retrata la realidad cubana que él ve: una parte de revolucionarios fieles al comunismo, otra parte de que querría vivir en un país capitalismo y un buen sector informado que parece estar satisfecho con la Cuba actual pese a las carencias mencionadas. A la hora de valorar el momento actual he mi visto tres fuentes. Alejandro Valencia, periodista cubano residente en EEUU detenido dos veces en Cuba, dice que el pueblo no está con el gobierno ni contra él, pese a que las movilizaciones actuales son las mayores en 60 años. Dilla Alfonso, historiador cubano en universidad de Chile, considera que la calle ya no es sólo de los revolucionarios, hay más gente animada por una mayor libertad de expresión para manifestarse también en contra de bloqueo comercial de EEUU a Cuba. En ello coincide Philip Brenner, el mayor experto en América del Sur, al decir:” Si EEUU quisiera DDHH en Cuba, lo que tendría que hacer es relajar el bloqueo”.
Claro que para llegar a esa conclusión, no me he tragado lo que un día sí y otro también me ponen hasta que entere bien de lo que ellos quieren. De Venezuela ni te cuento, pero de Colombia un solo día no vayas a enterarte de que allí hay, ha habido y las causas. Eso sería que han muerto al menos 27 personas, más de 90 desaparecidos y varios cientos de heridos. Nos hubiéramos enterado también de el Comité Interamericano de Derechos Humanos CIDH ha denunciado la actitud excesiva y desproporcionada de la policía, el uso indebido del ejército y de la contra. Sabríamos además que se reivindicaba la supresión de una reforma fiscal que gravaba más a las clases humildes. Conoceríamos además el necesario avance en la aplicación del Acuerdo por la Paz firmado con la Guerrilla hace más de cinco años, para que no siguiera la sangría de líderes sociales y ex guerrilleros que son asesinados uno casi cada día. Claro que el gobierno de Colombia no es de comunista, es como del Balsonaro brasileño, que vota junto a EEUU en la Asamblea de la ONU cuando los demás países condenan el embargo comercial que el imperio actual tiene a Cuba limitando los DDHH de sus habitantes.
De esa realidad cubana se habla poco o nada. No se dice que pese al bloqueo, tiene uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo y que está a ponto de tener disponibles dos vacunas para la covid19. Tal vez sea por eso por lo que se le tiene tanta tirria a esos “comunistas malos” porque tal vez por su propia autonomía, serían un mal ejemplo para tantos países sudamericanos que, teniendo más riquezas naturales. Y es que éstos, a los que se esquilma, podrían elaborar su propia riqueza. Si así fuera, podría dejar de decirse aquella sentencia que se hizo popular “Qué maja suerte América Latina tan lejos de Dios y tan cerca de EEUU”. Tampoco se quiere recordar que pese a que Cuba es un país de único partido, por allí han pasado a visitar al presidente Castro, los responsables del AP PP Fraga, Aznar y Rajoy. Y es que no se le explica a su parroquia que en la política “de Estado” estaría bien unirse ante las relaciones exteriores, y más si se coparte lengua y cultura. Pero pasamos por unos tiempos en que ni las formas ni aquella familiaridad se cuida. Tampoco se recuerda que la independencia de Cuba, última colonia americana, se perdió en una guerra instigada por quien llegaría a ser el imperio actual.