Y si me apuran lo mataron entre todos.
Han sido demasiadas trabas y obstáculos a su desarrollo en los últimos cuarenta años, como para que siguiera viviendo.
Demasiadas empresas desmanteladas, algunas simplemente para llevárselas a 40 kilómetros.
Y es que cada vez que no se apoyó el puerto seco por parte de la Diputación Provincial y Gobierno central, o cada vez que nos contaban milongas con la reindustrialización de Santana o nos llegaban cantos de sirena sobre su traído y llevado ramal ferroviario, a Linares lo estaban matando. Al igual que cada vez que se le aislaba de la red nacional de ferrocarriles, Linares-Baeza se convertía un punto muerto de la red, abandonando su papel de principal nudo ferroviario del norte de Andalucía, como antaño fue.
Cada vez que se facilitó la llegada de grandes cadenas comerciales a localidades cercanas, mientras aquí se frenaba la instalación de nuevos centros comerciales con trámites y burocracia sin fin, indirectamente también lo mataban.
Cuando los vecinos se trajeron los vagones de Francia para el tranvía de Jaén (o mejor dicho para guardarlos en la cochera) cuando podían haberse construido en Linares, tampoco se le hacía un favor a la ciudad hermana de Linares.
Cada vez que no se insistió y lucho por instalar en Linares la nueva base logística del ejercito de tierra en Linares, también se le quitó un poquito de vida.
Y como no, cuando la Diputación Provincial de Jaén, en lugar de asegurar la prestación de los servicios públicos de competencia municipal en la provincia, se dedicaba a subvencionar instalaciones como el Olivo Arena en la capital, en lugar de garantizar la seguridad en el obsoleto y muy ruinoso Estadio Municipal de Linarejos, a Linares la estaban apuñalando los que debían protegerlo. Cuando esa Diputación en lugar de encargarse de suministrar servicios a los pequeños municipios que por sí mismos no pueden prestarlos, repartía fondos para implantar nuevas infraestructuras principalmente en la capital de la provincia, a Linares se la hundía un poco más. ¡Ojala nunca pase una tragedia en Linarejos!
Quizás la absurda y estéril competencia y rivalidad Linares-Jaén, que solo ha logrado como fruto traer miseria, desdicha y hambruna a esta provincia, ha llegado a su límite, a costa de construir una capital mediocre, oscura y vulgar sobre inciertos cimientos de paja, sustentando su “poderío económico”, en un puñado de funcionarios y un comercio flotante y nebuloso, del que ha quedado patente su más que segura infidelidad.
Que conste que a Jaén solo les deseo lo mejor, porque creo que aunque mal, algo mejor lo han hecho (menos con el Real Jaén, aunque tranquilos, para eso también ha estado y volverá a estar la Diputación).
Quizás la ausencia de un autentico líder político en la localidad, con un bagaje al menos autonómico, en todos estos años, ha dado lugar a que la ciudad se haya convertido en un espectador de lujo, acompañado de la atenta ayuda mamporrera del resto de administraciones, que se limitó a contemplar cómo se eliminaban industrias, servicios, se paralizaba la inversión en infraestructuras o se la mancillaba, relegándola a un papel más que secundario en el triste mapa provincial.
Lo de El corte ingles me duele, como no. Era el único punto del programa de gobierno en esta legislatura: que no se fuera el Corte Ingles. Pero ni eso.
De todas formas era algo que se presagiaba desde hacía una década. Desde el momento en el que una de las provincias más pobres de España, inauguró un segundo centro más grande a 45 kilómetros, ya se estaba preparando el féretro del centro de Linares. Las empresas son así. No la culpo. Buscan lucrarse y dinero. Y en Linares si algo falta es dinero. Erró el tiro en Linares y se equivocó en Jaén. Tenían que cerrar al menos uno y pillar aire. Pero no se confíen, el otro tiembla. Jaén no es Granada. Es más, el modelo de comercio actual implicará más cierres de centros comerciales cercanos, lo dicen los que saben de esto. La sangría no ha hecho más que empezar. El comercio online lo ha cambiado todo.
No obstante pueden seguir haciendo excursiones al Nevada para dejar allí el escaso dinero que les queda, en lugar de dejarlo en Linares. Si es que no tenemos arreglo…
Y ahora parece que todo ha sido consecuencia de la pandemia. Cuando el milimétrico proyecto de destrucción de Linares esta ahora simplemente culminándose, después de cuarenta años.
No.
Ha sido un proceso lento, y ha costado lo suyo. Pero ahora ha llegado a su fin. Y la Pandemia tan solo le ha puesto traje de gala al hambre que ya galopa en caballo negro por los jardines de Santa Margarita.
Linares fue más que todo eso, le pese a quien le pese.
Y no le hizo falta ni ser capital de provincia. Ni corte ingles. Ni Media markt. Ni Leroy Merlin. Ni olivos Arenas.
Y cuando la Pandemia acabe. Cuando de verdad se venza al virus, y no nos dediquemos a invitarlo a cerveza, cuando se pueda disfrutar de la naturalidad de siempre, y no de la anormalidad y la rareza que impera en esta cosa que llamamos mundo, solo entonces será el momento de empezar a construir la ciudad que siempre fue, pero eso si, al mando de alguien al que de verdad le duela Linares. Alguien que se anticipe y que trabaje 25 horas al día por y para Linares. Alguien que tristemente por ahora no hay. Lo mismo aun ni ha nacido. No tengan prisa, porque faltan años.
Ahora comienza mi mutación a la derecha del Excelso.
J.M.C.R.